ACTORES :
MIGUEL ÁNGEL SUTILO, SANDRA CERVERA Y FERNANDO CORONADO
Faltaba este año en ESDPV algo gótico, mágico y misterioso, una estética de Navidad y regalos, elegante, risueña, luminosa que supusiera un deleite visual, que creara una sensación de nostalgia visual elevada a rangos altos. Llegó con "Tadeo", el vendedor ambulante de objetos misteriosos y buhonero callejero de ilusiones. Que nos habla de creer para poder ver, que da a estas fechas navideñas su verdadero significado, que aboga por el servicio en la venta más que por el beneficio, que hace de lo espiritual el motor de la vida y que hace del espejismo y de la ficción una utopía que puede llegar a ser real. Las visiones y los ensueños son reales y la quimera está en unas muñecas preciosas que duermen el sueño de los niños, inmóviles sobre un carrito de feriante.
Minúsculas muñecas que crean una atmósfera en ESDPV que producen en los niños y mayores una interactuación como si se tratara de seres vivos y de tamaño normal, pero muy seductoramente fantásticos. Excelentes planos ópticos de ilusión concentrada en los ojos de esos niños que ven a personitas esperándoles en ese escaparate del carrito y que tienen un gran capricho y necesidad de tenerlas. Fantasía e ilusión concentradas a partes iguales. ¡ Son los Reyes!
Brillante momento con una puesta en escena fascinante que realza el misterio y el encanto de la venta de muñecas. Momento que ahonda en la ilusión venidera y que presenta la inocencia y la dulzura en estos tiempos de Navidad desde la óptica asombrada de los niños y mayores. Momento donde todo es bueno y bello pero que logra la suficiente empatía por el amor que traduce y por ver a los personajes felices. Es bonito soñar y rememorar aquellos años de nuestra crédula y maravillosa infancia, la de la noche de los Reyes. Sobre la bondad tan pura y tan grande de aquellos años y de cómo si se mantienen la esperanza y los buenos propósitos, los sueños se hacen siempre realidad. Momento delicioso y con mucho encanto, de cuando érase una tierra lejana desde donde llegaban los juguetes, de esa brujería que nos hace sentir una fascinación por aquella época en la que se hacía real el soñar.
A LO EDWARD G. ROBINSON
FIDEL BETANCOURT
Recreación de aquel gángster, mafioso y malviviente del actor Edward G. Robinson, en Fidel. Rebosa intensidad y depravación, así como sagacidad en muchos momentos que nos recuerdan al actor que con tanta ternura y picardía interpretaba: Edward G. Robinson. Un retrato de la mezquindad elegante con mas ingredientes de aquel cine: la intimidación, chorritos de amor mezclados con chicas sometidas y entregadas, profundización en sentimientos encontrados y todo lo escabroso y emocionante del mundo del hampa con su esotérica violencia y chulesca.
MOMENTO DE LA TARDE
MARIO MARTÍN
Compungido y a punto de darle un telele de incomprensión al enterarse que "Fe" ve por los ojos de su "hombretón". Un cierto escalofrío de congoja asoma en el arte interpretativo de Mario, contrito por lo que acaba de escuchar. Momento que desprende un aura de santidad, lirismo, delicadeza casi encomiables. Momento socarrón donde lo que parece real (que le guste a "Fe" su hombre) es racional aunque parezca imposible porque nadie puede oponerse a tal disparate.
LA GRAN DESPEDIDA
LORETO MAULEÓN Y MARTA TOMASA
Casi al estilo de un melodrama de Frank Borzage donde la protagonista se juega la vida por el amor de su vida. Convincentes Loreto y Marta donde se cultiva el amor y la amistad en un entorno hostil y peligroso y que demuestra que el romanticismo existe más allá de situaciones tan adversas. Momento de peligro para lucir pasión y derrochar energía y donde razón y sentimiento se conjugan a la perfección. Secuencia de innegable poesía en tiempos convulsos y de mucha amenaza. Transmite emociones, sensaciones con una buena interpretación de ellas que tiene ese mensaje que contar que la amistad y el amor perduran hasta en el infierno y que deslumbran hasta en los tiempos más revueltos
ARTÍCULO ANTERIOR DEL VIERNES
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http://joseignaciosalazar.blogspot.com.es/2015/01/la-resurreccion-de-aurora.html
PD. Hay personas que están escribiendo en algunos lugares que tengo el "ego" subido. ¡Jamás! La vida me ha dado muchos palos y voy con tiento siempre. Si lo dicen por escribir esto, es su problema pñero está escrito con sencillez y sin ínfulas, si no lo comprenden... ¡Allá ellos!
Lo transcribo diariamente con ilusión y en primera persona, jamás para dar la nota ni creerme nada. Así me sale y así lo digo.
He leído en algún foro que hay muñecas en el carro que no existían en la época y es cierto puesto que, según tengo entendido sólo había los de cartón. Hay algunas de los años 40, tipo Mariquita Pérez o Cayetana, pero se entiende, o al menos asi lo interpreto yo, que el Museo de Muñecas de Onil, ha querido ceder a la serie lo mejor de su colección y eso es de agradecer. Suelo ser crítica con determinadas situaciones o tramas, pero en este caso, creo que se pueden permitir ciertas licencias...Recuerdo que mi madre (que nació en 1910) me contaba que en su casa había una muñeca 'de trapo' como se las llamaba entonces, pero con la cara 'de china', (por el material empleado, es decir, algo parecido al de las vajillas) la muñeca era de sus hermanas mayores y sólo jugaban con ella cuando estaban malitas, en la cama, por miedo a que se les cayera al suelo y se destrozase la cara. Añadiré también que en cuanto alguna de las hermanas ( y eran seis) se notaba el mínimo síntoma de resfriado, enseguida le pedían a mi abuela la muñeca y se ponían todas a jugar con ella. ¡Cómo cambian los tiempos!, ahora los críos tienen tantos juguetes que apenas les hacen caso...
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