Final apoteósico, inmenso, en mi última crónica de la semana, mañana estaré en Madrid ambientandome antes de la Presentación de mi libro. Velas que huelen a difunta, a amenaza sin identificar, velas de muerte que se colocan en el funeral y que iban en el cortejo mortuorio camino del cementerio. Este momento con el de la espléndida cena familiar a base de exquisito salmón y delicioso pudin de castaña han sido lo mejor de la tarde. Un engrase del estómago de los caciques que han mandado a esa pobre chica a padecer los desgarradores baños galvánicos (patética secuencia anterior). Momentos estos tres (cena, hospital, velas) superlativos. Una cena que desengrasa tanta maldad en el estómago de una asesina. Una cascada de ironía en torno a el padecer de una clase social y parentesco repudiado por la aristocracia (la del frenopático) y una escena mortuoria que daba satisfacción en medio del canguelo que le entra a "Francisca" ante tanto rosal iluminado. Momentos potentes que nos rinden a la obra de Tennessee Williams y con espíritu de folletín crítico y excerbado sobre la impiedad de los ricos para con los que con su sangre y salud les pagan su delicado pudin de castaña pilonga
Excelente momento este final de la luminotecnia y que nos retrotrae a Edgar Allan Poe y a Roger Corman creando esa atmósfera de miedo, misterio, congoja y penumbra mortuoria. Un momento de las mal llamadas Serie B con sus adorables góticos goticistas del romántico con sus noches de cirios que humean, con sus mansiones que parecen una cripta y casi con sus lápidas de granito preanunciando la defunción de "Paquita".
Un decorado básico y cerrado en el que se transforma "el jardín" con una ambientación lóbrega y neblinosa que ha creado un momento siniestro de inspiración con suspense, todo que concluye por anticipado en un casi funeral. Momento de trhiller para los paladares que gustamos del terror y del cachondeo a cuenta del mismo.
PENOSA "QUINTINA"
¡Bueno! Respecto a la corista "Quintina" está tan degradado su personaje que, esta tarde, en sus sanísimas entendederas, ya hasta ha hablado mal de su propio marido a propósito de sobre cómo se viste. No me ha gustado. Sigo reconociendo que es difícil dar una continuación no traumática a los "Mirañar" cuando Blanca quiso marcharse. Pero el personaje ha quedado muy mal parado con su desprecio hacia el hombre y família que le acogieron y le devolvieron la vista. Y no es por falta de salud mental. Le ha salido del alma, menospreciar a su marido. Por lo demás, Blanca esta forzada en su papel, no me gusta como interpreta, exagereadamente, pretendiendo dar un magnetismo que resulta horroroso. Era la ternura, la inocencia, la lógica, la sensualidad, la contestación y la picardía y de ser una chapliniana de pro se ha transformado en un personaje sin gracia y casi ofensivo. La refinada química que hubo entre "Hipólito" y ella, fracasa en un ligoteo apresurado que sólo ofrece como atractivo ver enfundada a "Quintina" en un ajustado vestido descocado, pechera al aire, buscando a un macho para ser deseada sexualmente. ¡Increíble!. Poco más ya hay que contar de este final desolador sobre "Quintina" que sufre un considerable desgaste.
RECORDAD: JUEVES 11, 7 DE LA TARDE EN
LA SCHILLER INTERNATIONAL UNIVERSITY
Serrano 156
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