LOS HOMBRES LLORAN TARDE POR AMOR

Patético "Conrado". Cuatro secuencias importantes y alguna sublime. La desarrollada en el "consultorio". "El secuestro y la supuesta muerte de "Fernando" con una "María Bouzas inmensamente mala que manda matar directamente por primera vez in situ. El encuentro entre "Conrado" e "Isidro" toda una derrota del machismo. La confesión de la pobre "María" a sus padres de las consecutivas vejaciones y violaciones infringidas, impunes, contra su indefensa persona. La llegada de "Fernando" a la "Casona", armado y en pie de disparo de postas. La actuación de "Mariana".  La respuesta de "Aurora" para interferir con regocijo los chismes deslenguados de la "Alcaldesa Reina" y la cara de pillan de "Mauricio" ante esa  conferencia a Madrid y trampa ideada para descubrir al asesino de "Fulgencio". Y el descubrimiento de un Enric Benavent que, en la secuencia reverencial ante el "Rey Castañeda" y posterior salida precipitada con las espaldas cubiertas, me ha recordado a la comicidad y chispa con acento sonoro en su vis cómica de aquel hombre del espectáculo, cómico austriaco de  de la Televisión de "Miramar" en Barcelona, Franz Joham que se dedicó a la revista y opereta.

Dejaremos para el domingo gran parte del capítulo porque hoy es mi noche libre y desmadrada. De esas, como los últimos tiempos de "Conrado" de ahogar penas en casa ajena y taberna cercana. !Todo sea por una mujer!. !Bueno!. Tampoco es exactamente así pero hay que espolvorear vainilla al flan.

Creo que el éxito de "Conrado" y "Aurora" radica en que su amor es una locura con un insoportable en aparente modo de machismo desenfrenado pero que se encuentra en proceso de reciclaje.
Tuve un compañero de radio con el que discutía muchas veces porque, en el Festival de San Sebastián, donde se ven auténticos bodrios de filmes incomprensibles y pretenciosos, le gustaban aquellos, obras de arte, donde se veía el torso desnudo de un hombre. !Fíjate!. Por supuesto discutíamos. Maravilla renacentista de Miguel Ángel, con sonrosados pezones sobresaliendo como pitones de un pecho blanquecino,  el torso desnudo de un hombre herido de amor y flechado hasta el punto en el que, quien le hirió, le clava aún más el arpón, más incluso que a Moby Dick el apocalíptico capitán Ahab. Porque eso es lo que le ha hecho "Aurora" esta tarde en la cura del cuerpo, matarle el alma con un dardo envenenado que provoca primero los celos, luego te vuelve loco, después no lo resistes, intentas quitar importancia a la muerte que está provocando en ti, pero los nervios no lo resisten y pasas al ataque, machacado por la tortura a la que te somete la mujer inolvidable que tienes delante, sonríes irónicamente, te haces el vivo estando ya "fiambre" por amor perdido y salen a morir como hacían los elefantes en aquel maravilloso filme de William Diertele: "La senda de los elefantes".

Visceral y temperamental "Conrado" en este encuadre, centrado fotográficamente en su aire huidizamente descentrado. Sin consuelo. Maravilloso registro en casa de "Buendía". Los hombres lloran; los que se creían con más invulnerable corazón de pedernal, más aún vacían su alma cuando suponen que, ella, la mujer que conmociona,  se ha ido con otro y se afligen por toda esa supuesta  libertad de la que gozará supuestamente para besarse y amar a otro odiado y ya enemigo. Un momentazo que  se ha transformado  en una oda a la desintegración personal y ruina moral en la que caemos los hombres, casi todos cuando ya no huelen cerca el perfume de la mujer única e irrepetible que se encontraron un día en paraísos hoy perdidos, más infames que los de Milton, donde el infierno no está ubicado físicamente en un espacio sino que es un estado de ánimo cuando has perdido a lo más sublime.

Trastornos internos del personaje, un viaje propuesto esta tarde hasta donde el amor sedimenta los cimientos de un viaje al corazón del enamorado.La fragilidad humana de un "duro" al descubierto, que se las daba de rocoso maduro e inexpugnable. Imbatible y nada sujeto a conmociones por temas prosaicos de amor ya superados. Allá tocado con toda su aureola de pasotismo, la batalla se le ha ganado una chiquilla al propio ego del enamorado "Conrado" y la búsqueda del ayer aguarda de reencuentro físico y emocional con su amor verdadero.

