Bar España: una supuesta red de pederastia con políticos implicados. A
finales de los 90 unos ochenta niños de una residencia de menores de Castellón
fueron torturados, violados y grabados en vídeo en orgías, todo con conexión
con el Bar España.
¿Por qué en estos casos supuestamente están involucradas instituciones
en nombres que asoman? En este caso era supuestamente la Diputación de
Castellón y según una testigo, madre de un niño violado en la residencia, se
podía ver un flamante coche negro, tintado en sus cristales, aparcado, de la
Diputación de Castellón. Era el “Jefe”, según le comentó un primo que
chanchulleaba por el bar, que "era muy peligroso y que mejor que no les
vieran". En el de Alcàsser, en el de Kote Cabezudo, en general en casi todos hay
instituciones supuestamente. Es por el poder para poder decidir si esto se
construye aquí o más allá o en ningún sitio. Para mí esa es la clave. Y por lo
que destilan estos casos, siempre, aparece un núcleo de reunión de donde parte
esta aberración. No hay más que fijarse en quienes acuden allí y sabrás quien
puede estar involucrado. En este caso, el Bar España, entre otros, como el de Kote
Cabezudo, supuestamente, hay también un lugar de reunión y alterne que aglutina
a los supuestos pederastas y que ya os enterareis porque lo tienen todos muy
callado. Con lo del "yate" se silencia lo más profundo. Lo de Odón es muy importante y muy grave, pero mucho más quienes andan detrás y
que con lo de Odón lo están tapando.
¿Qué fue el Bar España que casi nadie menciona, incluso defensores de
víctimas de pederastia? La canallada más obscena y criminal entre ritos
envueltos en algo inimaginable incluso hoy: una orgía con drogas y abusos a
menores y a los que mataban. Donde supuestamente se encontraban, tras la
máscara, altas personalidades de la sociedad castellonense en un bar de
carretera de Vinaròs donde a menudo se veía a grupos de niños entrando y
saliendo a horas intempestivas. Una historia terrorífica historia de la que
todo Castellón hablaba. Un bar donde de madrugada, permitido por todos, había niñas de pocos años vestidas con mallas y en postura puti. ¡Pobrecitas!
Entre los llamados “indignados” combatientes contra la pederastia se están dando casos de falsedad
sublime. Supuestos correveidiles del nuevo tiempo que llega ya con ellos, sin corrupción pederasta, y que
son troles de la derecha que los conoceréis porque nunca citan, entre algunos
casos de pederastia, este, el terrorífico “Caso del Bar España”. Porque afectó
de lleno al PP. Sí, lo mal que está la sanidad por el PSOE, que si el PSOE de
Andalucía, el “Caso Kote Cabezudo” porque hace referencia supuestamente a Odón
Elorza y de él sólo se habla; aunque en este caso donostiarra hay mucha más
gente involucrada supuestamente. Es más, los grupos feministas, afines a la
radicalidad vasca, tampoco conocen nada de este tema de Kote ni los grupos
feministas del PSOE y no han hecho ni harán nada por estas pobres víctimas de
Kote. Por sus silencios los conoceréis. Se les ha pedido a algunos, entre tanto
mesianismo y mensajería de la buena nueva revolucionaria, de lo que “vamos a
cambiar”, los iluminados que son los únicos en luchas contra la pederastia, una sola mención al “Caso Bar España”; pronunciar su nombre les da urticaria, huyen como los vampiros de los ajos y
sería muy importante para quienes sentimos a las víctimas del crimen y la
pederastia. Ya que tienen tantos seguidores y dinero recaudado gracias a las víctimas, sería casi obligado
Y aquí tenéis una fotografía de una de las denuncias presentadas
ante la Fiscalía en la que se pueden ver los huesos de niños encontrados en el
patio trasero del bar España de Benicarló. Niños enterrados. ¡Terrorífico! Y
ello para tanto personaje que se lo está montando con ”donaciones” y promesas
de cambio y lucha contra la corrupción a altos niveles, ni una sola palabra. No
se pide den su vida por esta gente masacrada por pederastas de lo más sádico y
criminal que ha habido en Europa; sólo que pronuncien tímidamente el nombre del
caso para que se recuerde algo al menos. Y nada.
Yo siempre pensé que los dos casos estaban relacionados, Alcàsser y Bar
España. Santiago Moreno Rius, abusado en este Bar, narró dantescamente todo lo
que sucedía en el mismo y en la Residencia Baix Maestrat de Vinarós, y todo fue
censurado de la Red incluso con cierre de la cuenta YouTube Javier Fiesta, los
videos. El Bar España es un secreto de Estado y de la derecha, así como de la
progresía. Desde que se denunció en el juzgado, entre el año 1995/97, comenzó a
ocultarse todo. Los niños fueron segregados en diferentes grupos y centros de
menores y los monitores fueron despedidos. Y esto ocurría en pleno juicio de
Alcàsser. Algo similar algo que sucedió en el Caso Zambour, un escándalo
pederasta en Europa, que fue silenciado porque coincidió con el Caso Doutros.
