WHEN YOU ARE IN LOVE/ CUANDO ESTÁS ENAMORADO

Los enamorados nunca reconocen su amor ante los demás porque parece que, él hacerlo, sería delinquir y podría llevarles a un sanatorio para locuelos o a una cárcel de papel. Pero a "Aurora" le ha llegado el amor, le arde por dentro la nostalgia de estar con su  hombre, le escuece la añoranza cuando él no está a su lado y lo ansía sin denuedo.  Es algo agridulce y trágico a la vez. El corazón le manda pese al susto que se llevará la abuela porque es mucho más mayor que ella y persona huraña y a desconfiar. Esta tarde, cada mirada al vacío, cada ausencia que le falta rodeándole en sus brazos, era el manifiesto de un amor que es de los dos porque no hay sentimiento tan fuerte que no esté de antemano compartido por corazones que laten a pares. Cada suspiro, cada jadeo en el "Jaral", cada ausencia le delata y le daban ganas, hoy de llorar, ayer de reir. Gruñona "Aurora", negándolo todo, no es sólo su amor sino el de los dos que sienten uno por la otra y una por el otro. El corazón y algo más es de los dos y se han enamorado. !Gran cosa es!. No hay prisión que deje escapar tal servidumbre e intercambio de fluidos. Poco más se puede decir porque es algo tan íntimo y tan inmenso, el misterio del por qué caemos en brazos de un terremoto consanguíneo en una elevada escala, que sólo los que son arrastrados al abismo de la fisión nuclear comprenden qué ha sucedido. Es el grandísimo misterio de la vida. Sólo la arteria aorta, que te impele a cometer tantas tonterías y a hacer el "indio", es la que te puede explicar lo que nadie jamás ha comprendido y que es patrimonial, únicamente, al ser humano: La fuerza del deseo y del amor.

Preciosa secuencia entre Aída, Adelfa y Ariadna. Entre socarronerías, risitas y pequeños cuchicheos, a lo Minelli y Stanley Donen en sus comedias musicales de los 40 y 50. Cuando entre hermanitas se palpaba el magma del amor que había dejado en la cabecita de una de ellas un forastero de muy buena planta. El amor, aunque nos parezca imposible, pueda surgir y no somos conscientes de lo que nos puede sobrevenir y acarrear.

!Excelente Rubén!. No se despoja de la coraza que le protege de abrir su intimidad a una mujer por la que está locamente enamorado desde que se le cayó encima del caballo. Su corazón es como un retoño, amorfo y acobardado, pero hermoso en su pulpa. Quien penetre hacia ella, cuando él lo quiera, se va  a beber un líquido afrodisíaco. Al tiempo. !Menuda la que nos espera con el madurete de la pólvora aparentemente mojada!. Esto no tiene nada que ver con el "follaamigos" de última basura mediática. Una bomba de relojería que explosiona y se acabó el asunto. Es amor a titubeos, amor a quemarropa, amor bajo el volcán. Y es un personaje abruptamente poético, silencioso como aquel gran actor francés Lino Ventura, explora el deseo, lo aparca y entiende los misterios y las dificultades que la pasión con una menor conlleva.

!Genial!. Selu Nieto. Personaje de "Tintín" esta tardecita. Me ha recordado al célebre personaje del profesor "Calys", eso sí con pelo, inspecionando parte de un meteorito caído de los cielos, en aquella célebre aventura de "La estrella misteriosa". Donde la ciencia, el ingenio, la extravagancia,  la chaladura  y el estrambote se daban cita. 

