TRISTEZA Y MALDAD POR AMOR

Indescriptible y emocionada, sin parangón casi, la secuencia de la carta en el pobre sanatorio. Un espléndido Jorge Pobes que ha dejado su siniestro rictus de malvado cuatrero para transformarse en un pobre hombre que sólo acertó en el mal para conseguir de modo tan erróneo al amor de toda su vida, "Rita". Un fullero que desnuda su alma, magnífico Jorge, y que nos ha regala la interpretación de un monólogo que ni Cyrano en verso de poeta. Ha vaciado su viciada mirada, desmitificando en todo el arrepentimiento, la sucia artimaña o el tinglado que improvisó para apoderarse posesivamente de ella, una trama larvada únicamente desde la ceguera que le impedía conocer que, "Rita", era el amor de su vida y que el mal lo engendraban causas sentimentales, porque había querido como nadie a una chica que es la más sedosa, limpia y dulce del universo, que la tenía al lado y a la que sólo juzgaba desde  la violencia de una incapacidad plagada de cabos sueltos que los acaba de atar entre conmociones emotivas y confesiones sinceras. La verdad enfrentada al bien nos hace buenos y libres. Reconocer el amor apartándolo de la incapacidad para amar o sentirse amado.

Ha llegado la pureza de los sentimientos que ocultó, se deja por detrás el egoísmo, exento de sentimientos, un "Aníbal" víctima de no creer en un amor que era fuerte y perseverante y concebido desde la maldad. Un sentido melodramático, profundamente romántico al estilo de cine de Max Ophüls. Tristeza de amor para "Aníbal". Un amor fatal que comenzó hacia "Rita" desde el despertar de la adolescencia, humilde, no reconocido y muy cruel. Bello, intenso, sublime melodrama, tristísimo, genial, volcado en la melancólica clínica que ha servido de muy humilde decorado a una exaltadora confesión, desgarradora exaltación de la pasión mas bonita por la chica de siempre, de modo románticón y obstinado en dar la espalda.

Desde su adolescencia parecía un paraíso inalcanzable y nunca apostó por la verdad de sus sentimientos. La felicidad hay que trabajarla y si se tuerce cuando se tropieza uno con ella,  hay que rectificar porque es mucho más tangible y real que una neura que le da a uno, cuando uno se enfanga en un magma insondable. Ha sido de un colosal lirismo arrollador.

Secuencia de arranque y grande para María Bouzas sobre todo. Es María casi como Henry Fonda, el actor que más registros y muecas desarrolló en el cine. Hoy se ha desbordado en ellas, la señora Bouzas. Cómo se vive implacablemente la soledad del poder sobre todo y todas las personas. Por supuesto que "Francisca" ama  a "María" a su modo más bien irregular y revanchista, lo ha demostrado, pero le preocupa lo que siempre a esta carbónica sociedad española, hecha de miserias y retales, hipocresías y  tapujos, le obsesiona el "qué dirán". Una manía a embellecerlo todo para manipular y quedarse con lo suyo y lo de los demás, o sea con el hijo que llega para incrementar la hacienda, el linaje y el patrimonio. Caciques.

Es también la decadencia hacia el infierno absoluto de una dama dudosa, ya no es lo que era, es peor aún. Un inmisericorde retrato funesto de una criminal casta social atrapada en la reproducción del mal para sobrevivir, repleta de propulsiones descontroladas ya, sin rumbo y sólo nacidas para la autodestrucción.

!Dulce Loreto!, incluso entre desvencijadas paredes humedecidas por los llantos y penas hondas que allí vagan como sombras entre muertos. Sin embargo, Loreto, esta tarde, ha tenido un defecto, tal vez sea por los sollozos y la confesión conmocionada, pero "tiraba" los finales de frase muy hacia arriba. Sin desmerecer de su trabajo que Madrid y PV le están haciendo muy pero que muy bien. El amor y sólo ese sentimiento le condujo, hoy no sería culpabilizada pero en aquella España, todo, se usaba contra arma arrojadiza contra el de al lado, por envidia, maldad, aunque se recubriera de un manto civilizadamente legal y hasta incluso de oráculos  moralistas.

De entre la mejores secuencias la denuncia  a los "morros" de la "Montenegro" de su papel corruptamente mediador entre jueces y políticos polichinelas, comprando bolsillos, arreglando voluntades y repartiendo dádivas entre una putrefacta sociedad que nunca ha tenido remedio.

Ariadna es una buena actriz y llegará, no em cabe duda. Esta secuencia lo demuestra. Nos ha mostrado con ironía y lenguarazmente, sin titubeos, las tripas de una sentencia hasta en su más asqueroso comadreo en detalles pérfidos. Moléculas de elocuencia que han dejado casi en trance a la "Paquiya" porque no tiene antídoto contra su "nieta". Una quisquilosa "Aurora", locuaz, solvente y bien armada que se ha impuesto en la secuencia frente a María Bouzas. Está aprendiendo mucho Ariadna Gaya.

Mucha improvisación y sentido del momento veo yo a este madurete "Conrado", no confía en el futuro y no me extraña porque circula por la Red un cuerno de cabra que no veas, el beso de la semana pero con otra mujer, con alevosía y nocturnidad de candil.

