Calientito, como el verano en
“Puente Viejo”. En una sugerente y excitante penumbra y en camisón alterado
aposta. Mojaditos los labios y húmedos los bajos, la hijita al final, ya lo dijimos, casi se lleva
a la habitación prohibida al “inocencio” de “Tristán”. Menos mal que, el señor
del "Jaral", es un padre íntegro; sexualmente, un poco roñoso pero, eso sí, no le
calan esas insinuaciones viciosas de una señorita, una princesa lasciva que le
besa en francés, con la que resultaría pervertido dormir entre abrazos
voluptuosos, sudor "Puentevejero" y besos galos. Que aunque el incesto es un tema recurrente
entre los románticos, aunque sean consanguíneos de línea ascendente, “Don
Tristán”, no quebranta ese mandamiento para disfrutarlo con exquisita
perversión, por nada. Que el héroe se transforma en bestia y acaba en final trágico. Y
nada de remordimientos que luego el “casquete” sabe a cuerno chamuscado aunque
no provoque descendencia. Y dan unas ganas de vomitar que necesitará de las infusiones de jengibre y melisa de "Rosario".
¡Mire usted por dónde! Lo que
hace culturalizar la libido en el extranjero liberado, en territorio francés,
donde se despedían, padres e hijos, hacia 1920, con un tocamiento suave de
pulsión dulce, de la lengua de una hija, sobre los labios de su padre. Para, más
allá, lanzar el obús de la "sin hueso" atacante sobre la otra trémula lengua del
mismísimo padre, al que quiere poner cachondo, o sea que, la "Ramos", lo vende como el éxtasis. ¡Francés!. ¡Todo!. Gesto eterno familiar, el beso con lengua, pasional y
para enamorar entre salivas y pecado. Boca abierta. ¡Déjenme pasar!. Le dijo la lengua a los dientes!.
Excelente y oscura secuencia
entre un magma de tozudez enigmática de uno de los mejores Álex que hemos visto
en PV. Sombrío y huraño, desaborido y refunfuñón y, encima, insinuado con un
glamour asqueroso para que cierre los ojos y comience a disfrutar del paraíso
terrenal. ¡Pobre Tristán!. ¡Vaya entretenimiento!. Que le mordisqueen los labios inferiores mientras respira si le
dejan, en tanto intenta concentrarse
para disfrutar de tan creativo momento, cuando las salivas saben a fuego
luciferino y cuando el ritmo es elevado a una categoría artística.
No está mal la lección que va
a recibir “Jacinta”, los grandes señores se lavan las manos y se apoyan entre
ellos. Para ensuciarlas, ya se encuentran sus pardillos esbirros, con los que
juguetean mientras son sus arietes pagados que, al final, comprenden la
monstruosidad de criaturas, con perversidad inimaginable, de amos que tienen,
cuando es ya tarde. Los señores no
hablan de asesinar a nadie, asesinan sus secuaces y paniaguados.
Hoy, la protagonista ha sido, sin duda, Victoria
Camps. ¡Inmensa!. Ha refundido, en un sólo capítulo, todo su “mal hacer” como “Jacinta”, concentrando toda su manipulación en un iluso plan diabólico, urdido desde una ingenuidad total y
que, en sus segundas partes y en su ceguera, no
resultará. Tiene una claustrofobica
pesadilla por deshacerse de todo aquello que amenace a su holgada posición en “El
Jaral”. Pero ya Frankenheimer demostró en el cine, con su “Plan diabólico”, que
no existen segundas oportunidades para alcanzar preciadas alturas con nuevas
identidades y nuevos rostros. “Jacinta” se desintegra mentalmente y se queda
sola ante el peligro. Descubierta y sin novia (la “Montenegrísima”). Sobriamente
efectiva, "Jacinta"/Victoria, funciona en perfecta sincronía con el fin al que está inexorablemente abocada: El sanatorio mental. ¡Te felicito Victoria!. Mezcla de candidez y de malversación en grados descaradamente muy ultra demoníacos. Estabas preciosamente mefistofélica, interpretativamente hablando, claro está.
!Cuidadín!. Que llega nuestro hombre en la cárcel. Matones de paja luciendo harapos para que
los "señoritos" obtengan sus caudales ansiados. Belleza siniestra en un calabozo.
Rutinarios alcaldes españoles. Ya entonces, como el alcalde “Mirañar”, gandules y parásitos, a la dádiva, al ascenso y a la "Capi". Cualquier cosa les despista de un quehacer que ni saben cual es, salvo ser unos asquerosos limacos de los que mandan y se quedan con el dinero de otros. Elegidos por caciques, sirven al amo con vehemente cortesía y displicencia genuflexa. No hay luz eléctrica, el pueblo está lleno de menesterosos, pero a su señor alcalde le van los dípteros o las Rosamundas. El caso es holgazanear en su chollito parásito político-funcionarial, a rodilla en el suelo ante el mandamás. Y su juguetona vida privilegiada cazando cucarachas, motivados a capricho de indolencia barragana, la cambian por otro evento festivo del cual también siguen obteniendo réditos y trabajo divertido en el que no hay que afanarse en absoluto. Frivolidades, fotos y alcaldías.
“Tortilla de patatas”. Muy ricas
pero me ha recordado a los mismos decadentes patateros concursos donostiarras de la "Semana
Grande" que, para difuminar la falta de gancho en la programación festiva,
convocan a rancho a los hambrientos que siempre son los mismos, que comen porque es gratis y alaban
lo buenísimo que está todo y cuya comida les sale por el buche porque no les
cabe más y es de balde. ¡Qué bochorno veraniego!.
