LA GRAN AIDA DE LA CRUZ

No he conocido en el festival de San Sebastián, en esta Edición, entre las actrices presentes, ninguna de la altura de Aida de la Cruz; que ilumine tantas propuestas estéticas perfectas y tan sentimentales. Puro arte. Sencillamente, es maravillosa.

De parada cardiorespiratoria. Esperando contemplar y comentar esa secuencia de la muerte y duelo de "Tristán" en la puerta de la Iglesia y en el velatorio. Que ya anunciábamos en este Blogger, crípticamente, entre tañidos y campanas a difuntos en una iglesia, cuando sabíamos que iba a acontecer tan insospechado final. El rodaje fue tremendo. La grabación había que interrumpirla por la conmoción reinante. La emoción en la partida del ya actor mítico  y su inclusión en el drama que causa su muerte, es de antología. Con una inmensa Aída de la Cruz que bate records de interpretación en televisión. Es quizá, este momento de gran lucidez interpretativa, uno de los instantes cumbres de la televisión en el Estado, desde que nació aquel inmenso día del 28 de octubre de 1956. Tanto por la realización, espectacular, como por su actriz: Aida de la Cruz, cuyo "papelón" se transforma, inmediatamente, en una de las cinco mejores actuaciones dentro de esa misma gloriosa e infausta historia de la pequeña y mediana pantalla. No es sólo por espontaneidad sino por laboriosidad y mucha. A nivel de actrices como Nuria Espert, Amparo Rivelles, Carmen Martínez Sierra, Julia Gutierrez Caba y como Aurora Bautista que interpretó como nadie lo que, "Candela", lleva a escena en la muerte de su esposo: la fuerza y la turbulencia en situaciones altamente dramáticas cuando se desborda la desesperación y el drama retumba. Aida, es de esas actrices a las que hay que apoyar; son sinceras, trabajadoras, agradecidas y humildes. Nos hacen felices y hasta lloramos. No miran a la cámara sino al espectador que tiene los ojos sanamente humedecidos y sin parpadear. Y como hacemos con otras que adoramos artísticamente en el serial, como Carlota, Loreto y Blanca, le vamos a apoyar a muerte.

Más de uno deberá ponerse de rodillas ante las difamaciones y el oprobioso racismo contra la actriz que lanzaron porque no era la "Pepa" de su alma. Aida, ha dado al personaje de "Tristán" muchísima serenidad y, a pesar de lo que muchos digan, había más feeling natural entre Alex y Aida que entre Alex y Megan. La historia de los dos que finaliza en la boda, es aparentemente más humilde que la opulencia lujuriosa de aquel otro amor. Pero en realidad es mucho más compleja y sincera, taimada y lógica que la anterior. No ha sido una relación grandiosa como la de "Pepa", y encima se trunca, pero ha sido ilustrativa de una historia posible entre seres para con quienes, llegar al matrimonio por amor, es algo más sereno y pausado, menos comercial de narrar en imágenes, pero que nos hace estremecer al señalarnos en manos de quien puede estar el destino fatal del ser humano.
Momentos de adrenalina, desolación y hundimiento, en una de las propuestas visuales mas demoledoras que recordaremos de la tele. La verdad áspera, el destino fatal, un desenlace incomodo para los fans de Álex: la muerte de los demás, de "Tristán" en el zapping televisivo.

Yo seguiré viendo PV, lo que tenga un actor para tomar estas decisiones que obligan a guionistas a trastocar todo el texto, sólo a él le pertenece. Yo sé lo que me gusta y más ahora con Aida y con muchas sorpresas.