ACTORES DE LA TARDE:
RAMÓN IBARRA, SANDRA CERVERA, ARIADNA GAYA, EVA MANJÓN, FERNANDO CORONADO, CARLOTA BARÓ Y ALEJANDRO SIGÜENZA.
"Raimundo" decide marcharse. Es otro personaje que, y no por culpa del guión, ha venido a muy menos aunque ello haya quedado justificado por la edad que le ha limado. De hecho, su relación masoquista con una mujer por la que tuvo auténtica pasión, y el encuentro entre ambos en la actualidad, son para echarse a llorar de pena. !Lo que fueron en sus días! Es más: que decadencia de "Raimundo". Los que tuvimos la suerte de ver los inicios (yo entré cuando estaba ciego) nos damos cuenta que no es aquel referente ni por asomo de sus días. Podemos decir de muy literaria referencia. Se vaya o no, no tiene ya cabida, está de relleno (el actor compagina ESDPV con otros proyectos), resignado y ha perdido aquella aura de inadaptado que atravesaría quince mares para cambiar una sociedad injusta; beligerante siempre contra la injusticia que ha finalizado fagocitado por el sistema porque muere de mayor (de muerte ideológica), fallecen ya en él hace tiempo aquello sus revolcados delirios de juventud; aniquilado moralmente porque la vejez le ha cambiado y como en la mejor tradición de la novela del 98, tomando chocolate con los curas o cenando con la bruja "Francisca", hecho todo un calzonazos crédulo y despistado.
El mejor "Raimundo", el que sobrevivía como el ave fénix cuando llegaban los peores tiempos y usaba la dialectica palabrera, ha muerto hace tiempo en el guión y en la ilusión del actor que interpreta como sin nada, de relleno para cubrir el expediente.
Con Megan Montaner, fue el más grande personaje de la televisión de los últimos cuarenta años. Un ilustrado de la generación del 98, de vena pasional y juvenil hipercrítica que, con toda su patina progresista, acaba hasta incluso con los discursos tertulianos y se hace un melancólico que da mal fario. Es hasta casi gafe, atrae a la mala sombra y crea incertidumbre y angustia por doquier. ¡Gran actor Ramón Ibarra! ¡Que pena que los ideales de su generación le hayan dado la espalda, como a "Raimundo". Ramón es un hombre encantador como mucha gente noble del País Vasco pero envenenados por la ideología de las subvenciones y enchufes, como yo llamo al nacionalismo donde se ha hecho de todo para mi patria pero con el dinero de los demás y para beneficio del Régimen y de sus acólitos.
Pero este Ramón de ESDPV, que no tiene nada que ver con el policía vasco medio lelo que interpretaba en la EITB para hacernos simpática a la Ertzaintza, ha sido lo mejor de su vida. Y en especial este "Raimundo" de vejez que se acaba en él mismo, cuando se van los últimos, cuando se queman los últimos capítulos tras su derrota y perdida del gran amor de su vida, ya irrecuperable. La cultura del vasco antiguo que se refleja en esta serie, del intelectual decimonónico que plasma en su desengaño entre corruptelas y un país que nadie lo va a cambiar y que con discursos para resolver los atrasos y las realidades afrentosas de este país , menos. El inmenso "Raimundo" se ha marcado un soliloquio en toda esta su etapa en ESDPV se atrinchera en el individualismo y se va diluyendo en la ausencia, parte por el camino como si fuera un filme del gran Manuel Mur Oti hacia el olvido para que sólo sea en la memoria donde se le recuerde como lo que fue en sus mejores días y quede por detrás la claudicación final.
De acuerdo que puede seguir en la serie, pero ya no le veo sentido. ¿Se va Ramón Ibarra?.
Como aquel personaje de Mur Oti interpretado por el gran actor Fernando Nogueras que murió pobre y que pedía dormir en los estudios de doblaje en los que trabajó, "Raimundo" como "Luis" del filme de Mur Oti, fue de amores apasionados, culo inquieto, de tertulia y bisturí en el caso de "Raimundo Ulloa", marcan los dos el final del recorrido del camino, donde se pone fin a la aventura apocalíptica del hombre que acaba resignado, el ser humano que se va un día por última vez abocado siempre a una decepción trágica que pretende ignorar.
