NACIDA PARA MATAR / CORAZÓN NEGRO

ACTORES DE LA TARDE:

MARÍA BOUZAS, SANDRA CERVERA, RAMÓN IBARRA, ARIADNA GAYA Y CARMEN CANIVELL.

Impresionante el trabajo de María Bouzas ante un "Raimundo" que se despega de ella y ella no puede soportar el haber perdido el control de la comedia urdida. Como se hace enjuta y dobla los dedos retorciéndose mientras se muestra compungida con lágrimas de cocodrilo, como niña pequeña que le han arrebatado su muñeco juguete de enamorado calzonazos. Melodrama negro con dos buenas actrices que lo han bordado esta tarde. Momento de cine negro mezclado con un melodrama costumbrista español. Una gran espiral de maldad y buenos sentimientos que se ha basado en la interacción de tres personajes muy característicos y emblemáticos de ESDPV. Perversidad y crueldad en la "Doña" e inocencia y sentido de honra en la otra parte. La lucha del bien contra la egolatría, la maldad y el deseo de exterminar a cualquier oposición que anida en el tortuoso corazón de una mala mujer, infeliz y desgraciada.Una magnífica María Bouzas que se apoya en apetitos y deseos instintivos que son estimulados y potenciados por la fascinación que produce en ellos la violencia y la brutalidad.

Este es el camino de ESDPV, el del ayer de sus genuinos protagonistas, aquella atracción física por el bien (Megan) y el mal (María), por aquellos sentimientos de bondad, rebeldía, miedo y ansiedad. Aquello que marcó la mejor época de ESDPV. El regusto por la brutalidad fría y calculada, desmesurada y por las buenas formas entre tanta maldad y disimuladas entre sutilezas y tramas soterradas. Una gran época que ha vuelto hoy con los tres actores. Unos tiempos que han vuelto esta tarde que me han colmado de felicidad, con su constreñida maldad, con sus amores sin resolver, con su atmósfera enrarecida e inquietante, con su eterno juego de atracciones y rechazos, de secretos y crímenes, de confianzas traicionadas y sobre todo de ingenuidad y perversidad, buenos modales, tiranía y crueldad en una mujer de corazón negro..

Momento que ha seguido la estética del cine negro, en tema y estética, con ese tema de la maldad detrás de todo y la estética con esa atmósfera de desvelar la verdad entre un ambiente denso  y asfixiante, reflejo externo de intenciones y descubrimientos.

Excelente María Bouzas de gran cualidad expresiva hoy en particular, casi las de una estatua cínica, con una hierática expresiva en el rostro de mención aparte por su hondo calado. Una dura propuesta televisiva de maldad "per se", visceral, en el fondo como en la superficie, y un logro como el descubrir a una asesina que campa a sus anchas a pesar de los dramas causados por sus horrendos crímenes. Todo filmado con una absorbencia absoluta y con la mayor maldad de todas, tener patente de corso para ser el lobo hambriento en una pobre sociedad de suculentos corderos dispuestos para ser degollados. 

No me gusta nada Alvaro Morte y no es por nostalgia de Rubén ni porque le veo muy amanerado y nada galán. Es que parece se descojona de todo y ante una secuencia enorme de "Aurora" esta tarde le sale un sonrisa de niño malo que consigue su capricho que tumba la gran labor de Ariadna. Como le sigan poniendo al lado de ella, la hunden. La hija de la partera no puede tener a un soplagaitas cachondo de enamorado. 

Rubén era Rubén y a pesar de verlo blando en algunos momentos, era un partenaire adecuado para la estirpe de "Pepa". Se marchó (Dios le tenga en gloria de la Generalitat) pero supo comportarse como maduro en sus convulsiones de amor por una adolescente. Pero es que Álvaro también es para mandarle  a interpretar a Shakespeare poprque su enredo amoroso no funciona o cola ni con loctite y está aquejado de una crisis de inspiración absoluta en su interpretación. Otro que va de guapo, de bella voz viril y masculina que cree que con dos monerías, un sonido gutural  operístico y una sonrisa picaruela, ya tiene a la audiencia bajo su sugestión. ¡Vamos! Que una mujer te bese como lo ha hecho "Aurora" y el se quede inane es para pensar muy mal.

Me alegro que una chica como la salada Carmen Canivell (a quien hemos visto en "The Box" y como "Carlota" en "Amar es para siempre", que me gustó mucho) se haya visto beneficiada por el casting de ESDPV. Que tras la marcha de Blanca Parés (que ahora va a rodar otro filme cutre de Almodovar y su escandalosa y hortera troupe de mantenidos) no hay bien que por otro mejor bien valga. "Quintina" estaba ya idiotizada absolutamente y desperdició una trayectoria increíblemente buena su actriz. Se le notaba mucho a Blanca Parés la inquina y prejuicios que anidaba. Me alegro que de tal liberación, otra persona que se lo merece tenga una salida profesional, por cierto una buena humorística, y se haya beneficiado. Los que sabemos de que va el tema, trabajar con el manchego es un desprestigio. Una persona que es capaz de realizar "La flor de mi secreto" o "Los amantes pasajeros" (rodada en el pelotazo del aeropuerto fantasma de Castellón) y montar a cuenta de pobres contribuyentes las escandaleras fastuosas del festival donostiarra,  es para no ir  a ver jamás un filme suyo. A mí me da vergüenza y jamás le he atisbado algo de esa genialidad que determinada  casta política le concedió como director de Régimen.

Hoy Carmen ha estado muy bien cuando escuchaba a "Emilia", poní sentido y reflexión a la existencia de "Hipólio". Y tiene química con Selu.