domingo, 29 de junio de 2014

EL CLUB DE LOS HERMANOS LUCIFERINOS Escrito el 2 de Julio del 2012


Este artículo se escribió el 2 de Julio del 2012. Se editó en "Primeran.com", medio que fue destrozado por un hacker y donde se publicaban artículos donde advertíamos de lo que venía. La envidia destrozó el medio, que fue aplaudido este lamentable hecho por muchísimos gipuzkoanos fascistas.
En este advertía sobre el timo de la elección de Hollande. Hoy, dos años después, se han cumplido los peores vaticinios que leerán a continuación. Los franceses votaron en doble vuelta a este representante de la masonería del que sólo un ingenuo podría esperar algo. El destrozo que está haciendo es total. Una edad de oro para la influencia masónica y para ello le eligió el Gran Masón de Francia.



Desde Francia , cuna de la masonería y sus intrincados métodos de dominio de masas, el dragón una vez más se ha manifestado con su astucia y ha logrado engañar a la humanidad nuevamente. La serpiente antigua ha infectado a la opinión pública mundial afectándola, a través de los medios de comunicación, con la noción de que la asunción del presidente francés, François Hollande , al ser socialista, representa un cambio prometedor para los franceses y desde ellos para Europa toda. Además, el enemigo de nuestras almas, ha creado la falsa expectativa de que las propuestas de gobierno de François Hollande son un desafío directo a la Unión Europea y sus lineamientos político-económicos elitistas y perfectibilistas (illuminatis).
Se ha desatado cierta euforia sobre el porvenir de Europa al pensarse que el nuevo presidente francés tienen programadas iniciativas que le darán un nuevo impulso al maltrecho proyecto de la unidad europea y aportarán una mejora radical en la desoladora situación económica que viven algunos países, con Grecia condenada ya a la catástrofe y otros haciendo cola para arrojarse por el precipicio.



Francia alcanza el máximo histórico de paro al rebasar los 5 millones de desempleados


  • Hollande reconoce que no podrá presentarse a la reelección en el 2017 si no disminuyen las cifras de paro.
  • La tasa de desempleo se sitúa actualmente en el 9,7% y el objetivo del Gobierno galo es mantener el paro por debajo del 10%.
En mayo el número 24.800 parados más se sumaron a las filas del paro galas. “Desde el mes de enero, Francia suma 500 nuevos parados al día”, recalca el diario económico




EL CLUB DE LOS HERMANOS LUCIFERINOS

Escrito el 2 de Julio del 2012

Políticamente silencioso, muy ligero de equipaje, con su  cálido humor cotidiano francés expresado sin exagerar muecas, con un majestuoso uso del camelo del socialismo y sin ensordecer demasiado con aquello de la izquierda, Hollande, ha sido nombrado presidente por su obediencia a los poderes masónicos en Francia.
Francia ha cambiado a un masón por otro. ¡De eso se trataba!. Sarkozy, el antiguo inquilino del Elíseo, tuvo una relación muy ambigua para con la Logia ya que, aunque descaradamente su entorno siempre estuvo embutidito de masones como su fiel entre fielísimos, Hortefeux, grande en la Gran Logia nacional francesa, sin embargo, Nicolás, les desafió en más de una ocasión.
“Sarko” comenzó a perder las elecciones, no cuando retrasaba la edad de la jubilación o machacaba con ajustes; tampoco porque en un lapsus equivocaba el nombre del escritor Albert Camus; ni muchísimo menos porque los franceses le correspondían como menos de Francia y mucho más europeo y por ser hiperactivo políticamente. Se la “jugó” cuando, en aquel diciembre del 2008, siendo por la masonería canónigo honorario de la iglesia romana de “San Giovanni in Laterano”, plantó palabra  a la laicidad de los luciferinos, airándoles en grado sumo ante tanta soberbia del “petimetre”, al proclamar la superioridad del sacerdote sobre el maestro y por defender en un mundo secularizado, las raíces cristianas, asumible uno y otras todo en la historia de Francia.  ¡Se hundió!. Por romper ese incuestionable tabú.
No le sirvió, posteriormente, tener al ex gran maestre del gran Oriente como asesor en temas de seguridad, ni el código de los tres puntos con los que, como un “frère”, firmaba sus cartas  para reconocerse como tal.
Algunos incautos siguen suponiendo que un “sistema mayoritario” elige en segunda vuelta al presidente. Cuando los electos son pobres peones de ficción al servicio de un club infernal que aspira a dar veracidad a su sectario comportamiento, a través de estos hombres sin rostro y amputados de mente.
Los franceses, infelices de ellos,  no han elegido a nadie, solamente han cambiado a un masón rebelde que se les escapaba  a los de la logia por otro: Hollande, que asume la dirección de un proyecto que transciende la política e invade la economía, investido con un mandil de encargo, facturado para perpetuar en  poder y dinero a los masones que le han otorgado competencias pero sin genio y con el deber de sumisión absoluta a las “Tres Grandes Luces”, a la Ley Sagrada, a la Escuadra y al Compás. ¡Casi nada!.
Nada más ser proclamado Hollande candidato de los cofrades, acudió a agradecérselo a la sede francmasona del Gran Oriente de Francia. Así como para hablar de los principales proyectos que deberá ciegamente apoyar así como recibir inapelables instrucciones. Sobre todo para advertirle que sus días estarán contados si continua por la vereda católica de la conocida ley Carle, aquel concepto de laicidad positiva que enterró a Sarkozy desde los albores de su mandato. Nada por lo tanto de contribución del erario público a la financiación del magisterio y enseñanza católica.
Los masones son unos farsantes. Mientras adoctrinan a los aprendices sobre la elevación del hombre hacia un conocimiento que transciende hacia lo espiritual, abriendo la mente hacia valores superiores; los más listos de entre ellos, los maestros,  se fijan mucho más en al materialidad del negocio observable.


