José Ignacio Salazar Carlos de Vergara: EROTISMO DE NIVEL /. "SIN IDENTIDAD" 1

ACTORES DEL CAPÍTULO:

MEGAN MONTANER Y TITO VALVERDE

Porque existen Megan Montaner y Tito Valverde, el resto de este inicio vale poco y me ha defraudado una vez más. Porque la serie sigue sin saber a donde va. Y ni cuatro pases de lencería o guiños a un erotismo sadomasoquista de alto nivel viendo en bragas a Megan que se exhibe sobradamente y a la que le infligen mil y una vejaciones, la van convertir en un producto que lime defectos del anterior y avance en una trama incógnita aún y aunque nos encontremos en la segunda parte. Seguimos sin saber qué pretende este serial.

Esperaba más del arranque de esta segunda entrega de "Sin identidad". Me ha parecido muy flojo; el ritmo con el que se desarrolló la primera entrega se ha interrumpido; las tramas paralelas convergen ahora todas (los personajes están todos ya bajo el amparo del patriarca y padrino "Tio Enrique" (un excelente Tito Valverde), y se encuentran domesticadas y muy poco agresivas visualmente, con diálogos sin mayor sentido y sin mayor interés dramático. Seguimos tediosamente manejando el concepto de la venganza y mareando la perdiz porque no acaba de centrase en la misma la serie. Sabemos ya todo de todos y de la "sin identidad" pero sigo viendo timorata la serie a la hora de abordar con recursos dramáticos la venganza. Los diálogos siguen sin gran personalidad ni intensidad a excepción de "Tio Enrique" y esa trama de la que luego comentaré y que es lo que, aislándolo del todo, más me ha gustado aparte de la interpretación de Megan. Esperaba más de este comienzo que tanta expectación concitó. Lo dije en sus primeros capítulos que le estaban metiendo mucho algodón y se desvirtuaba la ficción tanto del robo de niños como de la enorme crítica al sistema del franquismo que anida en el corrupto Estado de Partidos en la actualidad y sobre todo con el tema del desquite y escarmiento que sigue dándole a la noria sin haber avanzado un paso mayor (al contrario, retrocediendo) y la ficción se viene abajo. En definitiva: un parón en la trama, vuelta a repensarse sobre la venganza buscando formulas nuevas, pasando metraje, tirando de lo cómodo y repetido conseguido en sus inicios y resultandome incomprensible lo aburrida que es la serie cuando falta ese ajuste de cuentas (me gustó la secuencia de persecución y justicia a la "María" hacia "Curro"/ Antonio Hortelano) y seguimos sin saber que es la trama principal que vincula ala serie. Sigue mal realizada.

Es que sigue sin resultarme creíble la interpretación de la mayoría de los actores. Es que salvo estos dos actores citados (Megan y Tito) además de Eloy Azorín y Verónica Sánchez, los demás no son creíbles y están muy mal dirigidos; es peor y parece nada más comenzar esta parte que no tienen "rol" ya. Los quitas y daría casi lo mismo. Jordi ReBbellón está apático, pudiera ser el padre de "María", el médico de "Hospital Central" o el "casero" de "Inés", en "Cuéntame" porque es calcado y Lydia Bosch está para mandarla al paro un día de estos y darle su "rol" a alguien que lo interprete más natural y necesite trabajar.

Faltan los mejores de aquella época: Cristina de Inza, Motolla y Joseba Apaolaza y claro Victoria Abril que fue asesinada.

El arranque me ha recordado al cine de Calparsoso. Comprendo que Megan tiene un cuerpazo para verlo en sesión continua y que ya lo exhibió en la lencería de sus primeros tiempos. Sé lo fácil que es tirar del sado y nada trillado que está en la pacata televisión de hoy, pero me sigue pareciendo triste que se cosmetice con ello un argumento que ya deriva y se intente despistar sobre un evidente déficit narrativo, con este grado de crudeza sexual, escenas lesbianas, violaciones sofisticadas y con una violencia explícitamente sexual que falta en lo principal; en la venganza y en la atroz crítica que debía mostrar a la hora de enjuiciar la trama franquista que subyace en la España de los aprovechados de hoy y que campan a sus anchas entre ministros, presidentes, consejos de administración, Fundaciones, instituciones y empresas y pelotazos. y... ¡A vivir, que son cuatro días y la gente es mendiga! Es que comprendo que para ver culos y bragas haya cola y los españoles marquen la audiencia porque parece que no conocen el cuerpo de la mujer y además son unos reprimidos a los que les va la vara de dar o recibir cañita y se regocijan con estas practicas sexuales cuanto más aberrantes mejor. Yo no voy a perder el tiempo para ver a Megan enseñando su cuerpo al estilo de aquellos filmes que surgieron tras el caso de las "Niñas de Alcasser", cómo la violan explícitamente varias veces, le pegan, le maltratan, le azotan y ella exhibe muslamen mientras pasa por las mayores atrocidades que uno pueda soñar ver en la tele. Yo creo que además el morbo está en que es una niña pija "María" y ello excita a los tarados más aún. Aunque comprendo que l@s español@s están muy necitad@s de ver sexo así en plan truculento y mórbido, pero para los que queremos ver un hilo conductor de una vez en el serial y testar una historia bien contada y seria, esto no nos dice nada sino irrita porque es sino un thriller lujurioso aunque con clase.

