GENTLEMAN TERENCE

Menuda pólvora lleva en la recámara de su discurso, un grandioso personaje: “Terence”/Boré Buika.

Cosmopolita, refinado, sagaz y paciente. La elegancia masculina Made in France de aquellos tiempos. Independiente, cultivado más que los lugareños españoles que daban bochorno y que sabe engancharse con el hábitat y con sus gestos cotidianos de un  lugar en el cono del mundo, aferrándose a unas costumbres y unido a unas vidas al borde de la nada. Quien haya visto el espléndido PV de hoy, entre muletillas y toreros como “Martín” en la secuencia con “Don Anselmo”, sobre los votos caducos, que parecía un torero blandengue, de  tronío y capote “Marcial eres el más grande”, ha podido comprender él por qué, España, no tiene remedio conocido en este planeta.

Árido y conmovedor capítulo de un tiempo, que es él nuestro de igual modo (poco hemos cambiado). Impenetrable si no se está en disposición de aprobarlo palmeramente, predispuesto a justificar las vilezas y participar en los enredos de una sociedad irresoluta y cruel.

 

Me han gustado los movimientos de cámara, hoy, en algunas secuencias. En la llegada al centro del pueblo de los casados. En la secuencia de la inauguración de la “Feria”, en un escenario árido y con poco andamiaje, entre granjeros peleando por el negocio de las bestias. Me ha conmovido la austeridad que se ha vivido en los momentos dramáticos alrededor del posible “vegetal” del “Fernando”, que pasa a peor vida. Una falsa culpable reciamente interpretada por Loreto, que parece una dama del alba y otra de aquellas esotéricas mujeres de Valle Inclán. Féminas de ojos tristes, dulcísimos, cargados de melancolía como Loreto, como si tuviera delante de ella, yerto en la cama, todos los dolores del mundo y por los que sentía piedad y comprensión ilimitadas, intentando dar consuelo a un asesino.

 "Terence". Galante y sensual pimpollo muy atractivo y entrañable que se queda con el personal porque le intenta hacer reflexionar, con ingenio y convicción, a los que son sólo unos cohibidos o unos alcahuetes o simplemente paletos. Se trasmite muy adecuadamente el tema del racismo sobre una base inteligente porque la sociedad americana, si algo era, era culta, porque emigró de lugares europeos de honda historia. Superior para mí al film de Kramer, la realización de PV. 

 

¡Magnífico! Boré Buika. Justo el tono preciso sin salirse del más escrupuloso respeto a la ignorancia y a la pésima educación del personal “Puentevejino”.

Sí... que cuando le escucho hablar, y me ocurre con este tipo guapo de actores de color, no puedo sino rememorar cuando era un crío y les  seguía en los cines de San Sebastián, en la gloriosa voz de Manuel Cano y me creía que, Manuel, a quien conocí años después, era negro como ellos, por lo bien que se le pegaba la voz al cuerpo de los adonis de color. Nada más lejos de la realidad. Manuel era un tío magnífico a quien, en la profesión, algunos maleducados le trataron con más crueldad y saña que, los palurdos,  a “Terence” en el serial. Falleció a principios de los 90.

 

Buen comienzo de feria, brioso. Cáustico y breve. Donde se contempla la sumisión de los estamentos al oligarca central quien, de sus propiedades rurales, pagaba a curas, militares, alcaldes y gobernadores. No eran la América de auténticos vaqueros anteriores al petróleo y maquinización, pero ha sido entrañable. No eran las gentes indómitas del Far West, pero eran seres apegados nuestros bisabuelos. Eran espíritus libres aquellos frente a los honestos y encarcelados  de PV.

Buen capítulo hoy. Detrás de “Terence”, uno de los más interesantes personajes de PV, están los Estados Unidos, la lucha por la colonización o para no ser colonizados. La pelea por arraigarse en una tierra, a un lugar de pertenencia para trabajar, procrear y ganarse la vida. Triunfadores y dadivosos.

 

No quiero dejar de mencionar a la actriz Blanca Parés, desde hoy ya no le llamo más Blanquita, sino señorita Blanca. Se lo ha ganado. En la secuencia del "Colmado", con “Candela”, ha estado hermosa, aguda e infalible. ¡Qué bella estaba entre esos harapos a los que le condena la guardarropía de Leganés!. Que parece donde duermen gorriones y ratones encima de las prendas en desuso. Más que jamás de preciosa. Es como la “Cenicienta” con una madrasta alcahueta y ruin. Siempre ha sido alguien muy sagaz y espiritual. Es el triunfo sobre el mal, de la bondad sobre la crueldad, del amor romántico sobre el de conveniencias. Ha estado preciosa, incluso el color de la piel le refulgía. Y es Blanca muy de Disney. Vivaz, caricaturesca, almibarada a veces, y resta dulzura empalagosa con su mirada de reprobación absoluta mientras invita a soñar y a fantasear con su pareja cómica: Don “Hipólito”, más allá de la historia real.

Indescriptible Aída  esta tarde. Le ocurre como a dicho bien “Aurora” que, las dificultades, nos hacen superarnos. Aída, muy maltratada por algunos se ha superado, estilizando tanto que es de una calidez muy agradable de contemplar. Oro puro en la mirada que comprende y padece o goza desde los oscuros rincones de su propia melancolía.

Soberbios los actores y buen capítulo. Un climax cruel y desenfadado y un premio hoya para Boré y para Blanca.

A la memória de Chema Lara del doblaje y del guionista extraordinario Carlos Blanco