domingo, 9 de junio de 2013

UNA MESA VACÍA


 !EN SU MEMÓRIA! ELÍAS QUEREJETA

Esa mesa, estaba  vacía esta mañana. La he fotografiado así.  Era su lugar acomodado del Festival para, por las tardes, leer la prensa y tomar una infusión y... soportarme en esas entrevistas que me concedía, cada año, en estos días de cine, fantasía y Hotel María Cristina. Nunca abandonó a ningún periodista en la estacada, ni se molestaba porque se acercaran a él para cuestionarle  sobre su última producción, escucharle sobre su proyecto o interesarse por el filme en esa Edición del  Festival. Nunca dejaba de dar importancia  a la entrevista propuesta. A las seis de la mañana de hoy ha fallecido.
Hace dos años me contó por radio una anécdota lujosa. Su primer grito político , siendo un crio, se lo dió a su padre: "Aita, aita, viva Cristo rey, el comunismo y la libertad".
Creo que si algo  ha trasladado como impronta la trayectoria de producción del fallecido Elías Querejeta, es haber puesto cimientos para grandes iniciativas privadas, que han culminado no sólo en un cine de calidad y reivindicativo, honesto. Secuencias innovadoras, rupturistas, maravillas realizadas con gran valentía,  sudadas  con el esfuerzo económico, arriesgadas pequeñas joyas y absolutamente honestas. Inoculó esa saludable costumbre.
Él, fue mi primera entrevista, cuando era un crío y comencé a cubrir informaciones. Me ayudó muchísimo, estaba muerto de miedo, era la primera vez en el palacio del Festival. Luego, siempre lo hemos recordado y cada año no faltaba a nuestro micrófono.
Filmes  lejanos, muchos de ellos, hoy,  que me vienen a la cabeza al enterarme de la muerte de Elías pero de una calidad imperecedera, anulados por sombras de decadencia que arroja el tiempo a los recuerdos.
Me cogió la producción de Elías en plena efervescencia de búsqueda de referencias en el cine, en todos y cada uno de sus planos. Y me encontré, en lo que muchos consideraban “tostones”, inmerso en atmósferas hinóptica, imbuido en experiencias casi extra sensoriales  por la audacia de aquellos filmes, muchos censurados en planos y secuencias enteras, que produjo Elías. Fascinante producción y "acojonantes" años de sabiduría en imágenes.

Recordar: “El espíritu de la Colmena”, escarbando en metáforas mágicas. “La caza”, sobre política, caza violenta y silencios; que se debía haber titulado “La caza del conejo”. “Ana y los lobos”, con un Saura indagando en las obsesiones más castizas. “Cría cuervos”, con la prodigiosa Ana Torrent, donde se cuestionaba mito de la inocencia en los niños.

Aquellos fructíferos años 70/80 que nos trajeron una apuesta por filmes reivindicativos. Productor del real retrato social, caótico de una sociedad deformada y corrupta, a la que le quedaban dos telediarios.

“El sur”, cuando la soledad y la memoria te vencen y la brújula siempre apunta a no ver el sur. “Deprisa, deprisa”, una tristísima historia de amor “Oso de Oro” en Berlín en 1980.

Venía de una dificultad añadida en la  Dictadura: La censura. Para la cual sus propuestas eran feroces, sus imágenes, hirientes, el prisma desde el cual establecía propuestas: El comunismo. ¡Intolerable!.

Productor de cabecera y que ha dado vida económica  a los mejores filmes del cine español serio. Los mejores directores se han forjado en sus películas. Chavarri, Saura. Martínez Lázaro, Erice. Y en esta su etapa, que me gusta mucho, de los 90: León de Aranoa, Gutiérrez Aragón y su propia hija, Gracia.

“Historias del Kronen”. “Barrio”, un filme favorito e inteligente sobre la adolescencia y su entorno en la urbe de un querido barrio. “Los lunes al sol”, exitazo, precursora y vidente de los parados del cemento actuales, una de los mejores filmes del cine español.

Llegó a Cannes con “La familia de Pascual Duarte”. Festival en el que obtuvo el “Premio especial del Jurado”, en 1973 y 1975 respectivamente, por “La prima Angélica" y “Cría Cuervos”. En aquel ya “tardo franquismo”, despertando temas tabúes, soliviantando la moralidad de la clase media a través de películas cáusticas sobre los vicios y traumas que contrajeron los que vivieron aquel pasado que finalizaba.

Traumas de guerra y el despertar de una pequeña burguesía perdida entre lo que quería hacer y su pasado castrante. La violencia y la guerra, el odio y el rencor, las mentiras asumidas con una pasmosa neutralidad.

Futbolista de la Real desde 1953, irregular. En 6 años disputó 41 partidos y marcó 6 goles. A recordar aquel 9 de octubre de 1955, en “Anoeta”, marcando al real Madrid de Di Stéfano.

Como tantos otros donostiarras, se marchó a Madrid, actores, productores, directores, guionistas han sido una envidiable diáspora en décadas. Su legado, es él haber creado las condiciones económicas para un cine de autor, como surgió en Francia, con “La nouvelle vague”. La importancia de ser productor. El coraje  y el riesgo que apuestan porque el cine se haga, se renueve, se comparta, porque sea el  escaparate de una sociedad y que nos ayude a comprender sobre lo que sucede a nuestro alrededor. Sobre quienes está a nuestro lado y viven sin más para nosotros. Cine comprometido y poético. Una bala contra  la indiferencia social. Un legado impresionante.

En su última época, apoyó a su hija. Tuvimos muy buena referencia de ello en el Festival donostiarra. “ El último viaje de Robert Rylands”, “Siete mesas de billar francés”, “Cuando vuelvas a mi lado”, “Héctor”. Filmes  de Gracia, repletos de sensibilidad, donde nadie es perfecto, pero sí humanos para lo bueno y lo malo de la vida.

 Hemos crecido con él en estas décadas prodigiosas. Hemos conectado con sus personajes,  y hemos sabido también del sufrimiento de ellos y de nosotros a raíz de la mirada de Elías y sobre lo que nos contaba sobre la vida. Nada se nos regala infusamente. Lo hemos descubierto, poco a poco, con Elías. Y que triste y gris se está quedando esta  tarde donostiarra,  a las siete cuando finalizo este escrito. LLueve y huele atierra húmeda. El cielo está encapotado absolutamente, moja  y la niebla lo cubre todo. El sirimiri nos trae nostalgias y efluvios del hombre que ya no está, distinto y creador. Empresario y amigo.
Mis condolencias más sentidas.

José Ignacio Salazar


No hay comentarios:

Publicar un comentario