EL AMOR ES UNA DESGRACIA MARAVILLOSA

Todos estamos químicamente sometidos a drogas muy poderosas, como el amor y la locura por amor. Como la pena de amor porque nadie nos la puede explicar.
Por supuesto que lo es, el amor, una desgracia maravillosa. Por mil infiernos que subyugue  el amor, es algo inmenso y catatónico. Es el motor de la vida y la válvula mitral del corazón de los hombres y mujeres que hace que no se estanque el deseo y la necesidad de estar juntos, sino que fluya hacia el porvenir proyectándose en el futuro. De ello va el capítulo de esta tarde, en sus diversos protagonistas, del trozo de infierno celestial que viste de ansia y desgracia cuando alguien está enamorado de verdad.

Preciosa secuencia en el "Jaral" entre Aurora", "Candela", "Mariana" y una carcundiosa "Rosario" que cree siempre que se las sabe todas y da un reparo que parece que cuando abre la boca algo va a fallecer y tocan a muerto en "Puente Viejo". Esta señora es "gafe".  Su presencia parece que pone un epitafio a una y cada secuencia. Sobre cómo las palabras titubean desdenes, pero los hechos y los gestos sobresaltados delatan el gran amor que, "Aurora", no incinera ni puede no albergar en su aparencial y gesticulante despecho hacia quien confiesa que no le quiere,  ni él a ella:"Conrado".

Como My Fair Lady se ha puesto bella para acudir a un espectáculo nada menos que con la interpretación de la gran María Guerrero. Está elegante, deliciosa, guapísima, vibrante, con su nuevo look pero no ilusionada ni mucho menos enamorada. Esta totalmente "colada" por Conrado" y cada acto es un despecho que cree va a llegar de algún modo a la otra persona y herirla para hacerla sufrir. Es que el amor es una desgracia y un incordio maravilloso que ya no te lo quitas de encima. Ninguno de los dos son prescindibles sin el otro. Son los dos ya uno sólo condimentado sentimentalmente todo ello con desgarros internos muy pudorosos.

Doña María Guerrero

"Mariana" le comunica que "Conrado se ausenta y ante el telele que le da hay que reconvertir la noticia por su optimismo no mencionado: Sólo por unos días.

Hay ha estado sutil Carlota. De modo cerebral pero muy dulce y tranquilizador. Elegante "Mariana", exquisitamente educada a pesar de ser una humilde sirvienta y adorable, se ha ganado el corazón del espectador en unos instantes y ha oxigenado ante esta enamorada, insegura y  temerosa, despechada pero atrapada sin remedio por el misterioso hechizo de un aventurero sin filtrar por la civilización,  que está más loco aún por ella que ella, un bandido por su aroma a sedimento maduro y pesado, de una espesura violenta tan erógena que ya es una costra en el tierno corazón de una chica sin mucha experiencia pero que sabe que siempre le querrá a ese  tuercebotas que lo siente desesperadamente como el hombre de su vida.

Me ha gustado Carlota, "Mariana", y no es pelotilleo, que siempre está soberbia tanto por lo que dice como por lo que mira sin expresar verbalmente pero apalabrándolo con la mirada, cuando ella nos estaba haciendo reflexionar también sobre los amores que se van al por el cine, el temor  a la pérdida de la belleza, sobre el  tiempo que se fuga mientras pena por su hombre y mantiene su intimidad en soledad. Carlota apabullaba esta tarde con su naturalidad y asunción de una realidad: que las mujeres aman en silencio y que pocas veces son correspondidas como merecen.

Tercer encuentro solemne de María Bouzas en tres días. Hoy con Mari Carmen Sánchez. Estas si que son la experiencia compartida, desbordada y cada una aportando lo máximo de su gran quehacer. Ambas han brillado y se han dado una contenida y nostálgica réplica sobre las desgracias subyacentes en ambas, la de los amores prohibidos, esos que nunca hay que abandonar, dejar o no luchar lo suficiente por ellos. Las dos son muy similares en cuanto a experiencias gemelas, se conocen porque ya se trataban antaño como dos víctimas de una obligada separación que les rompió el corazón para siempre. Son las mejores personas, las que siempre se equivocan por amor y por ello albergan un gran corazón.

