LA MAGIA DE LOS RECUERDOS

ACTRICES: 

ARIADNA GAYA, CARLOTA BARÓ Y AÍDA DE LA CRUZ

Encantador momento de luz en el subconsciente interpretado por las tres actrices. Un viaje nostálgico al pasado familiar y una terapia de reacción en "Aurora". Las tres actrices se emocionan y parecen flotar en medio de la cámara, casi como sobre una nebulosa de agua. Todo encaja perfectamente en el tono que se le da: un tono de olvido, de recuerdos furtivos que sobrevienen mientras se recogen en el regazo de la pobre "Aurora", los aprieta contra sí, de vertiginosos efluvios emotivos del ayer repletos de sensaciones de pasado recordado. Un momento precioso en el que la vida retrocede con un vigor inconmensurable hasta los felices días del ayer. Una energía del pasado que subyuga y tapa el presente recobrando una virulencia donde el hoy casi ya no existe. ¡Precioso!

Tiene toda esta secuencia la futilidad sobre cómo pasa y vuelve el tiempo, el efímero y sorprende fogonazo del subconsciente que aflora, momento tremendamente romántico y soñador, es el mundo de los sueños puesto en escena a través de un libro que contiene las imágenes de la mejor y más identificada vida de todas: la del ayer. Momento sublime donde "Aurora", mente en blanco, recupera la ilusión sin sentirse atenazada por el desencanto, la desilusión y la decepción nostálgica de los adultos cuerdos.

Una nueva oportunidad para vivir desde cero, reaprendiendo todo como si estuviera meciéndose en la cuna.

Las tres actrices impregnan sensaciones más que narrarlas, evocan más que cuentan, a través de un pausado ritmo esperanzador sobre una visión natural de la locura y entrañable de los buenos sentimientos limpios de maldad. 

Hay algo platónico en Ariadna, casi virginal pese a que tuvo una azarosa vida en la India corrupta, casi intocable, de respeto a su persona y de gran amor a su desvalimiento.

Momentos sublimes en ESDPV. Una amnésica que busca su lugar en el mundo, recuperando raíces a través de las imágenes que siempre asaltan nuestro corazón. Delicadeza dulce como cara que ponemos al olvido, donde los gestos y las miradas de las actrices denotan mucha ternura. Y es sobre todo el renacer de la niñez a la madurez por impulsos del corazón ante lo que son imágenes capturadas del álbum de família. Son las tres notas musicales de "Zarathustra" de Wagner pero sin la maldad y perversión de Nietzsche: el paso de la vida al hombre y del hombre al renacer.

Momentos de memoria que se ha perdido, de su fragilidad, vaporosos, fantásticos y surrealistas entre vivencias que vienen y van. La niebla que comienza a disiparse y que borraba o empañaba sucesos y personas del ayer. Momento espectacular y sencillo donde donde los sueños, recuerdos y descubrimientos se entretejen en un lugar llamado nostalgia. 

Impresionante creación de Ariadna que sabe bucear en los más e íntimos recuerdos mágicos con una mirada que recobra lucidez, mirada desorbitada, de ilusión al encontrase con algo muy familiar, asombrada y magnética, mirada surrealista y entrañable. Un homenaje a los viejos tiempos que siempre quedan grabados en nuestra mente, ocultados en archivos inencontrables, que brotan solos cuando nos encontramos con nuestra sangre y raíces, de ternura y limpieza, un gran homenaje a la felicidad de otros días, a aquellas jornadas divertidas, todo con una capacidad de llegar al fondo de las emociones humanas realmente impresionante.

Mirada brutal y de expectación en "Conrado". Miradas de un hombre dolido y desconcertado porque sufre el peor de todos los desprecios, irremediable, el de un amor que no le reconoce en su ayer y al que  asusta. Un ser despechado pero no por la razón de "Aurora" sino por su demencia y olvido, es cruel en verdad este momento donde nada tiene ya remedio salvo que se cure la enfrema. Como ha sido muy cruel la secuencia en la que "Francisca" expulsa de su casa a una mujer sólo valorada para burdeles, mentira y engaño que intentaban "colar" para hacerse con la fortuna y posición de la "Doña". Secuencia que prende fuego y destroza a la mujer de modo despiadado dentro de aquella sociedad donde la mujer solo era reproductora o puta para sobrevivir, rechazada por su condición de estéril

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