Los celos, recordar el anteayer y los besos mezclados con el aroma a mujer fantástica, una chica noble y buena a su lado y para todo lo que le pidiera, le han dejado un pelín trastornado y hasta llora por dentro. Deliciosa y muy cruel secuencia en ese "dispensario", a no echar de menos al "doctor" que tiene un acento insufrible y se ha notado que sólo ellos dos, los dos monstruos, se lo han trabajado sin pelmas por al lado que sólo despistan de esos corazones comunicados por interferencias de despecho. Enamorado desquiciado que roza la locura. Nos ha provocado, sobre todo en los momentos con "Isidro", un buen hoy Javi Abad,  algo que nos hace comprenderle y compartir su desesperación, entenderle y justificarle hasta en su error.

Una desesperación confiada a un amigo, a otro hombre que es otro cabeza loca que no sabe tratar cuando una mujer siente complicaciones por amor, que quiere pero cuyo hombre no está a la altura de las circunstancias. Novios desquiciados que rozan la locura por unas guapísimas y sensuales mujeres.

Excelentes los dos: Javi y Rubén, mostrando lo que llevan de miseria y complejo, escondido y sacando a relucir lo peor de ellos. Tema de celos que no se aleja mucho del machismo perforado en su pleura.

Los hombres hablamos mucho pero callamos cuando lloramos. Cuando comprendemos que dejar pasar a una mujer importante es muy malo, acechan por doquier otros y te la "levantan" en menos que te llegas hasta la plaza de PV.

¿Quien lo iba a suponer?. "Conrado" entremezclado en una realidad pueblerina, enredado en un vendaval de amor perdido y que se le chulea por el frente, entre dos historias preguntando sobre ellas: La interna, la verdad, y la externa, la apariencia de si sale o no con el del "bisturí". Pensando si se trata de  doblez de mujer que finje o asumiendo la derrota sin remedio porque lo peor de todo es que le ha dejado, cree, de querer, por tonto, maduro, malencarado, tardón y calabazas. El tiempo jugó en su contra y realmente, sin pretenderlo, le hizo un favor, que ella se diera cuenta de lo patán e inadecuado que era para ella. !Vamos!. A este hecho se le pondría un epitafio: Enamorarse es de idiotas".

Satisfecha en el "Jaral". Ha comprendido que "Conrado" le ama porque está celoso y tocado de amor irreversible, más que antes incluso, y que tendrá que trabajárselo mucho para dar apariencia de reactivar las brasas, que son un incendio descomunal sin apagar, del ayer nunca olvidado aunque sí teatralizado. Ha encontrado la gran belleza del hombre caído del caballo, en sus telarañas y en la desesperación de este amor de su vida que es la sombra del jinete pálido que quiso aparentar.

Se aman absolutamente y están solos viviendo un infierno. El amor es absoluto y doloroso. Es la crueldad de la que surge la vida, la pasión que te enfrenta a todo y la supervivencia diaria para mantener a su otro yo que cada día le amas mucho más aunque te enrabie la realidad y los celos te descoyunten los intestinos.

"Conrado" se recicla y retrocede. Comprende que el amor es el sentimiento más puro y sincero entre dos personas pero que debe superar ese estadio al que nunca llegó: Que cuando la inseguridad entra en conflicto por la estupidez y los celos, las consecuencias son tremendas y aquel idilio sorpresa y apasionado puede acabar en un completo infierno y en tragedia "Puentevejina".

La secuencia del "dispensario" ha sido surrealismo puro. El alma atormentada por una sospecha de otra relación que cree que el perfume cálido de la niña ha podido dejar su aroma en el "medico". Secuencia de psicopatía que casi raya la la esquizofrenia contenida, pero enfermedad. La búsqueda del querer saber y salir escaldado por unos celos que acaban en locura permanente.

Ha sido un muy importante capítulo por la hondura de lo que se significaba tras unas imágenes muy bien realizadas e interpretadas.

Rubén es un portento. Gusta siendo un canalla que tiene el alma corrupta.Al que el amor le salvará un día, espero. Es un trotamundos con caracter y con una imponente presencia y un logro de PV. Así como "Lesmes" tiene aspecto de "harrijasotzaile" pero soso y poco resultón, muy artificial, "Conrado" es genial y es el hombre a desear en estos inicios del XXI. Es de agradecer que los realizadores y creadores de PV se hayan fijado en actores masculinos, en algo más que muchos tarados directores actuales y del ayer:  Midiendo escotes y calibrando culos de chicas "potiche", en lugar de presentar hombres que apestan a macho degollado, llenos de obsesiones y llorando casi ya hasta por los ojos. Los hombres cargados de años y deseo por las mujeres más avanzadas del planeta.

Mirada  a lo Greta Garbo y el domingo hablaremos de esta secuencia así como de la última y de muchas más.

Dedicado a Blanquita Parés que está algo malita. !Que te mejores! mi apreciada Blanca.