ASCENSOR PARA EL INFIERNO

Tarde espléndida la del viernes. Toda la semana en realidad. Sumamos nuestra admiración con esta segunda parte, con dos excelsos María Bouzas y Carlos Serrano, a la de la honrosa presencia de Ariadna y de Ruben, ya comentado, sin parangón como amantes debutantes en la televisión actual.

Caída y en picado al averno de un lloriqueo y humilladísimo "Fernando" a los pies de la directora general del Sindicato del crimen de PV y alrededores: "Francisca Montenegro".

En medio de la tragedia de unas supuestas horas finales para "Fernando", quebrado de huesos y acabando con este horripilante dolor sus días de fechorías y crímenes, una esperpéntica nenaza llorona suplica e implora a los pies de una cacique que, por primera vez, dirige la operación de exterminio y desaparición de cadáver de un "Mesía" muerto de hambre y de miedo. Sórdido asesinato que nos dice de lo fácil  que es delinquir y de lo sencillo que resulta ser ejecutado en cualquier última tarde por entre un bosque que es lo último que verá un desgraciado que siguió la hoja de ruta de una poderosa mujer llena de odio hacia ella y de inquina contra todo el mundo. Un "Fernando" titiritero que imprime patetismo en estos desgarrados momentos finales y una "Francisca" malísima, sañuda y justiciera de puertas para su pedernal de corazón, en una secuencia que adquiere una grandeza abyecta absolutamente.

Aterradora secuencia de impotencia, opresiva y angustiosa, desesperación ante el sutil sigilo que en un descampado te liquida del mundo de los vivos. Pies de plomo en la señora, órdenes son órdenes, extremo cuidado en un desenlace que nadie conocerá, le ha venido preparando este último día concienzudamente, esperando para aprovechar el momento preciso tras haberle despojado de honra, dinero y coartada, llevándole por un camino solitario a un definido lugar que debía atravesar, ya nadie podía hacer nada por él y él sólo esperar una muerte entre alaridos por trituración de huesos. Estos son los valientes con las mujeres que no se pueden defender. Los que muerden el polvo, atrapados, abatidos, que vociferan y rechinan al vacío esa piedad que nunca tuvieron ellos para con los inocentes. Desconsolado y trágico supuesto final para "Mesía" pero que no creo desaparezca de la serie ni mucho menos.

Una secuencia que tiene muchas lecturas, varias. Lo que te cuesta salirte con la tuya con ese matrimonio braguetazo cuando todo depende del azar que juega siempre muy a la contra de los canallas. El criminal nunca gana, como rezaba un serial de la radio en los años 50. Aunque en aquel entonces los criminales no podían permanecer más de un capítulo, por tema de Régimen Político, y en PV veranean todo el año a capricho. A "Fernando" el destino y la fatalidad ya no le prestan crédito.

Te borran del mapa con la misma simpleza con la que, él, pegaba, torturaba, violaba y mandaba matar impunemente a los demás, como quien limpia telarañas o degüella ratas. A un mediocre arribista, pedorro y nada peligroso para con el poder que lo desintegra en instantes. La "Doña" le permitió con cuerda bailar a su son, hasta hoy. Albergaba la idea de adueñarse de lo que no era suyo, sentirse poderoso con el dinero de los demás, pero la última palabra la tienen los propietarios de las fincas que nunca fueron del señorito y que solo reflejaba un rostro iluso que daba penita.

Lecturas como que aunque el mundo está lleno de cabronazos como él, los hay aún mayores en la sombre y que se salen con la suya siempre y acaban con los estrellados estrellándoles contra sí mismos. De todos modos, todo lo que hizo "Fernando" estaba de antemano previsto en el cuaderno de bitácora de "Paca" de una tragedia ya contada de antemano, explicable y muy cuerda. Víctima y verdugo, parece que le quedan pocas horas a este ridículo arlequín vestido de petimetre.

Fernando Coronado tiene pocos días en los que se puede escapar de ese marido de pueblo que al pan le llama tortas y el vino le recuerda a la sangre. Muy al estilo de los actores franceses de filmes costumbristas de los 50 y 60. Estos días, son sus tardes de gloria. Una celebración de lo diferente para este actor, poco dado a manifestar emociones y sí potentísimas suspicacias impávidas pero que guarda intacta su capacidad de dejarnos boquiabiertos. Toda la secuencia de la narración de las violaciones y de su reacción, llegando con la escopeta  a la "Casona" es de premio "Goya" y para que le hubieran nombrado como para "actor de reparto" y no esos olvidos que ha habido.

Una hija maravillosa hecha de porcelana e inspiradas por los mejores sentimientos se le presenta a su padre llena de llagas y grietas por donde torturó el "Mesía". Algo tan desgraciado y salvaje que no puede sino desesperarse al contemplarla en cómo la dejo: sucia, indigna, desgarrada, presa y puta.

