viernes, 7 de marzo de 2014

BRUJAS Y PRESOS



Excelentes dos momentos en el capítulo del jueves. Por la interpretación pero sobre todo por el guión. Los desarrollados en la casa de "Tula" y la visita de "Aurora" a la cárcel.
Forma, interpretación y mucho fondo.Una relectura de un cine crítico, que deja desprovista de cortadas morales e incluso legales a una hipócrita sociedad donde se persigue  a las mujeres y hombres, sólo porque se les denuncia falsamente, se les encarcela o se les puede quemar para cubrir las espaldas a los auténticos delincuentes que gozan de absoluta inmunidad. A "Tula" y a "Conrado" se les persigue por nada . Sólo por venganza cochina y porque no se les permite a los pobres lo que es inmunidad criminal en la sociedad de los poderosos. Un pulso dramático en tono comedido, perturbador y que se lanza como si nada desde PV y que retrata con diáfana contundencia la injusticia contra los anónimos y los beneplácitos hacia eso otros seres curvilíneos, tortuosos, escondidos en el sistema desde donde operan diseñando este mundo injusto y criminal.

Brillante Ariadna y por cierto bellísima cuan jamás en medio de esa casita silvestre perdida por entre el bosque con ese hada buena y perseguida que es "Tula", un avezada y maravillosa "bruja", gran Carmen Esteban, enigmática anciana, que parece entresacada de otra época, casi como un espectro soñado e irreal,  que nos transmite los peligros del bosque y de la civilización religiosa persecutoria de pobres mujeres curanderas, quemadas por brujas. Un encuentro con un clima lúgubre, descariñado y fantasioso para pasar de esos mundos extraños y enigmáticos  a la luz. Una astuta apariencia de chabola de hierbas condimentadas por una bruja buena, en cuyo interior se encierra tanta vida y tanta historia y amor como en pocas. Una bruja que en cualquier momento puede desaparecer. Esa mirada chispera no es real, nada es material entre esos muros que tampoco existen, es una licencia de una ficción pero que cura desde el otro lados de las cosas que no se ven.

Lirismo absoluto en esta secuencia en casa de "Tula", un choque de mundos oníricos entre lo real y lo soñado, entrometiéndose ambos. Vamos ya observando varios planos. El de la reinvención de un cuento conecatdo con una forma de crítica social y de la sabiduría de lo volátil, cuando el mundo acaba en la puerta de la casa y el horror del exterior da paso esperanza. Una "Esperanza" que ilumina los ojos de "Tula" en un grandísimo momento inolvidable. Felicidades  a las dos actrices.: Ariadna y Carmen.

 Maravilloso momento. Por primera vez, "Conrado" decide proteger a quien tanto lo necesita, del modo único, aconsejandole que luche y que siempre siga a su instinto, él le guiará por el camino acertado, sin dudarlo. Una secuencia preciosa para entenderla desde la fantasía como apuesta del impulso y envite desde la corazonada, desde el arrojo épico y desde ese otro lado oscuro pero de bellos universos paralelos lejanos cuyo empuje atávico nunca falla.
Un Rubén que dulcifica su expresión endurecida y de cínica y desesperanzada expresión. Lo que se le pedía al personaje, ya llega. La frialdad del desplantado, al que se le pedía a gritos un cambio, representada en esta secuencia en la cárcel, da paso al calor humano de un hombre malencarado que ya cubre de protección a su amor. Un arrebato indispensable en un paso hacia adelante, necesario en esta relación. Un preciso y preciso arrebato varonil y muy tierno para con una mujer.

1 comentario:

  1. Me encanta. De verdad...es precioso todo lo que escribes. Has hecho que me vuelva a gusta Puente Viejo. Sigue así.
    Saludos..
    Laura.

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