Es que estos retoños no son mucho de fiar, cuando suben al tercero se te quedan en el primero si les abren la puerta. Estos que te tocan un solo de guitarra para enamoradas ilusionadas, terminan reviviendo el flautín al lado de su antigua sinfónica, y se cargan en  instantes  la leyenda del aventurero cojonudo. Estos que se inventan cualquier hazaña o idean un personaje increíblemente atractivo y para los restos, una vida de taciturnos enigmáticos  con un apasionante universo personalizado. son de andar detrás de ellos con la autoridad.

Limpia y difuminada "Aurora" que se arriesga por un futuro y no para las diez de últimas de "Conrado". La sensibilidad adolescente muy bien llevada por Ariadna en esta secuencia, en toda su honestidad, sinceridad y delicadeza. Fascina mucho esta actriz, desde el primer día, un cuerpo de juventud al que le huelen las esencias del primer amor, que contagia romanticismo a raudales, que consigue te enamores de ella, buen rollo frente a ese ominoso fantasma roñoso del posibilista "Conrado". Hay que educarle. Ha pasado mucho tiempo sin arrancar y la batería esta en rigor mortis. 

!Maravillosa Bette Davis!. Transpira sensibilidad con un toque femenino que casi dan ganas de ir a visitarle a los estudios de Leganes. !Magnífica Aída de la Cruz!. Capaz de llevar a la televisión todas las sutilezas y complejidades de su tragedia afectiva y de penar el haber fallado al recuerdo de su mejor hombre y gran amor, "Tristán". Esta insatisfecha pero, Aída, nunca falla, siempre está ahí, es la gran mujer silenciosa y resguardada que hemos conocido en otras muchas de nuestra vida, cuando nos deslumbraban la mejores chicas que se tropezaban con nosotros. Tiene el frenesí de una adolescente, la prudencia de una sabia hecha por la influencia de muy buenas maestras como son las desgracias sobrevenidas, el corazón de una enamorada, de alguien que es ya eternidad y que no admite competencia con otros hombres que viven entre ruindades terrícolas, porque "Tristán" ya es una leyenda inolvidable e invencible.

Me comentaba esta tarde la actriz de doblaje Pilar Gentil en Madrid, desde su casa, que ve todos los días PV y que Aída es magnífica. Destella intensidad, sello de identidad y es una actriz que nos retrotrae  a algunas de las películas más bonitas que hemos visto en nuestra vida, con o sin música.

Tengo ganas de saber qué ha sucedido con la "peli" que rodó "Mariana". Si ha tenido éxito el filme o la actriz, los dos o ninguno de ellos. Estoy esperando. De momento viene a casa por Navidad: "Nicolás"; ramillete en flor, capullitos silvestres de nuevo, en una secuencia que ha finalizado cuando, "Mariana", se ha quedado con el aparataje visual hiperatrofiado por  la sorpresa de la declaración de noviazgo. Igual se me enfada Sigüenza si hablo de él pero lo hago siempre con la mejor intención. No obstante, hay que reconocerlo,  ha estado bien Alejandro, aunque Carlota se lo come guisado a la picantona, en la olla de esa gastronómica que es más sabrosa y con más intensa vida social que la de la de Sociedad "Gaztelubide" de San Sebastián, y que es la cocina de la "Casona". Carlota estaba soberbia, no era sólo su mirada final sino el significado que llenaba las cuencas de sus ojazos morunos, ese denso mejunje de tristeza, de vitalidad desesperada por el tiempo, añoranza de doble filo, suspicacia casi tan cortante como la hoja curva de la guillotina y angustias ligadas a ese moridero de ilusiones al que camina por la edad. Poderío estético y expresivo de esa audacia mirona que tiene Carlota Baró, todo yuxtapuesto de materia prima de alta calidad. Evoca tanto. Ni ella se da cuenta. Todo un torrente de fascinación, seductora y solemne.

Me dijo Aída que es una bella historia de amor, es cierto. De hecho "Mariana" es el gran personaje de PV. Es muy difícil contar el amor de dos maduros.Es arriesgado y provocador. Y muy emotivo. Es el terreno de los interrogantes, de las grandes dudas, del pesimismo aldeano, del miedo a no saber vencer la rutina que llevaban con los años en soledad. 

Me comentaba Pilar Gentil que su hija, Reyes Baltanás, la hija de Ángel Mari y de ella, es productora ejecutiva de la serie "El tiempo entre costuras" y de muchas más. "Física y química", "Círculo rojo". Trabaja para "Boomerang TV". Un saludo para la hija del mejor actor de doblaje del mundo que fue el donostiarra Ángel Mari Baltanás. Sobrina de una compañera mía de la radio Mari Carmen Baltanás.

Pilar Gentil con Mario Martín

Me han criticado algo por mis opiniones sobre "Conrado". Él  tiene un trauma gordísimo, algo teme, es casi una especie de Loup-Garou o como Sleepy Hollow, lo que me sucede es que yo analizo lo más inminente aunque resulte coyuntural y precario, pero me has gustado mucho tú, Sonia, en tu descripción de ellos dos y la filosofía sobre la situación de pareja. Hoy, hay algunas personas me han dicho que mi consideración sobre "Conrado" se quedaba corta, pero ha sido porque todo tiene su tiempo. Pero es por ello, por el día a día, no me gusta desvelar sorpresas ni adelantar, para ello ya están los gacetilleros. Yo sé lo que una persona madura siente por una chica jóven y creo entender a "Conrado", pero todo a su tiempo.Un besazo y mañana entraré para desearos buen año entrante.