LOS FANTASMAS DE UN PASADO DE AMOR

UN AMOR Y UN TIEMPO DE ESPERA. !DOS ENTRADAS PARA LAS 7 Y MEDIA!.

Precioso capítulo, bonito, elegante, bien vestido, muy interesante, emotivo, triste, sorprendente, surreal y excelentemente realizado e interpretado. Sobre el pasado que nunca termina de marcharse y siempre vuelve con más ímpetu que el presente. Podía haber filmado este capítulo John Ford por toda la carga de culpa asumida, nostalgia y zozobra que se trae desde el ayer al presente.

Es muy difícil filmar lo intangible, la emoción pura que tiene o suscitan los personajes. Carlota lo ha conseguido esta tarde y no ha sido la única actriz o actor en lograrlo. Dos entradas para el cine, algo tan nimio y tan importante para la relación de las parejas de antaño, ir juntos, sentarse al lado el uno de la otra y ver pasar un filme en cadencia de 24 imágenes por segundo trasformando a los enamorados en los seres más felices de la tierra. Desbordando las lágrimas cuando los protagonistas se besan o mueren o son desdichados. Al cine le invitan a "Mariana" y eso era algo muy grande, porque era tu amor quien te llevaba del brazo a  contemplar a Theda  Bara o a "María Castaneda".

Me parece que yo también voy de nuevo a atravesar el túnel del tiempo para acudir a ese estreno en la "Capi", la prensa y menos la de hoy no se pierde tal acontecimiento.

Preciosa secuencia y de ilusiones como esta hemos nacido muchos. Mi madre también se emocionó, me solía contar, cuando mi padre un día le llevó las dos primeras entradas de su vida, para el cine Principe de San Sebastián, nada lejos de su casa ya que mi madre vivía al lado del portal del cine, en la calle Aldamar.

 

La señora de la foto era ella, mi madre. Por ello, esta secuencia, me ha tocado mucho. Soy su vivo retrato. Nos traen un sabor agridulce estos fantasmas de amor en "Mariana", en la ilusión de "Candela", en mis vivencias personales rememoradas, nos emocionan porque toda la distancia física y temporal con aquel ayer nos hace entrar en un sueño ajeno pero sentido como propio. Por todo ello, me vuelvo a aquel Madrid de los estrenos para ver en primicia este filme. Ya se lo contaré.

 EL CINE PRINCIPE DE SAN SEBASTIÁN

!Que bello recuerdo el propuesto en moviola esta tarde de cuando las maldicientes lenguas vituperaban a "Emilia"!. Hemos comprobado la talla y garra del serial en aquellos tiempos, el drama con toda la fuerza de un volcán de amor que tenía en su interior "Alfonso" por ella y por el hijo del "guapo". La añoranza por aquellos fantasmas, idealizando desde el hoy esta lejanía que fue el comienzo de aquel grandioso amor, como diría  Truffaut en "La sirena del Mississipi", corroborado por el tiempo. Las raíces de amor que permanecen en ambos en 1921, son las mismas que las de aquella noche contra los lapidadores de un pueblo de brutos y manipulados. Hoy, entre la familia, aconsejándole a aquel fruto que llevaba "Emilia" en su vientre, "María", rememora en flashback de modo relajante, adulto, apacible y emotivo aquella noche infernal.

De aquéllas andanzas de "Juan" llega su otro yo, el del hijo que engendró y que tantos desencuentros le acarreó con "Soledad". Un auténtico ectoplasma de amor, rejuvenecido y con sangre de antepasado. Emoción pura ver de nuevo al gran Jonás Beramí, del que no pude escribir mucho pero sí que lo recuerdo como un pequeño James Cagney, con el dedo retando y como excelente actor.

!El soponcio que les va a dar! Rememorar con una armonía casi de fantasía, el ayer, en este romántico viajero del tiempo con sus galanuras y poemas a la hermosura de las bellas del camino. Parece Jonas poseído por el espíritu de una comunidad intemporal, como todos los actores y actrices esta tarde, vestidos todos de irrealidad y sueño pesado que vuelve pero con cierta dosis de calma en su receptividad.  El parecido es asombroso, con cadencia rítmica en su amable presentación está en la ya mítica plaza de PV, resurge de la tumba incorrupta del pasado y su presencia se asienta en lo sensorial, la sorpresa  y en su función emocional que no da crédito.

El muerto con funeral estaba más vivo y sano que jamás se le conoció tras la maldición de los "Buendía". Ha venido Jorge más relajado, está más guapo y se encuentra en una posición de revisionismo, planteándose tras la confesión de sus pecados, cuestiones de mayor calado existencial. Una crisis de existencia y de amores. Me ha encantado Jorge, es un chico al que aprecio muchísimo y le valoro el tesón, el riesgo y la ilusión que pone en esta profesión que ama hasta el sacrificio.

