PUENTE VIEJO, UN BESO AL ESTILO DE HOLLYWOOD/ PORQUE TE QUIERO TE APORREO

Cuando la lengua baja por la garganta fálica en PV. No ha sido un mal beso, no. No era el cambalache  bucal de un forzudo de pelo en pecho y lleno de complejos. Un gran beso, eso ha sido este intercambio de sentimientos y de riesgo, de emoción y adrenalina, insalivación y ternura. Muy bien interpretado por los dos actores: Ariadna y Rubén. Contagioso beso con unos personajes dibujados desde el corazón. Espero que podamos vivir, próximamente, este vigor escénico del primer beso y amor que surja entre los nuevos enamorados y que nos desinfectemos las hormonas de ñoñeces, para dejarnos llevar por otra inconmensurable pasión que nos proyecte desde el asombro al abismo. Psicópatas sobran, lovers, no.

 Casi ni le dio tiempo a “Aurora” de prepararse para lo que le iba a suceder. Llegó el amor, tenía que llegar, decía una vieja canción. Como Clark Gable en “Lo que el viento se llevó”, “Conrado”, tampoco nada reprochablemente, inclina a la interfecta hacia atrás, colocándola en una posición placentera para ella y acomodada a su peso de buscador de rudo soñador de oro, adecuándola a lo que le espera: un beso al estilo de Hollywood en “Puente Viejo”. Un beso sorpresa, francés, dulce y muy muy romántico. Con lengua, por supuesto. No obstante creo que se han comido el paso previo de tocar humedecidamente con la lengua los labios de uno al otro para pasar directamente  a la segunda fase, la de meter la lengua y perforar la boca del contrario. Claro es que tal como se ha desahogado el “desapacible” geólogo, ha sido un beso de “yo té continuo”, incluso desvaneciéndome, relajando brazos y dejándome taladrar hasta alcanzar un ritmo frenético. "Crazy Rhythm" que diría Woody Allen.

Hormonas en libertad provisional; ritmo del cardio a tope y la succión nuclear en la tarde del “Jaral” e imágenes inolvidables para la besoteca de la televisión. Beso forzado entre estos dos creíbles actores de PV. Aunque “Aurora” no se desmaya ni le dice que ha nacido para que le bese este patán engreído. Aunque sí que ha sido el comienzo de algo que puede acabar en el drama del matrimonio. 

Ha sido también como aquel beso apasionado de Burt Lancaster a Deborah Kerr aunque “Aurora” no reaccione diciéndole que nadie le ha besado así en su vida, aunque seguro lo siente. No ha sido como el besote impresionante de lengua compartida en la caverna de los microbios entre Mario Zorrilla, uno de los actores que mejor besan en este país, a Marisol Membrillo en “Crustáceos”; manteniendo los labios abiertos para que las lenguas, conteniendo los apéndices lo suficientemente separados, se deslicen entre ellas cuando asoman como tentáculos entre unas bocas  no abiertas agresivamente y primero besadas. 

BESO DE MARIO ZORRILLA EN "CRUSTÁCEOS. Adelanto del film.

No ha sido el piquito de oro que le dio “Nicolás” a “Mariana”, aterido por el relente de la noche “Puentevejina” en el que sólo faltaba que alguien preguntara sobre: ¿Dónde ponemos las napias?. Es que con tanto frío, era un beso con dientes y en esos momentos hay que alejar la dentadura. ¡Por favor!. Así no se besa  a la mejor actriz y la mujer más cinematográfica de la serie. ¡Ese guión!. Que se ha extraviado una hoja. En Hollywood no lo habrían presupuestado.Y "Mariana" hubiera besado de verdad al galán de la manivela, con o sin ramillete de flores.

Sí que el beso tiene no sólo una semejanza cinematográfica con el de “Lo que el viento se llevó”, además encuadran los previos dramáticos. Cuando llega el Capitán  Rhett Butler por aquello de que “deberías ser besada más a menudo y por alguien que sepa cómo hacerlo”, en el funeral del segundo esposo reta a “Scarlett”, los dos se ensartan y llega el beso forzado, ella se desmaya y hoy viernes hemos recordado tal momento.No son los labios de Rubén tan lentos y calientes, pero no está mal para sugerirnos aquellos romanticoides cortes de celuloloide.

