SUBLIME CONFESIÓN

Ante la peticiones que he tenido para que siga hablando de "Conrado" y "Aurora", si puedo, el domingo tendréis la crónica del último capítulo, el del viernes sobre ellos.

Hay momentos inestimables en "Puente Viejo". Hoy, ha sido uno de ellos. Dedicamos esta tarde el escrito a la sublime confesión de "María" y de "Gonzalo",  ante una "Francisca" muda  pero elocuente como en pocas veces hemos visto trasladar, a una actriz en la televisión, estos registros; las ganas de sobreponerse de su enfermedad para volver al mundo y reconducir una situación, bien aprobándola o desestimándola.

Era la gran María Bouzas esta tarde en pleno apogeo de lo mejor de la televisión en muchos meses. Ha dejado muy alto el pabellón y por sentado una enorme admiración  que nos inspira la profesionalidad de esta grandiosa y camaleónica actriz.

Ha controlado, desde su invalidez, sólo con pequeños gestuales, mínimos de los músculos de su cara, con una hondura total, su dominio de autoridad más allá de la consciencia y de sus palabras. Un juego de espejos en el que se veían reflejados los tres interpretes y ella colocada como el epicentro de la confesión, como sacerdotisa de un gran amor. Realmente les ha casado, con o sin su bendición. Por un lado, su personaje, era la gran pitonisa que todo lo controla más allá del espacio y tiempo reales, y por otro lado era quien debía de escuchar y tener conocimiento de los infiernos por los que han pasado dos enamorados dispuestos más que nunca  a la guerra contra los infortunios que les han separado, estableciendo un ritual para confesarse ante el Oáculo de Delfos. Y como en aquel rito que nos apasionaba cuando contemplábamos "Peplums", "Francisca", seminconsciente, estaba presa de tiritones indefinibles, entre un trance que sólo le faltaba echar espumarajos tóxicos por la boca, alcanza un estado psicosomático de "Oscar" de Hollywood.

Loreto está muy a la altura de tal momento compartido con una inmensa actriz. Serena, emocionada, con la sublime verdad de esa revelación, acogedora, humanísima, muy mujer defensora de sus dos amores: el bebé y su "Gonzalo". Una secuencia para sentenciar sobre vidas rotas. Y su compañero de reparto, Jordi,  ha resultado un actor defendible en su acercamiento a la gran vestal, en su siempre permanente estado arrojado pero perdonado por el buen Dios.

Inmensidades casi que me faltan palabras para describirlas. Un clima de testimonio de amor alucinado, onírico y comatoso, una propuesta de PV absolutamente inquietante. Entre tragedia griega y cine expresionista alemán de los años 30.

Una marisma atmosférica, una turbulencia inesperada en las entrañas de la "Doña", secuencia poblada de verbales licencias amorosas entre los amantes, entre una mujer medio muerta pero con un cerebro que no ha perdido sus sentimientos, casi una metáfora de nuestro tiempo. Un choque entre el pasado de todos ellos, el presente, la memoria, la amnesia, los sentimientos y la racionabilidad, brutal. Y también es un melodrama pero refinado donde la felicidad de los sentimientos más misteriosos entre un hombre y una mujer, concluyen siempre camino del Valle de las Lágrimas.

La vida de estos dos enamorados desde el primer día ha tenido un después en esta tarde, el de un atrevido desahogo, una asfixiante revelación de común acuerdo, una patétia dolencia de amor revelada con énfasis, la penitencia y el alivio de unos idealistas que se aman con locura: "María" y "Gonzalo".

Y algo que me ha gustado que mi sabio  profesor de cine: Ángel Antonio Pérez Gómez, me enseñó a leer en las "pelis", la analogía  entre un retrato hermoso de la juventud y una despiadad imagen de la decadencia por la edad, pero ambos, como estados sonámbulos los dos. Los traumas amorosos entran en comunión con la desolación que en nosotros nos infringe la edad. Bellísimos planos esta tarde en ese sanatorio mental, cuya languidez crea su propio universo más allá de las reglas físicas y de la existencia real.

Agradezco a Inma Gamarra su disponibilidad para poder entrevistarla, como lo hemos hecho en esta mañana en la emisora. Durante tiempo hemos contactado con algunas actrices de PV y, la mayoría, a excepción de Victoria Camps, ni nos atendieron. Nuestra compañera Juli se puso en contacto con otras dos que ni le respondieron. Esta mañana, Inma, ha estado inmensa. Nos ha dejado absolutamente enamorados a las cuatro personas que nos encontrábamos en el estudio: Juli, Mikel, Beatriz y un servidor. !Que gran mujer!. Y hemos tocado muy diversos temas en los que, Inma, nos muestra ese su lado muy femenino y benditamente revolcado y radical de una persona, ella o cualquiera de nosotros,  con sentimientos heridos en una calle que es un casi ya un horno tanatorio de vidas que vegetan desesperanzadas como zombie por Callao o por el Metro de Madrid. Me ha dejado impresionado de verdad. Creo que he hecho una amiga. Si me lo permites. !Inma!. Su vida es el teatro, la interpretación, que inyecta una optimismo por saber que existen mujeres así como ella que lo impregnan de nobleza, bondad, apego a los suyos y una gran ración de credibilidad. Un beso Inma.

Dedicado a todos los oyentes del Programa de hoy. 
Este es el enlace de la entrevista. Espero os guste

http://joseignaciosalazar.blogspot.com.es/2013/11/entrvista-con-inma-gamarra-excelente.html