¡Adiós! Al personaje más familiar de ESDPV. Al más tierno y noble con "Pepa", "Hipólito" y "Mariana". El más tangible y emocionado que es el familiar, el padre. El que más amó y el cobarde que huyó. El que desvela el corazón limpio y al que siempre se le lleva al garrote en España: el disidente y el que no se casaba con nadie que no fuera la verdad y la justicia tan necesitada por los súbditos en un país corrupto de arrogantes, ladrones y criminales, vividores y que ofrecían hasta el culo para disfrutar como mantenidos. El hombre que deja ya a su familia y que parte hacia el olvido y la muerte a la que, en intimidad, tiene derecho. Quedará en él siempre algo del calor de aquellos tiempos en los que cobijo y creó una gran familia y a la que quiere le recuerde siempre como un bello anciano que en su día luchó por la verdad y por mejorar las cosas; el hombre que se equivocó porque la vida se lo comió y erró pero que fue una persona existencialmente muy humana. Que se olviden todos de aquellos cantos de sirena y que le perpetúen en la memoria con gran cariño. Todo lo demás, insistir en su presencia ya, serían reiteraciones, momentos aburridos, decadencia y mucha melancolía por ver morir al grandioso personaje, sentimental, entrañable y crítico hasta el refajo de "Raimundo Ulloa". Parte hacia la leyenda de la televisión.
Todo ello interpretado por Ramón de modo austero y elegante, rico en matices, con pinceladas anticlericales, sobrio en la contención dramática y revolucionario en el sentir. Peleando contra los gerifaltes y las fuerzas vivas, cargados de hipocresía y mezquindad, arribistas y cobardes, explotadores y analfabetos, malos e hijos de puta. ¡El Gran Raimundo"!
De él escribí:
"Es casi como un vasco auténtico. Como “Zalacain” aventurero partió allende mares y volvió con proyectos y tramas que le retorcieron su regreso. Tuvo su “Mayorazgo de Labraz ”. Se bateó en “La lucha por la vida”. No pudo retener su “Casa de Aitzgorri”. Su amor es una “Dama errante” y errada en demasía. Sus memorias son “Las memorias de un hombre de acción” y en su “Camino de perfección” acabo cuasi derrotado por no decir envenenado al tajo".
Momento que me ha recordado a Charlton Heston, cuando "Piedad habla de la naturalidad, sencillez y trato familiar hacia todo el mundo considerado como igual, en Marie Curie desde sus Premios Nobel. Así era Charlton a diferencia de tanto tontit@ que se cree de"Oscar" por haber hecho una peli subvencionada y ser invitado a los festivales con derecho a habitación y chorrito placentero de agua en una bañera de hotel de lujo con hidromasaje para sus partes.
Entrañable secuencia la de la toquilla de "María". es que se nos pone la carne gallina cuando nos mencionan a las leyendas "Puenteviejinas". Aquella "María", preciosa Loreto, que sonreía y lo iluminaba todo en la inocencia de sus inicios y que se hizo una mujer que tuvo que dejar todo por vivir con su amor e hija.Fuerte, tierna, dulce y valiente y una buena actriz Loreto Mauleón. La actriz que representó en ESDPV un mundo lleno de gracia, curiosidad y amor y desgracia. Bien todos en esta secuencia. Sandra, Carlota, Fernando y Alejandro. Con una Sandra a la que parece le han cincelado los arcángeles porque es de lo mejor del serial.
Un gran chiflado, obediente y en penuria, convertido en Gandhi, vuelve el alcalde. Tenían ganas sus compañeros de tenerle al lado, sobre todo Maribel. Mahatma que fue y se hizo como ellos pero que en este caso, más que luz, traía hambre y no es padre de la India ni tan siquiera de su casa ya que no le reconocen sus familiares, chavetas tanto o más que él. ¡Buenvenido Enric! Actor del Ancien Régime.
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