Su gran mérito ha sido la desmesura de tono, la dentadura a lo Fernandel, el aire despistado y genial que puede encontrar hasta un tesoro, porque se "pierde" tanto por su mente que puede llegar a descubrir hasta la piedra filosofal para transmutar metales en oro, evitando el proceso de alquimia. Su conflicto es la inteligencia del genio que nunca encuentra silla para posar tanto sublime desvarío. Invente lo que invente, se le ocurra lo que se le ocurra, "Hipólito", siempre se queda en nuestras retinas y se come toda la pantalla porque todos somos un poco como él, insuficientemente adultos, brillantes por momentos y nos dejamos engañar por la labia de los primeros entusiasmos. !Maravilloso actor!. Para una tésis su interpretación. Es imposible no adherirse a este pamplinero bueno con su mensaje tan bonito siempre, con su bella inocencia que le dignifica y que no es sino la contra conciencia de una sociedad malévola, agresiva, asesina y muy injusta.

Impresionante Sandra esta tarde en este momentos. Más de cincuenta registros en menos de tres minutos. Mostrando su desagrado, desprecio, odio, maldad y malos deseos hacia el violador de esa carne pequeñita que llevó durante nueve meses dentro de ella, su hija "María". Mostrando, como nunca, una cara de adulta absoluta sin serlo por su edad indisimulable a pesar de la cosmética. Entre un Tarantino impostado y un Polanski que puede impremeditar cualquier reacción, una correctísima e impactante situación dramática contenida en la mirada y sin estridencias violentas. Secuencia para la historia de la televisión.

Don "Mauricio" aparte de leal a su señora  tiene una sorna que se la pisa a "Fernando", más que la yegua "Miopía" y que la piedras de la cantera de "Dodge ciudad sin ley" que por poco le dejan más cojitranco y asalmonado al chico de la capucha. No se le ocurre otra cosa que machacarle sobre su huesos quebrados diciéndole que "cualquier día se va a  hacer daño de verdad". !Cómo si ya no estuviera magullado y prensado!. Divertidisimos momentos que pasa punzándole en la gangrena,  un sobrado "Mauricio" que se regocija ante un descalzaputas que no levanta sus intenciones porque ya no tiene remedio su naufragio como ser humano y como esposo de una bellísima mujer espiritual absolutamente. Se contempla muy a gusto todo lo que de regocijo visual transmite este justiciero capataz ennoblecido, con su 1,81, sus kilos que pesan como un gigante, bienintencionado, autonombrado para defender a una mujer de lo abusos sexuales y agresiones varias de un engendro de despieces para dar de comer a los puercos,  que cada vez que ve al "Mesía" le hace subir hasta los empalmes más impensables. Mario es que lo borda, no hace falta levantar la voz, sólo con colocarse  al lado del "pitiminí" y mirarle es suficiente para que "Fernando" ponga, lo que no le funciona hace tiempo,  a remojar. !Que morbo!. 

Quiero agradecer a Mario Martín, que es un señor en el pleno sentido de la palabra, su amabilidad para conmigo. Nunca me falta su apoyo y su gracias y buenas palabras. ¿Quien mejor que él para representar a un sacerdote que transcurre su única vida entre dudas y bondades?. En esta secuencia, "Hipólito", en una excelente idea visual, surreal absolutamente, casi Daliniana, le pide estar bajo el palio del secreto de confesión para hablar sobre los orígenes de la arqueología encontrada. La reacción de "Don Anselmo" no tiene desperdicio.Un ejercicio de autoflagelación e ironía que no tiene desperdicio.

Inmensa mirada a lo Emil Jannings. Fausto y Murnau.!Impresionante!. Parece que las tinieblas se han abierto y los horrores galopan por la tierra. Un deforme loco, oscuro y tortuoso, de grotesca y maléfica figura, con la vida arrebatada y hundido en la desdicha, parece que ha visto al diablo llegar para cobrarse algo en carne y espíritu para asarlo en el averno a fuego muy lento. Murnau puro. !Gracias por tus interpretaciones! Jorge.

Dedicado a Mario Martín, Mario Zorrilla, Jorge Pobes, Inma Gamarra, que me dan diariamente muchos ánimos valorando el esfuerzo de mis escritos.