!Guapísimo!. Un pincel para un cuadro. Javier Abad. Novio de la muerte sin vocación alguna. No se hará un hombre, sino un guiñapo a sacrificar para que los corruptos sigan robando a los españoles. Sin espíritu, sin fe ciega y sin ferocidad. Sin "Rita". !Vamos!. Lo tiene claro en el cuartel y en el campo de batalla de Millán Astray. De este tipo de desengaños y de otras miserias, se surtieron las tropas españolas. Millan, le van a cortar los sentimentalismos a "Isidro", en carne viva y como un cirujano carnicero. A tajadas sin anestesia.
Un aplauso para Mario Martín. Quiero agradecerle que ha sido muy atento conmigo. Aunque no por ello, hoy, le menciono. El perdón de la Iglesia que te libera de las pesadumbres, no existe. Lo que le aconseja a una “Rita”/Charlotte Vega a la que, cualquier día, se le va a aparecer la virgen de PV. ¡Pues no!. Ha sido sangrante y demoledor, le ha dejado peor, pero que muy mal después de la confesión. Los patrones morales de la Iglesia no remiendan los actos errados. Ni son una penicilina tampoco. Han estado muy bien los dos actores: Mario y Charlotte, en el improvisado confesionario de la curil casa parroquial. No es posible la reconciliación porque el amor es mucho más fuerte e íntimo, más irredento y explosivo que lo que una sotana pueda haber sabido, tras escuchar sobre él en el confesionario. Que nadie entiende de sanar, que no se conoce la cura cuando se resquebraja el alma, ante tal inmersión en los orígenes de la vida, ante el descenso al motor de la existencia que son el sexo, al amor y la muerte. El ser humano camina sobre un volcán. Y los clérigos saben poco de cómo sanar el alma cuando, esta, ama de verdad y está sola, aunque presuman.
Un aplauso para Mario Martín. Quiero agradecerle que ha sido muy atento conmigo. Aunque no por ello, hoy, le menciono. El perdón de la Iglesia que te libera de las pesadumbres, no existe. Lo que le aconseja a una “Rita”/Charlotte Vega a la que, cualquier día, se le va a aparecer la virgen de PV. ¡Pues no!. Ha sido sangrante y demoledor, le ha dejado peor, pero que muy mal después de la confesión. Los patrones morales de la Iglesia no remiendan los actos errados. Ni son una penicilina tampoco. Han estado muy bien los dos actores: Mario y Charlotte, en el improvisado confesionario de la curil casa parroquial. No es posible la reconciliación porque el amor es mucho más fuerte e íntimo, más irredento y explosivo que lo que una sotana pueda haber sabido, tras escuchar sobre él en el confesionario. Que nadie entiende de sanar, que no se conoce la cura cuando se resquebraja el alma, ante tal inmersión en los orígenes de la vida, ante el descenso al motor de la existencia que son el sexo, al amor y la muerte. El ser humano camina sobre un volcán. Y los clérigos saben poco de cómo sanar el alma cuando, esta, ama de verdad y está sola, aunque presuman.
Dedicado a Federico Escribano, locutor de Radio San Sebastián en los 60, con aquel su "Kilómetro 461", sobre el mundo del motor. Comerciante y amigo. Me solía llamar muchas veces a la emisora para opinar. En los 90 colaboraba con aquel programa entrañable: "La mochila", que realizábamos Aingeru Bengoetxea (el malo), Juan Medina (el actor y el poeta), Paco Sáez (el bueno) y un servidor ( el niño muy malicioso), un entrañable programa delicioso, y del cual sólo quedo yo con vida de entre los protagonistas. Federico trabajó con mis maestros de aquella radio San Sebastián: Con Amador Álvarez, Elisa Bueno, Pedro Óscar Canadell, José Luis Belmonte, Paco Izquierdo, Felipe Subijana, María Teresa Serrano o Marian Guerrero...Nos apreciabámos mucho. Me decía que, mi voz y mi modo de hacer radio, eran un éxito porque sonaban a aquella radio antigua, la más grande de todas. !En su memória!
me gusta, ejejejejje
ResponderEliminarJose Ignacio cómo me has puesto.Pues me pareces una persona peligrosa en el amor, lo que sabes. A mi la jacinta me parece una marrana y una loca.Jiiiiiii como se te ocurren estas cosas tan tan tannn jajjajajjaj Javi esta guapisimo y gracias por hablar bien de el porque estan apareciendo una gentuza que lo pone a parir . Eres muy malo muy muy jajjajajajaj.Es bromita
ResponderEliminarExcelente trabajo José Ignacio. Me ha encantado sobre todo cómo describes a los personajes y de modo inusual a las situaciones. Creo que a veces incluso adornas, dando mas prestigio a momentos para mi igual no tan buenos.Peo no me pierdo un solo de los escritos tuyos. El de los Mirañar son muy buenos. Ya te lei que no te dan entrevistas es que esa gente es así todo para ellos y los demas a que les presten atencion. Aunque no todos porque ahi se ve la educacion y la buena cuna de muchos.Sólo una pregunta ¿cual es el mejor actor y actriz de la serie. Tu dices Carlota Baro yo que maria Bouzas y como actor tu dices Selu y yo Älex. Un besito de una admiradora
ResponderEliminarPrecioso escrito Iñaki me ha encantado como hablas de los besos solo que decirte que se ve poco en la tele esta como oscuro.Parece que la cosa acaba con Jacinta. Oye los biberones son de aquella epoca???'. Por cierto esos ojos son los tuyos porque son preciosos. Me dice una amiga que por esa foto tendras unos 40 tacos o asi ¿acierto? Te sigo estoy superenganchada y mis amigas tambien
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