Los amores de antaño son como las viejas fotografías que guardamos en una cajita. Presentan el rostro de lo que fuimos. Son sueños conmovedores que pasaron y las brasas de aquellos días.
Precioso capítulo el de hoy. Entermecedor, gracioso y muy
cruel en su final. Con unas maravillosas interpretaciones de alto standing.
Cito a los grandes, muy grandes de esta tarde: Álex Gadea, Aida de la Cruz,
Carlota Baró, Loreto Mauleón, Fernando Coronado, Sandra Cervera, Charlotte
Vega, Jorge Pobes y muy bien Javier Abad. Por ahí me odian por haber escrito ayer lo que pensaba sobre "Isidro" y "Rita", pero yo sólo digo la verdad de lo que me sugieren las escenas de PV. Y no me caso con nadie. Aunque me lleven al patíbulo.
Un lujazo, todos ellos. Seguro
que los italianos se emocionan cuando, un día, contemplen esta pequeña joya
televisiva de capitulazo de hoy.
PV ha vuelto a hurgar en las
relaciones de los lugareños con nostalgia, sencillez y lirismo. Nos recuerda a
cuando nuestros abuelos nos contaban cómo se querían en aquellos tiempos; sobre los procedimientos arrodillados que seguían para pedir matrimonio a una mujer decente; en torno a las
dificultades antes de entablar contacto con precaución; alrededor de cómo predominaban los
sentimientos por encima del vil metal; época también de canalladas y de trapisondas, que siempre las ha habido.
Lo más simple y cotidiano
inmerso en la categoría de sublime, esta tarde en PV. El ser humano es un alma
inconmensurablemente compleja y grandiosa; nadie es como él. Siente como nadie
en la naturaleza y, ello, le hace ser inmortal. Y es capaz de amar y de volver a amar a través del tiempo o descendencia. Como en esta tarde, dos excelentes actores Sandra Cervera y Fernando Coronado, "Emilia" y "Alfonso". Quieren volver a retratarse en su auténtico amor y no en el simulacro de vida falsaria en la que convierten, algunos, su matrimonio con las décadas. Suaves, ternuristas, pero esa su sencillez le ha dado un toque que ha producido mucha empatía en el telespectador. Dos rostros luminosos que mostraban que había amor más allá del tiempo. Secuencia cargada de mucho sentimentalismo pero preciosa. Son los amores de antaño.
Un capítulo con dosis sutiles
de humor por parte de los “Mirañar” y de sus “The bells are ringing" y ese
encanto especial que tienen, en el ámbito de la sátira, sobre el desgaste al que nos conducen los años y lo
refunfuñones, egoistas y malos que nos volvemos.
Una gran hondura y espíritu
libertario, en la petición de mano por parte de “Candela”/una maravillosísima
Aida de la Cruz. Aida, en la secuencia de la muerte de “Tristán”, debe de estar
inmensa, para que le llamen de cualquier cancillería europea y le lluevan los
“roles”. Esperando contemplarla.
Primaveras tardías en los dos prometidos y todo el encanto especialísimo que ha tenido verle hablar, a Álex Gadea/”Tristán”, ante la propia naturaleza silvestre que arrebató a su esposa, con el espíritu ensoñado de una “Pepa”/Megan que ha tenido su homenaje cuando se cumple un año de su despedida televisiva. La secuencia de las flores rezumaba tanta melancolía ante los que se han ido. Imágenes con torpedo al corazón de "Pepa"/Megan Montaner.
Un
romanticismo fresco, inencontrable en una sociedad de hoy que es capaz de
padecer la ausencia de un amor, soñar con él, mientras se reflexiona sobre la
tragedia de la vida, la mismísima que nos quita casi todo al final. Recupera algo Álex y le hace más caballeresco y menos alunado.
Dicen de la elegancia de una
actriz que no se consuma hasta que la ves montar a caballo. Y aunque estaba
doblada en algún plano, Loreto/”María”, ha resuelto bien su breve papel de
amazona. En Donosti hay muchas chicas que practican este deporte y enseñorea en
“demasié”, aunque hoy no ha dado tiempo a verla pasear en gloria como a “Pepa”
o a “Mauricio” en un día no lejano. Su
historia de desamor era de una tristeza sin contemplaciones, para romanticismos nada edulcorados, y hoy le ha marcado una jugarreta, hacerle responsable del
batacazo que se lleva su marido. “Fernando” ha caído en su propia trampa. Los
caballos no son como los tontos humanos medio cegatos ante la lisonja falsaria
y los pactos trampa. No ha eludido el peligro de que su interés asesino no
fuera detectado por “Miopía”. Lo que llega mañana no está al buen tuntún
resuelto; el accidente que acaece se preveía, el sobresalto era casi obligado porque
los personajes han llegado ya al colmo del patetismo en su desencuentro. Las
dobleces acaban así, de modo aterrador. La vida de los dos ha sido una
fabulación atroz desde su inicio.