No es de extrañar que quieran echarle. !Menuda moza se lleva!.

No es peyorativo. Es que me encanta el serial porque se puede hacer un ejercicio sano de referenciar momentos gloriosos del cine a través de entrañables secuencias de esta maravillosa serie que nos homenaje al cine de este modo tan precioso y preciso. Ello, lo hace Juan José Campanella, en su “Futbolín” que vimos en el Festival de Donosti. Que bromeé con él en la rueda de prensa a propósito de ello. Pocas veces he visto en un film tal cúmulo de alusiones descaradas y escenas mágicas que fueron en la sala oscura. Desde “2001 y el amanecer del hombre” hasta “Casablanca”, “Irma la dulce”, “La bella y la bestia””, “La guerra de las galaxias”, “Apocalypse Now”...

Como ocurre en PV que sea una compendio de estilos y de alusiones literarias de Baroja, Jardiel y Galdós, y reseñas al cine mudo, al cine costumbrista, al western y demás  filmes de género, a directores como a Charlie Chaplin, Buñuel, Bertolucci, Leone, Stanley Kramer o a Federico Fellini, a actores y actrices como Sydney Poitier, Clark Gable, Vivien Leigth, Marlon Brando, María Schneider, Fernando Sancho, Vincent Price, Lola Gaos, Olivia de Havilland, Peter Ustivov, Jerry Lewis y a Toto, a las enormes actrices del silente como Theda Bara, a filmes como “Cleopatra” de 1917, “Tristana”, “El último tango en París”, “Luces en la ciudad”, “Monsieur Verdoux”, a las egregias del teatro como María Fernanda Ladrón de Guevara, Margarita Xirgu y Amelia de la Torre, a las actrices de doblaje como Helia Romero y a Selica Torcal de tono muy similar a Ariadna Gaya y a Inma Gamarra. Por ejemplo, "Conrado" parece sacado de un film aventurero de J.Lee Thompson, de Byron Haskin o de Andrew Marton. Entre muchísimas más. 

Me ha gustado mucho ese beso, sin retomarlo y darle un  respiro. Aunque al principio me ha parecido que la boca estaba algo rígida. Hay que comprometerse con todo en la vida y con el beso de igual manera.  Hay que estar preparados y buscar la posición adecuada para el imprevisto momento en el que, la libido, nos ciega ya y nos hace que casi deseemos meter la lengua hasta el fondo de la garganta  de la otra persona y ella su sin hueso también hacia tu cavidad más oscura y a donde sólo llegan las anginas. La asfixia.

Beso breve, brazos relajados en ella, tómame en instantes nublos donde se pierde en control por la sorpresa y la saliva fundida en algo extraño y enigamáticamente embriagador llamado olor a seres humanos, con el inmenso romanticismo de compartir la respiración por unos unos instantes, fulminante, beso rápido, sin aliento, sin control de velocidad y radar que avisara y nada de retorno a los besos superficiales y de permanecer en la superficie del labio cerrado, morroso como los comercios de San Sebastián o  como un corsé de castidad.

¡Hollywood!. El beso francés y “Puente Viejo”. No hay nada que no suceda en un pequeño municipio que, luego, no transcurra en París. Ello, yo lo aprendí haciendo información municipal. Quien haya cubierto la crónica de un ayuntamiento, está preparado para no recibir sorpresas y ser un sabio del periodismo, número uno en tertulias y en perder el trabajo también. Antes que Clark ya estaba Rubén. Ariadna, antes que Vivien. Las oportunidades las pintan calvas de tomar al amor por la cornamenta(con perdón). Cuando te sobrecoge lo anhelado, que se descubre en un instante cuando te das cuenta de que quieres  muchísimo a esa persona, debes compartirlo para siempre y sin dudarlo. La ceguera, la cobardía, el retrotraerse no conduce a ningún sitio. ¿Le quieres?. ¡Bésale!. Ha sido un beso al estilo de los de mi pueblo. Como diría un fanfarrón donostiarra: !De  essssos, todossss lossss díassssss al atardeser!. !Aburrrrrido ya chicooo!!!!.

 Dedicado a todos los enamorados y para que nos dure.

ESTOS MARAVILLOSOS ACTORES