Cuando aparecieron los cuerpos de las tres niñas de Alcàsser en La Romana,
la prensa española contaba sobre un macabro suceso acaecido en Suecia al tiempo
que ocultaba y ponía en duda lo de Alcàsser. El ABC en 1993 publicaba que
aparecía el cadáver de una niña asesinada en los bosques de Suecia”. Comenzaba
a desvelarse que removían tierras y bosques para encontrar niños asesinados en
una supuesta red de pederastia. El Príncipe de las Tinieblas bebía sangre de
niños suecos de niños de los campos de refugiados de Estocolmo, utilizados para
ritos satánicos. Niños drogados y asesinados. Se encontraron bolsas llenas de
pelos dentro de los cadáveres de los niños. Algunos niños se salvaron y
contaron cómo les cortaban brazos y piernas a otros niños y comerse parte de su
corazón. Pero esto sucedía en Alemania. Mientras tanto, en España, una prensa
lameculos y amiga de defender las mayores canalladas, ridiculizaba a los padres
de las niñas de Alcàsser. ¿Por qué? La razón era que, si se estaba juzgando
este crimen a las niñas, al tiempo, la situación se reproduciría en el Bar
España. Había que ir tapando los dos casos. Todo lo de Alcàsser se resumió como
morbo y especulación para la mayoría los medios basurientos. Los padres de las
niñas de Alcásser, García y Blanco conocían de este caso del Bar España y
participaron en este proceso judicial a través de una Fundación sobre las
niñas. Incluso mandaron un suplicatorio a la jueza que no sirvió de nada,
cuando no sabían que ella misma estaba implicada en la trama pederasta. Los dos casos estaban relacionados.
A finales de los 90 unos ochenta niños de la residencia de menores Baix
Maestrat de Vinaròs fueron torturados, violados y grabados en vídeo en orgías
que tenían lugar en este bar y en la masía Mas del Coll de Rossell, y en las
que habrían participado poderosas y conocidas personalidades del País
Valenciano. Se calcula que cinco menores perdieron la vida víctimas de los
excesos de sus verdugos. Si los hechos son terribles, los nombres que citan las
supuestas víctimas son realmente preocupantes, ya que, si su vinculación es
cierta, pondrían en seria duda los fundamentos de nuestro sistema democrático. Como
sucede de igual modo con los nombres que salen sobre Alcàsser o Kote Cabezudo. De
las ochenta víctimas que habrían sufrido abusos durante aquella época, diecisiete,
de nueve familias diferentes, presentaron denuncia. Además, tres personas se inculparon
por haber presenciado estas orgías. Se trataba de pobres niños, los residentes
del Baix Maestrat, de familias desestructuradas, vulnerables y con un nivel
sociocultural muy bajo. Todos excepto dos niñas, hijas de un peluquero y
empresario Reinaldo Colás. Sus dos niñas, que entonces tenían 3 y 5 años,
confesaron que la nueva pareja de su madre, un empresario italiano, había
abusado de ellas. La denuncia que interpuso contra este hombre supuso la
primera de las muchas veces en las que Colás recurrió a la justicia. Estos
supuestos abusos sirvieron para abrir la caja de Pandora: varios niños del Baix
Maestrat reconocían al italiano como uno de los hombres que abusaban de ellos
cuando, noche tras noche, eran llevados por sus monitores a los pisos
superiores del Bar España.
La justicia, sin embargo, nunca consideró que existiera un caso Bar España. La Juez Sofía Díaz,
identificada por las supuestas víctimas como una de las participantes en las
orgías, ha interpuesto varias demandas contra algunos de los denunciantes y ha
ordenado el cierre de aquellas webs que la relacionan con la trama, ya que
considera que han vulnerado su honor. Precisamente por ello surgió una leyenda
negra a través de internet y no sabemos si se pudieron distorsionar testimonios
de los niños sobre las crueldades que les hicieron en esta muy negra trama la
historia; lo relativo al satanismo o con una conspiración de escala muy
superior de lo que las denuncias permiten imaginar. Para algunos hubo satanismo
y rituales demoníacos; fuera lo que fuera los crímenes y las torturas ahí
quedan. Y precisamente la culpa fue de la prensa, de los jueces y de muchos
embaucadores de la Red. Pero fue sin duda una atrocidad y una monstruosidad.
Los nombres que aparecen denunciados son: Bernard Alapetite, director
cine porno de clase gay, pederasta condenado vinculado a la extrema derecha
francesa, experto en hacer fotos a niños en pantalón corto y menos ropa;
Giuseppe Farina, empresario italiano y expresidente del Milan, y Carlos Fabra,
expresidente de la Diputación de Castellón, entre otros. La vida de aquellas
víctimas de abusos y vejaciones se ha convertido, hoy, en la mayoría de casos, en un
auténtico calvario. Muchos han acabado cayendo en la delincuencia o la
drogadicción. Alguna mujer, Mari Carmen Moreno, sobrevive mendigando en las
calles de Oropesa, y los hermanos Miguel Ángel y Domingo Maura llevan una
década encerrados en la prisión de Albocàsser condenados por delitos menores.
En diciembre del año pasado la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana,
Mónica Oltra, se comprometió con un grupo de víctimas y familiares a estudiar
su caso hace ya de ello dos años. Y nada. Las cosas no han ido mucho mejor para Colás, que, totalmente arruinado
y enfermo, cumplió en 2008 quince meses de cárcel por denuncia falsa.
Un recuerdo en el final a aquellos niños pequeños que fueron arrancados de la infancia día tras día. A los que les decían que iban a ver una película. Los llevaban desde la Residencia Baix Maestrat de Vinaroz hasta el Bar España en una furgoneta verde. En la habitación número 12 habían colocado sillas como si fuese la sala de un cine, pero proyectaban películas porno para que los niños las viesen mientras les ofrecían diversas drogas, entre ellas pastillas relajantes y cocaína». ¿Qué sentirían esos niños al volver al lugar que debería ser su casa?