La masonería, siempre ha estado empecinada en desmontar de una moderna y liberal  Europa a la religión para que no tenga un peso determinante en la vida cotidiana, para no tener competencia en la clericalla de una iglesia muy absoluta  y poder acaparar mucho mayor número de feudos económicos, empresas como  “La poste” o “Air France”, entre otras muchísimas más.
El pobre Hollande prometió resetear a Sarkozy. Además, como no es socialista sino masón, tuvo que prometer llevarse por delante incluso lo hecho por su compañero de partido y al que hipócritamente sirvió y que traicionaba por alcanzar la Presidencia de Francia, el ex primer ministro Jospin. Lionel que había creado encuentros  institucionales entre el Estado y la Iglesia católica. El “faldero” Hollande abjuraba de reconocer el culto institucionalmente.
Les dijo a los tenebrosos “Frères” de la parisina Rue Cadet lo que deseaban escuchar y él sabía imprescindible para apropiarse del poder y del dinero para los suyos. O sea, cómo se sometería a una identidad presidencial maniobrada desde aquella casa masónica, lanzándole un pulso a los católicos. La alegría se hizo en la Casa del masón. Le contemplaban con simpatía y mucha, con fascinación por su docilidad ambiciosa. ¡No esperaban tanto!. ¡Estaba decidido!. Los franceses se podían ya quedar en casa, el día en el que electoralmente la fraternidad se ejerce.
Todo es un fraude monumental. Y mucho más peligroso  que pertenecer, Hollande, al exquisito club de oligarcas de Bilderberg, una corporación global que mueve el planeta hacia sus siniestros intereses y que busca un “nuevo orden”, es la de su pertenencia a la masonería más extrema, la de Arcizet Guy,  Presidente del Consejo de la Orden la Masonería. Siendo, el nuevo presidente de Francia, asesorado por Manuel Valls, un nazi que pululaba en el año 2008 por Bilderberg y que no tiene pelos en la lengua para proclamar un super Estado federal, con una Comisión Europea que controle los presupuestos nacionales de los miembros de la UE, a expensar de una soberanía nacional. O sea: ¡El robar!.
Realmente a lo que otorgan importancia los masones es al “parné”y la posición para, en favores, alcanzarlo. La democracia ni existe, ni la practican aunque figure en su proyecto, solamente hace méritos la docilidad el individualismo, al método ritual de la logia y la sumisión a los principios éticos que recoge.


La prensa del ritual masónico está haciendo creer a pobres infelices que se dejan engañar por una “sopa boba”, que el nuevo líder representa un cambio radical  y un desafío a la Unión Europea. Cuando solamente es un fraude muy bien montado, de uno de los dos partidos mayoritarios, otro globalista nombrado por la masonería y un entusiasta de desmontar totalitariamente la UE.
No representa ningún cambio n en el gobierno ni en la gestión de la crisis de la moneda. Todo el propagandístico desafío, que ha conllevado que inocentes y malvados le votaran, es explotar la crisis de la deuda para sus fines políticos y los de su conciliábulo a los que juró obediencia absoluta a la élite que le mueve como guiñol y de la que es portavoz investido de presidente tufo.
En Europa y en España el milagro se llama “impuestos a la clase media”. Aquí,  para que viva muy bien la casta política y en el país vecino para que  la masonería, en aras del súper estado de la UE, mediante gravámenes de igual modo, se sacrifique también a la clase media hasta su extinción y a la soberanía nacional que representa la sociedad civil.
Todo es una falacia en la “France” actual y en la anterior. Pero con Hollande y el grupo masón, el concepto de ciudadanía es más impensable aún, una vez anulados los derechos generales que se transforman en individuales y al servicio del clan. La solidaridad social sólo se encarrila tramposamente a través de asociaciones que adecuan sus objetivos masónicos, única vía para lograr el camino de la perfección. Y la dignidad humana se paga con una  “tasa” de aprendizaje que se recauda multimillonariamente, que se puede costear de modo anónimo por parte de las empresas y particulares. Todo un enjuagatorio para hacer eficaz y poder reproducir la “cosa” masónica en total vigor. ¡Por ello estamos enfrentados.!

José Ignacio Salazar Carlos de Vergara










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