ACTORES DE LA TARDE:
MARÍA BOUZAS, FRANCISCO ORTIZ, MARIO ZORRILLA, MARTA TOMASA Y
MERCEDES LEÓN.
Ya sobre La incomunicabilidad de las clases sociales, Harold Pinter escribió mucho y se plasmaron esos sus escritos en filmes memorables: "La huella", "El mensajero", "El sirviente o "La mujer del teniente francés", cine de afamados como Losey, Mankiewicz o Reisz. Personajes que me recuerdan mucho a este sorprendente "Bosco" que, de ingenuo salvaje, está escorándose hacia la dictadura. No sirvas nunca a quien sirvió y ¡cuidado! con los que se elevan desde el fango, insignificantes miserables que se transforman en autoritarios nuevos ricos que no hay quien controle. Es hoy el personaje, junto a "Francisca", más apasionante de PV.
Humillación sin límites a una "Fe" bien interpretada por Marta Tomasa y una ambientación de alegoría del ascenso del Tercer Reich, acertadísima.
Personajes de Pinter, contra los cuales comienzan a tejerse telas de araña de maquinaciones ("Bernarda"), que provocan la contra-réplica inmediata y que sublevan hasta el servicio ("Mauricio"). Personajes peligrosos que se toman todo, desde la dócil gratitud, que se ganan la confianza halagando la diferencia de clases, despóticos y despreciativos, caciques sin clase pero dominantes y amenazantes, y que se van haciendo con el poder y el mando. Al final, no hay quien los pare.
El despertar a la droga del mando de un descastado. La corrupción de un muñeco asesorado por "Francisca" que toma iniciativa propia y agrede desde un naciente sadismo de su alma humana corrompida ya por la mordedura de la víbora Todo un proceso de vampirización que acaba humillando y sometiendo con gran regocijo. El muñeco autómata cobra iniciativa propia, se escapa del redil, como ese caballo que, domesticado, es peligroso aún para los demás. Un conejillo de indias para un inciático juego, víctima de una cruel manipulación que se rebelará contra el pérfido e insidioso manejo del que ha sido víctima.
Un thriller suspense donde se expone la lucha de clases, el ascenso de los totalitarismos y la decadencia de la aristocracia terrateniente. Han sido momentos excelentes de patetismo, frivolidad, y de un dramático mando y ordeno. Intrincado momento con la excelente interpretación de Francisco Ortiz, bordando un papel cercano al despotismo más absolutista, opresor de los de su clase y piojo resucitado, rayando el despropósito y cargado de violentas expresiones que dan miedo en su contundencia y dureza.
Momento de despertar reflexiones y de acojonarse con lo que nos puede venir con quien acoges como desvalido por ahí. Gran trasfondo y salva PV este mes que va de caída rampante, por cierto con un Jordi Coll al que hoy ya se le veía descaradamente la desgana más absoluta en el interpretar. Hoy, ha resultado indolente total.
PAULA CANCIO POR ESTE JUGOSO MOMENTO.
En estos gestos de "Alicia" se descubren sus intenciones aviesas y enredadoras, Novio, madre sin esposo, novia, mujeres, amante se juntan en este momento magistral de Paula. Miradas que avecinan problemas y fraudes, complicaciones y líos donde el victimismo estará presente. Cuando la llegada de "Alicia" parecía, como muchas de las tramas, que daba vueltas en círculo, sin desenredarse levemente, se afianza e incrementa el misterio de su llegada, con una visualización intrigante que marca esa frontera. Todo comienza a cobrar sentido, comienza a sorprender, y me recuerda a un momento del film "Extraños en un tren".
AGRADECIMIENTO A PAULA CANCIO
http://joseignaciosalazar.blogspot.com.es/2014/07/agradecimiento-paula-cancio-urdin.html
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