No tuvo desperdicio toda esta parte de la trama. Una gran lección de los tiempos de las dictaduras. Cuando, en una avanzada concepción ideológica, a los hombres más pacíficos y amantes de su familia, escopeta guardada por si acaso, la ley no les ampara y la tiranía se cierne sobre ellos y sobre lo que más quieren, cuando la afrenta puede ser reducida de grado y suele ser olvidada por procesamientos legales de una autoridad, entonces, surge y se utiliza una fuerza mayor para defenderte. !Soberbio PV!. 

Al final y no es tan descabellada ni un despropósito, todo se reduce a la violencia para mantener la supervivencia y hacer justicia. Ya se que no gusta reconocerlo pero es verdad. "Mariana", maternal "Mariana" en estos momentos eufóricos y con los cartuchos cargados, representa ese otro punto de sagaz equilibrio pero ya es tarde. Casi me ha recordado los filmes del catalán Ventura Pons, cuando los sentimientos están a flor de piel, estallan llevando a los personajes al borde del abismo.

Un grande Coronado en todo este momento, en la celda y en su llegada a la "Casona!. La ira de los mansos hasta cierto punto. Sumergido en la narración de su hija en un pasado cercano que apestaba a vileza, abyección y lágrimas rojas. Ya os digo, una reflexión sobre la validez de la violencia como otra forma de hacer justicia contra la agresividad de los pudientes e intocables, contra el machismo como modo de sojuzgar a las mujeres y una turbadora escena cuando reacciona ante la escabrosa narración de su hija "María".

No se ha cortado un pelo el serial a la hora de mostrar toda esta secuencia más la última que nos ha secado la garganta. El deterioro mental de un hombre relativamente pacífico, que había firmado en su madurez una paz y compromiso de no agresión, que le obligan a coger un arma, transmutándose en un vengador furioso capaz de todo. Secuencia final en la que Fernando Coronado ha destronado a Carlota Baró que ha quedado en segundo plano ante la entrada en el coto de caza sin tocar el timbre y ser invitado. Frenéticamente histérico, demoledor en su propia presencia que desea apurar hasta acabar con la principal asesina de PV, exhaustiva y agotadora secuencia como al vida misma que nos negamos a reconocer por cobardía.

 

Secuencia a lo Peckinpah, vigoroso retrato de violencia,  con este controvertido uso de la escopeta como la única salida para la depuración y que tiene mucho de rancho, western llevado al terreno de la virulencia y del arrebato para acabar con estas oscuras tramas que surgen desde la "Casona", reformulación del cine del oeste en PV en una situación de arrebato enrabiado que sólo la puede resolver un héroe solitario e improvisado por la profanación de su ser más querido.

Imponente "Alfonso", el desenlace asfixiante en unas condiciones hostiles y violentas. Un estado de surreal-real locura sobre matar y justicia, sobre sobrevivir y mantener la dignidad en medio de tanta corrupción, abusos y delitos sin autor intelectual.

Picarón "Mauricio". Busca ese secreto consumado intuido por él y por el pobre "Raimundo" desde mucho antes de su desvelamiento que acabará produciéndose.Frente al cinismo suave y despiadado del "doctor Fulgencio", la ironía bien atemperada de don Mario Zorrilla en este momento cuando le preguntan por una conferencia.Algo ya atisban memorablemente odioso y de final cruel  y negro, muy negro  que tuvo "Jesusa". Por cierto, un abrazo a Inma Gamarra, a quien recuerdo con mucho cariño.

Esta tarde he leído en mi blogger a Cris Alonso hacer una disección perfecta de este grandísimo personaje. "Doroteo", Eduard Alejandre. Dice Cris así: "¿Y que me dices de Doroteo? Este es mas peligroso y malvado de lo que parece. Ya hable en otra ocasión de que el representa la tiranía de los débiles, de esas personas en apariencia bondadosas pero que manipulan con la pena y con el sentimiento de culpa. Estos "buenos" son lo peor que te puedes encontrar en la vida". 

No añado más  sino una cosa.

PRÓXIMAMENTE, EDUARD ALEJANDRE ESTARÁ CON NOSOTROS EN URDIN IRRATIA. 

Dedicado a la cantidad de amigos que leen este blogger, miles a lo largo de la semana. Hoy, este artículo, ya no se publica en determinados muros como os he comentado. Sí por el contrario en otros nuevos que me lo han pedido. Y por supuesto, siempre, en aquellos que me han demostrado su amistad y su debate crítico. !Muchas gracias a tod@s!. !Lo mejor que tiene PV sois vosotros!. Si sois felices leyéndolo, me lo hacéis a mí.

http://joseignaciosalazar.blogspot.com.es/2014/01/eduard-alejandre-proximamente-en-urdin.html