LA GRAN ARIADNA
Un rechazo, una lástima y el último beso. Mejor es que acaben ya con el personaje porque hoy ha dado ya una compasión y grima infinitas a pesar del beso no sentido dado después (de perdonavidas, beso acomplejado) y de piedad agradecida que le ha brindado después "Aurora" a "Conrado". Cierto es que el encuentro juntos en el sofá de "Aurora y Lucas" no ha estado exento de esa primeriza y bella sensación que se produce cuando comienza ya a brotar, en los sentimientos de una mujer, su atracción por un hombre, pero es ya el fin del personaje aventurero y recio protagonizado por un actor que dijo irse y que quería algo más del ESDPV. La confesión de "Conrado" a "Candela" (una Aída de la Cruz) muy arrinconada y es una de las buenas actrices del serial) ha sido tan patética que nos ha conducido el ánimo hasta infundirnos un afecto de piedad inconmensurable por el personaje y hasta por el actor. Misericordia que hemos sentido de igual modo por la pobre víctima, otra más, de "Fulgencio" ya caído en la red urdida por la conspiración "Montenegro", el "plot" para deshacerse con las leyes fundadas en pruebas prefabricadas, de su molesto y cándido gracioso primo.
Ha sido el último beso de "Aurora" hacia "Conrado", la semana próxima es la presentación de la nueva pareja bajo el brazo y ya la muerte de este agónico personaje arriesgado al que el infortunio le persiguió no por culpa de los guionistas sino de algo más que algún día se sabrá. Yo le he apreciado enormemente, lo he dicho en muchas ocasiones por su rupturista modo de representar el muy factible amor entre personas de muy diferente edad, que podía haber jugado en redondo y por culpa de lo que ha sido, ESDPV, ha perdido una grandiosa y surrealistamente maravillosa historia de amor, tan o más grande que la de "Pepa y "Tristán".
Aunque no goza de la popularidad de Megan (que ya no tiene tantos apoyos como antes, que no redondea un "rol" como el de la "partera" e incluso se le critica porque es muy mal hablada y ya no tan apreciativa con sus fans), Ariadna, se lo trabaja mucho. Lleva el serial durante los últimos meses y ha aprendido a manifestar con más naturalidad y espontaneidad muchos registros sin caer en la hipérbole, esta tarde ha estado casi divina en dos momentos: el del sofá y en ese enfrentamiento a la cruel "Montenegro" en los previos de un juicio que resultará otra farsa, en busca de otro culpable acoplado para eximir a la cacique local de su atentado terrorista. Tengo que maravillarme del ingenio de los guionistas para subir cada día un peldaño de sorpresa, en las manifestaciones asesinas y en sus coartadas perfectamente urdidas de "Francisca Montenegro".
El duo en el sofá ha sido maravilloso, sobre todo por Ariadna, muy bonito, ha enganchado en este enredo amoroso que se escucha llegar. La elegancia de los sentimientos que llegan a la muchacha esta plasmada con una finura y delicadeza inconmensurables. Ese algo misterioso que hace descubramos de repente un poco más que de afecto en el otro y que se ha conseguido porque, conviviendo, llega el amor. No es un momento romántico para el lucimiento de los actores ni para empalagar, ni tampoco colabora mucho Álvaro Morte que está muy soso y se lo tiene algo creído, sino que hace suavizar la ruptura con "Conrado" por lo embelesado que te deja lo verdaderamente bella, sencillamente ingenua y radiante que está Ariadna.
Momento sencillo, expresivo y muy efectivo. Unos instantes simples pero ensoñadamente primerizos de cuando te estás enamorando de alguien y te das cuenta. Y se ha jugado con ese traspaso de novio a través de cuando sientes no aquella pasión que se incineró entre tragedias, sino en dulzarrones momentos que te dejan casi flipado. Un hado misterioso ha surgido en el salón esta tarde y prepara el cambio de pareja.
Aunque puedan parecer momentos muy trillados, muy bien contados, con buenos interpretes (aunque Álvaro podía hacerlo mucho mejor y que proviene del teatro y en su "rol" en Madrid estaba más convincente), emociona porque nos ha hecho identificar con los personajes y con el nacimiento de la atracción amorosa, porque te hace soñar con los maravillosos años que tuvimos cuando conocimos a nuestro amor a tiempo pasado y corrido y porque sentimos melancolía y envidia de los que encuentran estos amores como el que nos han contado en esta preciosa secuencia. Un amor ideal aunque la vida lo desmiente todo, la belleza no es tanta ni la candidez y la sinceridad , pero menos mal que tenemos el cine que nos cuentan romances como estos.
Nada de poses artificiosas, amantes de cartón piedra y con sangre de horchata, con cara boba recitando a Bécquer, mirando al horizonte y pintando sueños en naranja, melaza, violines de fondo pero no es amor. El amor es este, el que nace en el corazón de "Aurora", sorteando las trampas del tedio y almíbar, presenta una lógica situación de atracción avalada por el paso del tiempo, emocionante y emocionada de conquista y enamoramiento, una historia normal que enternece desde la credibilidad de lo que está inspirado en hechos reales y muy reconocibles.
ACTORES DE LA TARDE:
JULÍ CANTÓ E IVÁN MONTES
Dos momentos impresionantes. La cara de tonto que se le queda a un hombre cogido por sorpresa (Julí) cuando se da cuenta de las redes que le han venido tendiendo, todo su glamour sádico se lo vuelcan en su contra y su psiquiatría ha hecho aguas, ahogándole, y la palabrería floral y agasajadora como método para anular la violencia y sortear los problemas con el jabón y el halago (Iván).