No está mal “Dolores”/Maribel
Ripoll. Es indudable que, a parte de ser una tendera de pacotilla, no exenta de
cierta lucidez comercial un tanto obsoleta, lleva alma de periodista. El
tenerse que enterar “in situ” no es sino la consecuente lógica de la pasión
periodística que nos invade a los
profesionales del periodismo. Que lo damos todo por estar allí, en ese momento.
Y de Sigüenza, al que vamos
a tener que coger la diligencia para seguir siguiéndole a este fotógrafo tan
secretitos..... ¿Qué?. Espero que su llegada al humilde pueblo y su misión
cumplida, enamorando a mi “Mariana”, no sean solamente hacer fotos para
vendérselas alguien. Ha prometido volver. Que no ocurra como con los clubes de
fútbol, alguno que me conozco yo, cuyo
negocio estaba en comprar jugadores, aunque estuvieran tullidos, para venderlos
luego y seguir comisionando para volver de nuevo a comprar a cojos que ni en
Lourdes tiene arreglo ortopédico. Pero, para nada, el crear un equipo potente y competitivo.
Hemos visto sonreír ilusionada
a “Mariana”/la gran Carlota. Por cierto, nuestros amigos italianos la comparan,
y no les falta razón, con la Sophia Loren de “La Cioccara”. Como en el filme de
de Sica, con sus ojos grandes y
penetrantes, su mirada mediterránea, renovando vestuario del apolillado de la
“Casona” de la mala leche, con sus gestos derrochando sentimientos inmensos que
nos involucran a todos. ¡Que grande es Carlota!. Y que hermosa que se le
ve, cuando ya los guionistas se han dado
cuenta que había que renovarle su uniforme doméstico y casi concebido para
sentarse a ver lo que sucede en el “Gólgota” en una tarde de Viernes Santo.
Brutal secuencia final. Yo sí
creo que ha sido una violación, a parte de una bestialidad feroz, ese forzar
salvaje en la primera noche y posteriores. Este “Anibal” es un hijo de su madre, un somorro y un cabrón, aparte de un
canalla que busca solucionar su cama sobre una relación comprada, destruida e
inexistente. Era el derecho de pernada. Sudoroso, una alimaña en lujuria
integral, descargándole su afilada pluma envenenada, como si fuera una puta o
una amante golferas, a una inocente doncella chantajeada, enamorada de otro
hombre y de otra sensibilidad; transpirando el mal olor de un torvo personaje
enfermizo mentalmente. ¡Que asco!. Ha relamido esta tarde este personaje
hediondo, basuril, el cuerpo blanco e inocente de una pobre campesina. Peor que
“Viridiana”. Hay un momento, en el lecho, que me ha recordado al film de Buñuel.
Penetración como si lo hiciera una jauría de lobos en celo, dispuesto a
devorarle la carne entera en la primera noche. Un gótico cutre de un anormal
violador legal que hace de su “pilila” un cañón de artillería naval.
No entiendo qué sucede con "Raimundo". ¿Por qué no se relaciona con su nieta?. Casi ya nada con su hijo y nieto. Es sorprendente. Es que no se concibe narrativamente la nula relación en el plató entre estos dos personajes/actores: Ramón y Ariadna. Como hoy, en la petición de mano y en el compromiso con "Candela", la ausencia del abuelete. Da la felicitación a Alfonso y no a su hijo que se casa?. Como si ni supiera. No creo que es de los guionistas pero sí fráncamente inaudito. Vemos ácido y desganado a "Raimundo". Casi... ya su personaje resulta anodino y de relleno. Da mala imagen. !Con el juego que podía dar!. Igual no, pero hace sospechar desencuentros. Hay muchos actores que agradecerían un "rol"en PV. Le ha sentado mal envejecer.
Para mis apreciados amigos franceses Paul y Dominique.
Preciosas palabras. estoy de acuerdo en todo.
ResponderEliminarMaravilloso Jose Ignacio. Me han dicho que eres una persona de mucho atractivo personal y que sabes la tira. Ya sabes que tengo parientes en San Sebastian y me han contado. Me emociono y cada dia espero que llegue la hora para leer tu escrito. Hoy ha sido de los mas bonitos. Yo soy tambien de Carlota y me fastidiara que le engañara ese fotografo que le llamas de la pradera. Veo que tienes mucho interes en ella y que le quieres, y es bueno que hablen de ella en Italia. Raimundo si te digo la verdad no me gusta como esta aora y es verdad lo que no conoce a su nieta. ¿Porque crees?
ResponderEliminarNosotros taliani somos sentimentales y este no sé si es un bien o un mal, por mí es un bien. Ver a personas Majores de edad que se intercambian palabras de amor y promesas se sienta bien al corazón... a menudo vivimos en una sociedad en que las promesas, los empeños matrimoniales y las responsabilidades no valen nada, este nos dice que quizás una esperanza todavía hay.
ResponderEliminarSé que no es pertinenete, pero estas promesas intercambiadas me han llevado mucho a la memoria un libro que quiero mucho, como también la película, El amor a los tiempos del Cólera de Marquez.
ps:...gracias por las referencias al Loren...
Ojala estos grandes actores triunfen en Italia,se lo tienen merecido,
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