Jorge ha estado Homérico esta tarde. Sencillo en su confesión y genial. Frescura y naturalidad supremas en la llegada al pueblo, se nos ha presentado majestuoso y casi de teatro británico. Podía haber caído en lo complicado, rebuscado, siniestro y pretencioso, pero nos ha dado una lección de realismo interpretativo dándonos una entretenida visión y hasta cínica muy propia de las mejores secuencias del neorealismo italiano de Rossellini o De Sica.

Jorge, ha sido con Carlota, Rubén, Fernando y Sandra, el protagonista de la tarde, sin duda alguna. "Aníbal", tiene que readaptarse a los nuevos esquemas, casi es ya un forastero en su casa, desenvolverse más allá de su insensatez de antaño, desembarazándose de esa locura que le llevó a hacer tanto daño a una huerfana chica de ensueño y de bondad. Un mundo ni peor o mejor, diferente y de partida hacia unos horizontes lejanos. Inmenso Jorge, hondura y presencia fastidiosa, relato de un crimen que nunca cometió, poderosos momentos con ese mostrar el alma rota pero serena del converso "Aníbal". Me ha dejado estupefacto esta tarde Jorge. !Que bien lo ha hecho!. El arrinconar, sin grandes dramones que crujen huesos, lo cruel, lo violento, su realidad asquerosa del ayer, cayendo de modo sublime en lo onírico e irreal cuando pregona sus buenas virtudes de ahora y su deseo de partir de nuevo. 

Secuencia que se ve venir en el desenlace sobre ese desdoblamiento de personalidad para volver a ser el monstruo del ayer pero con la gran novedad de haber probado la bondad, un cóctel insufrible de soportar. El elixir de haber hecho el bien tras el mal, al acabarse la pócima le revuelve contra sí y preso de desesperación. Memorable lectura del clásico del "Doctor Jekyll". Es el trágico paso que da, a la inversa, una persona que recupera su primera y genuina maldad. Retornan la perversidad y agresividad congénitas que llevaba en su interior desde la cuna este personaje. De modo convincente, el guión ha derivado la batalla, inclinándola, desde un narcotizado bien hacia el mal en todo su esplendor. Iago está soportable pero, para el tiempo que lleva en PV, no es una maravilla.

La mina y la soledad del viento de la montaña que obligan a "Conrado" a volver a una pastelería, más amable, anhelante, en busca de su chica. La necesita más que nunca; entre abruptas  gentes que acuden a la llamada del oro y la pelea diaria, contempla ver correr los días en la mina, cómo brama la montaña, como resuenan los raíles a hierro chirriante, está perdido y sólo tiene una palabra en la mente: Soledad. Esos son los momentos en los que más echamos de menos a nuestro amor. Son los instantes en los que más evocamos a nuestra mujer de amor y que no alcanzamos a reconquistar, cuando se nos ausculta el silencio del vacío de nuestro corazón y se percibe respirar a los elementos de la naturaleza que se burlan de nuestra condición de humanos tontos y poquita cosa. Parece que más allá del horizonte de la mina, algo está muriéndose y debemos retornar para salvarlo. Efectivo Rubén esta tarde, me ha gustado sobre todo en su registro aguerrido enfrentado a mineros sedientos de oro amarillo.

 

 Fantasma de amor grande,  también en ella, en la pastelería. Sentimiento y amor perfectamente registrado en estos planos de Ariadna. Muy cercana en el tiempo esta secuencia, algo romántica en su costumbrismo rural, por lo conseguido que está el momento con "Aurora" haciéndose de valer, descartándose ante la abierta réplica que le brinda como oportunidad  "Conrado·" queriéndole llevar por otro camino de sinceridad, reconociéndose enamorada como él lo está, con esa naturalidad y simpleza del reencuentro y tras el cual está la felicidad que sabe que la montaña se la está pidiendo cuando le llora con plegaria de desahuciada de amor.

Perdido y solitario el pobre "Conrado" busca no sabe qué en la "pastelería" al fantasma de la chica que dejó tras él, no hace sino seguir el rastro de un viento que llega de la loma y que dice llamarse "Aurora".

Forman ellos dos ya una historia mítica, bella en interpretaciones, deliciosa y muy complicada, una bonita crónica de enamorados en medio de tierras hostiles, personajes dibujados con mucho cariño, un cuadro de amor hecho televisión para disfrute en estos tiempos horrorosos que vivimos.

Unos fantásticos personajes, todos,  que perviven en algún lugar del tiempo como leves y suaves  fantasmas atemporales  que asoman cada tarde en la televisión, tiempos pasados, como son los recuerdos más preciados de nuestra infancia o de cuando vivíamos en PV: felices.

1921 UNA ODISEA EN PUENTE VIEJO

En recuerdo de mis padres que me dieron la vida porque se conocieron en el cine "Príncipe". Estoy muy agradecido de haber nacido y más en mi Ciudad: San Sebastián.