LOS LIBERALES DE ANTAÑO Y DE HOY, UNOS FARSANTES

SECUENCIA DE LA TARDE:

ACTOR: RAMÓN IBARRA

En España las ideologías duran menos que un caramelo en la boca y ni la derecha o la izquierda son de fiar. Enorme momentos para televidentes avispados que saben muy bien como en España caen por su peso años de lucha y aparente coherencia. Acercándose el capítulo 1.000, honor y gloria, retomamos desde Francia estas crónicas sobre ESDPV que sigo desde el poste emisor del Jaizkibel que recibo con gran calidad de imagen y sonido desde este otro precioso lado del río Bidasoa donde soy feliz y libre.

Gran referencia literaria de Galdós en este momento en el cual "Raimundo", algo inaudito , defiende a "Francisca" porque el amor lo puede todo y porque en este país la incoherencia y el despropósito son la bandera junto con la billetera.

Espíritu fiel a las novelas de Galdós y de Baroja donde se censuraba las incoherencias de la pacata progresía que sólo curaba con discursos su melancolía y desapego y que cambiaba de chaqueta cuando menos lo esperabas. Una hipocresía tan lacerante que se tornaba de derechas e injusta, sorprendente, que decía despreciar al vil metal, a los poderosos y que le daban un porte y presencia atractivos hasta que se hacían todos de derechas con la edad o el interés, evolucionando desde lo arcangélico hasta hasta la impiedad y frialdad más oscuras. Aceptando el amor, en el caso de "Raimundo" (un Ramón Ibarra que bien conoce el chaqueterismo de los nacionalistas vascos), como servidumbre el unirse a los maltratos del amo y patrón así como amante infernal. Los liberales y volterianos terminan tomando chocolate con los curas y acudiendo a la iglesia cuando truena. Acaban en las tertulias donde se apoya lo rancio. los chuismorreos, la sumisión y apoyo al cacique y con los beatos en reunión en las iglesias.  Así finalizaron lamentablemente los liberales en España. Momento de inflexión en el personaje, muy interesante y que marca un antes y un después en este escéptico moralista que es "Raimundo" ateo medio convencido que por chinchar lo es y no va a misa. Un pesimista al estilo de Schopenhauer, aventurero y vital que predicaba la redención en la acción y revolución y que se queda quieto parado en sus últimos días, cuando sus manifiestos de antaño quedan ya vistos para sentencia. Interesantísimo personaje literario, este "Raimundo", contradictorio e historia de la esencia del fracasado siempre liberalismo español.

De ahí precisamente, de estos polvos, surgen los lodos de una chirigota de justicia a la carta, servida a domicilio (algo estrambótico, injusto, cruel e hiriente) y  que no pretende sino amedrentar al reo  y magnificar al anfitrión, demostrando que  quien manda al poder judicial no es, como ocurre en la actualidad en España, ni siquiera el gobierno sino por los atrasados poderes económicos y bancarios que controlan a pelele del ejecutivo. Hoy, con Pujol se busca un testaferro y un muerto para tapar la verdad e inhibir  a la justicia de que actúe con independencia, ayer, una "Casona" donde de seguro se servirá hasta un refrigerio a su Señoría; un juez, como los de hoy, corrupto y sinvergüenza que manda al manicomio a una pobre infeliz y vivía para servir  a una asesina. Hoy, desahucian a la gente pobre mientras hacen la vista gorda con los defraudadores y mangantes. 

Momento interesantísimo, junto con el de "Raimundo", que se pierde en disquisiciones entre los protagonistas pero que tiene ese trasfondo de la España vieja, triste e injusta, de pandero y garrote, antes con velas y ahora en Internet. Un cruce entre cine judicial, de trhiller, un caso de injusticia narrado con documentación histórica, totalmente de actualidad (para ello ESDPV es maestro), un drama psicológico de mucha hondura maravillosamente interpretado, y el retrato de una banda de malhechores sin escrúpulos, entre ellos los jueces y los gobernantes, que siempre han sojuzgado a los pobres de España, manteniéndoles en la menesterosidad y la miseria.

LAS GUAPAS:

MARIBEL RIPOLL Y CARLOTA BARÓ

Esta secuencia, así como la del chocolate y el cardenal de los cuatro ojos tintados, es felliniana en su absoluto. Las dos actrices han estado bellísimas, al estilo grotesco y pudorosamente poético que daba el toque Fellini, han puesto música sin melodía y nos han hecho reír y enternecernos. Personajes de ese circo memorable que también tiene ESDPV, esta tarde con un color titando de colorines, con poses desternillantes, que lucen las dos buenas actrices visionadas con  una gracia y melancolía irrepetibles. Parecen romanescas, exaltadas y tiernas en este momentos Carlota y Maribel. Me han encantado, no sé si al interpretarlas se dieron cuenta pero han estado de teatro de variedades "fellinianas".

Delirios y vivencias de un esperpento de tendera, alcaldesa consorte, y de una buena chica campesina que duda entre guardar luto o posar para el negocio ruinoso de los "Mirañar". Desfile de modelos sencillo y barroco, histriónico y cachondo, serio e informal. 

Ha sido una buenísima secuencia como aquella de ayer de vena chistosa en Mario Martín y el gran y culto Enric Benavent, cuando le preparaban al sacerdote ya un funeral por su avanzada edad, hoy con el chocolate retirado, momentos exuberantes de vis cómica inigualable, providencialmente astracán y delirante con acotaciones humorísticas de un sarcasmo brutal que impregnan sonrisa y también amargura con toques nostálgicos y humoradas muy críticas envueltas en pitorreo.Teatro cómico dentro del teatro y dentro de aquella vida costumbrista y de curas y alcaldadas, que con las gafas titadas para lucir el italiano de la curia, raya el pleonasmo del surrealismo mas cachondo que nos alegra la tarde con estas bufonadas ancladas en aquel pasado rural, doméstico, curil y vecinal. ¡Quien les iba a decir que, pasados los años, los Cardenales entrarían hasta en Hollywood para llevar su oficio de prelados con alto cargo.

A mis paisanos de la bellísima Hendaye que tan bien me han acogido, gentes sencillas y europeas donde soy como quiero ser y puedo ser: yo mismo.