ACTORES DE LA TARDE:
DAVID ESTANY, CARLOTA BARÓ, CARMEN ARÉVALO, ALEJANDRO SIGÜENZA
El veneno de los burgueses es mortífero, no sólo lo lanzan contra sus asalariados, explotándolos y humillándolos, sino contra ellos mismos mordiendo a su propia parentela o amistades si su modo de vida es honrado aunque humilde y no viven de rentas, del cuento y adulación o de pegar braguetazos. Si se salen del marco. Sociedad frívola y maldita, esta burguesía que, en España, está ligada a la ociosidad y al racismo. España está mal porque nunca tuvo una revolución industrial; esta burguesía incipiente que ha sido demoledoramente fustigada en el capitulo, ha sido siempre atrasada, comercialmente nula, industrialmente inexistente, cruel, racista y bañada en tintes sombríos y apestados de una ociosidad casi aristocrática.
Casi surrealismo puro y banalidad sus conversaciones envidiosas y teatreras, ficción pura, la burguesía resultaba divertida esta tarde verla encamarse entre diálogos frívolos, risas despreciativas y odios reprimidos. Habilidad en la sutileza ofensiva, un dialogo muy cuidado, entre situaciones pardiscas y absurdas, meten sin embargo el veneno y la cicuta en el corazón de una campesina haciéndole comprender que, el amor, entre clases diferentes, a la postre, no es posible. esto te eliminan sin piedad.
Humor burdo, cazacoñitos y pendejos arribistas que muerden por donde pasan sus iconos a conquistar para dar el pelotazo, es que la burguesía es repelente y la ideología burda que la sustenta, detestable pero peligrosa porque unos mangarranes tiene el poder y la capacidad de someter que les da, no la cultura o la razón, sino el dinero que es mortífero.
Una muestra sociológica muy bien dirigida y maravillosamente interpretada, donde destaca un cínico David Estany que me recordaba al Helmut Griem de "Cabaret" que andaba detrás de Marisa Berenson; una radiografía envuelta entre lóbregas imágenes de funeral sobre esta clase terrateniente que pudo ser el motor de la economía industrial en este país, en su tiempo, y se dedicaron con el correr de los años a mariconear (como vemos en la magistral secuencia) con un deseo de imitar a la clase oligárquica y muy acomodada; por ello de estas artificiosas poses que adquirían entre situaciones banales y conversaciones tontas que les ayudaban a mantener esa apariencia de cartón para que, la misma, les diera el prestigio de pertenecer a un mundo distinguido para unos pocos y aspiración de los nuevos caciques ricos sin clase.
Una secuencia que me ha encantado, de las que dan caché a ESDPV. Con actuaciones espléndidas, con vestuarios elegantes; decoración rancia casi de decadencia Viscontiniana; caracterizaciones distinguidas en su aire plebeyo en el fondo de ordinariez conseguida, sugiriendo todo a la burguesía paleta y a la mala gente de clase alta que representa esta secuencia de perversos personajes.
Una crítica afilada y sarcástica muy efectiva con un gran trabajo técnico detrás. Es todo tan ilógico y anti-humano que no tiene desperdicio, es mierda en bote, son los eructos de unos malvados llamados burgueses sin oficio ni beneficio.
Un funeral ha sido muchas veces filmado en el cine de modo muy diferente. Este era claro. esta reunión social y elegante que pasaba del muerto y donde tomaban anís dan pie para lo tragicómico, el surrealismo y parecen de pesadilla mortal. Es todo tan cómico en la pena que da, tan ruin, peligroso, mecánico, ficticio teatralmente representado, que transgrede hasta la misma pobreza humana de esta escoria llamada burguesía llevándola al absurdo y a la caricatura.
Comer, joder, beber, y pisotear a los a los demás humildes. Son los que gobiernan este país. Los hemos visto convertidos en un chiste sobre sus torpezas y los guionistas les han lanzado dardos corrosivos y balas de plata al corazón, como chupopteros vampíricos. Un momento poético, revolucionario y moral de defensa de la virtud ( "Mariana") entre hienas de las que manaba la impiedad, la corrupción, la maldad, la hipocresía y una muy esmerada refinada crueldad.
El Domingo, segunda parte: "INES"