ACTORES DE LA TARDE:
FARIBA SHEIKHAN, SABELA ARÁN, ARIADNA GAYA, FRANCISCO ORTÍZ, SANDRA CERVERA, ADELFA CALVO Y AIDA FLIX . CON RAMÓN IBARRA Y MARÍA BOUZAS.
Aunque la secuencia principal ha sido la llegada del cadáver de "Sabina" (algo que nos procurará momentos apasionantes por el drama policíaco intenso que se avecina y y que va a aportar una historia dolorosa y fascinante), lo ocurrido en el "Jaral" esta tarde dice mucho de la calidad de la buena televisión, así como de recuperación de los mejores valores que transmitió ESDPV y porque añade un plus de democracia que comenzaba a infiltrarse en aquellos años en España, donde la miseria y servidumbre del campesinado daban paso a estos pequeños propietarios, pequeños burgueses que relajaron mucho el ambiente caciquil y fueron dando paso a la falta de protocolo, quebrando muchos valores de la sociedad feudal y liberalizando el país. Las costumbres eran menos rígidas entre ellos y la familia amparaba sin distingo al personal y familiares.
Hay algo que me sorprende, no sólo por estos últimos capítulos desde la muerte de "Conrado" sino por los que vienen, lo que está mejorando la serie, inquietando, cautivando con y el buen ambiente que se respira. Da como si "Conrado" fuera una rémora y ahora se ha agilizado el guión y esparcido las emociones, volviendo a recuperar bellos momentos que se estaban perdiendo en gran parte. Hoy todo ha tenido un relieve más entrañable y nos ha atrapado como hacía tiempo no conseguía el capítulo entero. Es que Ariadna funciona mejor con Ortíz (que es discretito) que con Rubén. Es muy emocionante la historia de los dos hermanos encontrados que los horrores y penalidades pasados con un Rubén que se marchaba y ya, unos por otro, eso fue un caos. Aunque la secuencia del descubrimiento del parentesco en el "dispensario", fue muy cutre.
Aunque la actriz que más éxito y calidad interpretativa está consiguiendo es Fariba. Es una maravilla verla tan poquita cosa (como es "Inés") en apariencia y tan grande por ese amor de madre que lleva hacia la criatura. Estoy seguro que si Fariba tiene un día hijos, será una madre maravillosa. Ella ha sido con Sabela Arán , la protagonista de la tarde. Es más, el "Jaral" ha retomado un esplendor perdido con su llegada y sentimiento de madre volcado en esa criatura que es su vida y la justificación de existencia. Se va ya vislumbrando el amor de "Bosco" hacia ella (que no cuajó para muchos pero que yo lo contemplé como verídico y muy interesante) y el deseo que hace cómplice al espectador (que ya conoce la trama ocultada) de un "Bosco" que sólo desearía estar con su amor "Inés" y que el hijo fuera de ambos, que lo es.
Francisco Ortíz ganaba con Fariba y mucho también con Ariadna y es que la mayoría de las actrices de ESDPV son, y han sido, extraordinarias. Es cierto que la mujer como interprete apoya al hombre y le da realce, como en la vida sentido y sentimiento. Sin ellas no hubiera deslumbrado "Tristán"; ni "Gonzalo" hubiera encontrado ese punto de exquisita sensibilidad y equilibrio sin su "María" que fue un personaje muy elegante, inmenso y espiritual; ni el calzonazos de "Alfonso" hubiera tenido ningún relumbrón sin "Emilia" el gran personaje de ESDPV; ni "Conrado" que acabó en desastre porque no se apreciaba ya química y le falló su relación con su amor; ni Nicolás" al que "Mariana " le da un papel de órdago; ni el badanas de "Juan" sin aquel ángel hippie que fue "Soledad"; ni el tétrico y apolillado "Carmelo" hubiera tenido ese impulso emocional de recuperación sin "Sabina"; ni incluso la vida de "Raimundo", sin la víbora de "Francisca", hubiera revestido alguna importancia a pesar de su existencialismo caduco y de lo chochete que anda. En cuanto a "Hipólito", su esposa "Quintina" que ha quedado como una guarra, fue un hombre dichoso por el amor de una heroína del tiempo, una invidente requetebonita y sagaz hasta que los directivos dejaron al personaje bajo tierra.
Fariba es una preciosidad y que que toca lo hace hermoso,incluso las desgracias que transmite casi dan ganas de padecerlas. Todo es bonito en ella y hermoso en la manifestación de su personaje. Es el personaje más tierno y femenino y maternal de la actualidad. A excepción de una "Rosario" madre siempre que ha descubierto en los ojos de "Bosco" la mirada de aquel niño que ella crió: la de "Tristán".
Estos días este director Pablo Guerrero, que a veces es Peckinpah, hoy ha sabido ser Ettore Scola. Conocedor de la anatomía emocional de los espectadores por cómo ha sabido retratar este reencuentro de la familia, los lazos de misterio y emoción que la hacen volver a reunirse juntos tras tantas penalidades y que parecían ya todos desahuciados. Esos lazos de sangre y enigma que hacen de nuevo bulliciosa una casa donde se concentran tantas historias triviales, anecdóticas y dramáticas, de amor y esperanza, de trabajo y charlas en derredor de una mesa en una comida, conviviendo en armonía tantas generaciones que se suceden y coinciden viviendo juntas mientras luego se separan, siempre buscando un espacio y con el cariño caluroso de tus seres más cercanos y queridos.
Un suspiro de alivio para esta família aforada en una finca libre de la "Montengero" que se ha vivido esta tarde en la cercana y democrática secuencia del desayuno, por cierto con una Aída Flix que entra cojeando con bastón que me ha recordado mucho a la Deneuve de "Tristana". Haciendo todos del "Jaral" un lugar que gusta de volver tras la jornada. Una casa desgraciada, sedante truculenta, plagada de vida y recuerdos que solía recorrer aquella mirada de noble desamparado que perdió a su esposa "Pepa", el caballero "Tristán". Una mansión siempre entrañable y emocionante; que ha visto pasar tantos años mientras crecían y morían sus habitante y que, ahora, parece feliz y donde sus moradores se han encontrado a sí mismos y a su saga viviendo en familia la emoción de estar juntos.
Simpático y nostálgico retrato familiar que nos levanta el ánimo y espero también la audiencia que ha decaído en la última semana. La familia, maravillosa y terrible institución donde el parentesco es lo único que nos apoya y guarece. No sé cómo no se escriben más guiones de estos y se proyectan en televisión. El serial anterior: "Amar es para siempre" es muy correcto y tiene gran erudición pero le falta esto que le sobre a ESDPV: construir una historia con una melancolía especial que ataca duramente a la mente y revuelve los días nuestros del ayer que tanto identificamos con la serie. Filmes así los construyeron Ingmar Bergman, Fernando Fernán Gómez y Federico Fellini.
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