Reconozco la clase que tiene el erotismo así planteado y el gancho. Una estética que se basa en el concepto de "lujo cuando te violan" pero es que se queda ahí, sigue sin avanzar incluso ante el esgarro de lo propuesto en las violaciones: no se llega tampoco a mostrar el reverso oscuro y violento de que todo vale en una país de sinvergüenzas políticos donde los traficantes actúan como en su casa. Morbo y sólo morbo: chicas encadenadas, narcotizadas, apaleadas, violadas, sexo con agresión y violencia exotismo asiática tras el cual te la meten directa, chuloputas y chicas en paños menores. Y para mí, cuando aún no se define la serie, ello me parece un pegote comercial para reprimid@s sexuales porque la historia no va (creo que no va porque tampoco sabemos de que puede ir) de ello que sí sería un éxito a la hora de crear un argumento impactante y provocador sobre las mujeres secuestradas y torturadas, como digo al estilo de Calparsoro, retratando una cruda realidad de la violencia contra las mujeres,mostrada dramáticamente en televisión. Es que me huele ya el serial a tomadura de pelo. En propuestas anteriores de la televisión como: "La ira", "El castigo" o "Inocentes", esto hubiera resultado una propuesta transgresora pero aquí cubre pobremente un vacío argumental y un sentido de coherencia dramática. Y al final todo queda en un entretenimiento escalofriante para seguir "despistando" al personal sin ahondar en el fondo o definir un argumento.

Merecen mención especial por su trabajo: Megan, inmensa actriz y Tito Valverde que está impresionante como ese viajero del tiempo franquista, camaleón que muda de piel con cualquier Régimen. Ejemplo del sostén económico del franquismo trascolado a la llamada democracia actual y de las redes de corrupción que lo sostienen ante unos súbditos ignorantes y agradecidos siempre al pesebre. Pero el director con cierta aproximación se fija en ello para pasar página rápidamente, se recrea más en esta estética de prostitución de alto standing. Este serial hubiera requerido la mano de Pablo Guerrero (un Sam Pckinpah actual en España), en violencia y crítica cirrótica ala sociedad que engaña y desean ser engañados.

Megan es una de las mejores actrices de Europa, lo dije hace tres años y lo mantengo. Por desgracia nunca me han perdonado algunas personas que un hombre hable con estima de una actriz. Algunas fans se creyeron que Megan era de ellas y para apreciar sólo por las mujeres. Se pusieron celosas y arremetieron contra mí porque no pudieron soportar que a un hombre le gustara tanto o mas que a ellas, esta chica de Huesa. Hoy confirmo aquello que escribí hace tres años, a propósito de su memorable "partera" en este y aquel serial maravilloso que parece melancólicamente toca a su fin: "El secreto de Puente Viejo". Esta semana, Megan, lo ha demostrado una vez más en "Sin identidad". Sabe hacernos sumergir en el mundo oscuro del masoquismo y narra con un registro diferente, totalmente al de la primera parte, ese otro caracter avinagrado, resentido y vengativo que le ha marcado tras su calvario. Actriz que sobresale a pesar de lo artificioso a lo que le obliga el papel, y es que es muy difícil encontrar un director y más entre el stress y la vorágine de la televisión actual, que se encuentra obligada a vender el producto hasta la primera fila, un director que sea capaz de sacar la inmensidad dramática y ductilidad que lleva esta actriz. Lo hizo Pablo Guerrero como ninguno en ESDPV. Pero la actriz Megan Montaner no es un juguete, es la mejor actriz del país en la televisión y requiere otra atención, mayor seriedad y menos fruslerías.

Pero aún y así Megan ha sabido estar a la altura de este inicio sexual. Sé que much@s la habrán visto como una tía buena para pasarlo muy bien viéndola o si la tuvieras y hasta para pajearse pero ha sabido ella mostrar con sutiles formas dramáticas y claves profundas esa violencia sexual que le atenazó y con una estética de erotismo elegante que tiene su mérito. De todos modos no tiene surete Megan con los proyectos de que le ofrecen, en tele o cine.