Historias entrecruzadas cuyo interés esta tarde se encuentra en las buenas imágenes que nos han brindado los actores.
Un capítulo con situaciones tensas e insuperables algunas, como este duelo en la plaza de PV que ha cerrado el capítulo de hoy y que promete. El más soberbio momento de la tarde y que muestra como, la justicia, llega, que la memoria histórica vive en nuestros sucesores y que nada queda impune en esta tierra. Nervio y elegancia con cierta solemnidad impostada que no nos llega a estragar gracias a la personalidad de Pablo Guerrero, el director, y de las dos actrices que están impresionantes. Con una planificación a lo John Sturges, Como en cualquier buen western la épica entre el bien y el mal enfrentados, la defensa vehemente de la pasión en "Aurora", luchando y desgañitándose por la certeza, un homenaje a la ética de la verdad y al coraje de un hija que por un crimen cometido por la mujer más corrupta de España no conoció a su madre. Momentos de cine puro épico y duro, de olor a western femenino, con heroínas duras y villanas despiadadas, dentro de una secuencia introspectiva, efectista e impetuosamente trepidante, la relación entre mujeres y la hija de "Pepa" en su núcleo familiar.
Siempre he manifestado que PV era la rivalidad entre el bien y lo que representaba "Pepa" y la maldad caricaturizada en "Francisca". Ellas, la química imborrable de Álex Gadea y la de Sandra Cervera fueron los orígenes majestuosos y que impactaron en el serial.
Momentos a destacar, Fariba comprobando cuando un hombre abandona a una mujer enamorada por otra y de clase social diferente. Una desdicha dramática que en Fariba adquiere una proyección de desgarro femenino y de dolor insufrible que lo acerca a los mejores dramas que hemos visto por la televisión. Aunque algunos reprochan a Fariba y no les convence, es una actriz que lo da todo y está consiguiendo saltarse las normas de una puesta en escena melodramática para convertir a sus personajes en una angustiada expresión de la naturaleza humana.
Un "Conrado"/ Ruben que a pesar de la languidez en la que ha quedado su personaje ha explotado esta tarde todas sus posibilidades en la secuencia del poder del dinero. Emoción y tensión en una personaje en momentos lánguidos en un personaje que ha recibido un jaque mate directo de "Francisca" que todo lo compra y vende. Ruben ha compuesto estar tarde, de lo poco que le dejan ya, una inteligente disección de una hombre atormentado por el golpe bajo, llevando su interpretación hacia donde la psicología y no el culebrón llegan.
Marta Tomasa/ "Fe" me ha recordado hoy, en su chelipasota comportamiento y en su flamenco virtual a algo que en fino se hizo con "Eva al desnudo" o en aquellos filmes sofisticados sobre damas y teatro, su ilusión y la realidad. Magnífico dialogo con ";Mauricio" de aprecio a una "hombretón", de desvelar sueños que a todos alcanzan aunque sea un imposible aparentemente, preciosos instantes sobre el teatro, el espectáculo, el salir a escena aunque sea un instante, las ansias de triunfo, los anhelos por triunfar, todo en una secuencia muy compenetrada entre Mario y Marta.
Una criada que con su ilusión refleja el lado atractivo de un posible subir al escenario, dentro de un concepto gracioso mundo de la comedia en pueblos, amable, tierno y maravilloso. Una marta vestida ven su expresión, de glamour y buenos sentimientos, dentro del autentico y genuino sentido del teatro, el del divertimento para gente sencilla y no el de la competencia desleal y de la zancadilla y de gentes podridas por la ambición , sacudidas por la prostitución para subsistir y noqueadas por los estupefacientes.
Pizpireta y graciosa "Quintina" que menciona la "curda" que se van a agarrar, cuando observa que entra más vino en el diafragma de su "Don Juan" (un rompedor Don Juan"/el gran Selu) malísimo que enfatiza la representación para ahuecar más su personaje recitado con altisonancia.
El teléfono. Como aquel que anteriormente a los tiempos del consumo, la gente esperaba con avidez se lo trajeran y era todo un acontecimiento. Momento doméstico conmovedor con un teléfono como protagonista que trae a la gente a tu casa, los hace cercanos y transmite al unísono que la vida misma.
Momento cariñoso y cordial para recordar bellamente cuando tener un aparato de estos era una distinción, un privilegio y un poderío.
Una mentira piadosa y un momento de gloria para Mario Zorrilla al que María Bouzas sabe dejarle protagonismo. Una mentira piadosa, edulcorada, que nos traslada de modo conmovedor a la piedad por una pobre desgraciada "Francisca", cuando le oculta las razones que le procurarán un dolor que no se lo cura el dinero, Gran empatía de los dos personajes, donde se paladea la amargura de la "Doña" y ese bálsamo en su excusa que procura el capataz para que se trague la píldora del despecho que manifiesta un extraño "Raimundo" que así llegó de las Isla y que da gran interés dramático Ramón Ibarra en su interpretación.
Interpretes esta tarde que se han amoldado como un guante a unos papeles amables por los que sentimos oleadas de simpatía y aprecio, descritos a través de escenas y capítulos que no solo ahondan en la trama sino que proponen una evolución psicológica y coherente de sus actos, con momentos de éxito narrativo absoluto.
Genial tu articulo. Me maravilla como encuentras las virtudes en cosas que no se me pasaban por la cabeza. Eres el mejor Iñaki y te quiero
ResponderEliminar