El amor y sus dos caras esta tarde. Su historia de ambas tiene que ver con aquellos filmes dramáticos y románticos en blanco y negro cuya protagonista envejecía en una mansión destartalada por el hombre que nunca volvió. Historias melancólicas y crueles de cómo la vida transformó en monstruos  a chicas con cara y corazón de ángel. El enamoramiento aquí está contemplado desde su miseria pero hermosura crepuscular, en una grandiosa secuencia de darse la paz entre los que perdieron, todos, la guerra. De los que perdieron la humanidad por la herida de amor que nunca curó y siempre supuró en veneno.

Bellas estas dos actrices, destilaron  gran bouquet, talentosas y muy olvidadas de los círculos de poder y enchufismo interpretativo. En Francia, ellas o Mario Martín serían grandes actores muy queridos y reconocidos hasta con la máxima distinción de "La Orden de las Artes y de las Letras" y una jugosa pensión vitalicia de hasta 2.800 euros.

El amor en el convento, la necesidad de los que no están, de "Martín" y de su madre "Emilia". Los humanos en circunstancias límites buscamos  a los nuestros más arraigados y muy queridos. Un momento entre Mariña, Carlota y Loreto irreprochable, bello y cautivador. Dentro de esa vuelta a disfrutar de un pasado negado en el que sólo caben ya unas visitas como cordón umbilical con la ilusión y esos gestos de amorosa humanidad de unas visitas a los más amadamente cercanos. !Estupenda Loreto!.
Secuencia preciosa de igual modo de Carlota en el convento. Es el reflejo  de su gran  bondad y del profundo amor por su sobrina, es el testigo ocular de la maldad y dolor, convencida, por su buena entraña, de la necesidad de protección ante la angustia de  las ausencias en su sobrina. Hoy Carlota lo ha bordado.

!Cómo me recuerda este personaje al John Mills, "Michael",  de "La hija de Ryan"! . Inolvidable personaje que inspiraba tantos sentimientos de repulsión y cuya fealdad es la exteriorización de la tortura interior de "Rita". De igual modo que a "Cyrano". Asombrosa reconstrucción de estos dos personajes y su interrelación. El amor platónico, sin posibilidad y con un feo de entre medio. El amor más imposible de todos. Perfecto pero inencontrable. Amores donde nunca asoma el sexo en uno de los dos y se echará de menos, creará una frustración y hace invalidas las relaciones. Buen actor, "Doroteo", del que venimos siguiéndole las huellas hace capítulos. Seguramente que este final con "Rita" lo habremos visto miles de veces pero nunca nos agotamos cerebralmente por ello.

Con este personaje reflexiono mucho, incluso sobre mí mismo y el papel de los locutor@s de radio sobre el ensueño que generan sus voces y la cruda realidad en ocasiones, de imágenes que pueden decepcionar absolutamente, no siempre pero en muchas ocasiones. La televisión ha dictado normas al uso sobre nuestra estética, relaciones, belleza incorporada sobre inexcusables  cánones estrictos y cómo sólo siendo bellos somos dignos de amor y admiración. Y los que no somos galanes aunque pueda gustar nuestro secreto y voz, la tenemos chunga, aunque tampoco seamos feos. A mí me han llegado a decir que si no soy cómo creen algun@s  que no quieren saber nada conmigo. !Tiene narices!. 

No me extraña que, sobre este pobre "Doroteo", nadie se fije en él, ni crean haya podido verter tanta escritura anímicamente preciosa, con ese aspecto tan desatraído que arrastra. ya que se liga la belleza física a la intelectual y cada día se revalúan, ayer y hoy, los más ñoños y fantasmones.

Esta chica, Charlotte, de poquito avanza. Es el triunfo del amor pasional por encima de los pactos de lobos familiares. Toda una alegoría sobre el bien y el mal. Sobre la maravilla de la desgracia de amar con "pecado", falto de virtud, amor hacia "Isidro", odio hacia "Aníbal", como las grandes heroínas de la literatura, la misma insatisfacción vital y romántica, la pareja de Madrid, París o "Puente Viejo".

Momentazo para mañana.Acecho de otro modo.Sensibilidad a flor de piel en ella. Perversión inteligente en él a pleno rendimiento.

A mi amigo José Luis Saizar que ha estado visitándome en Donosti y que hoy se ha marchado para Madrid. Lo pasamos estupendamente.