José Ignacio Salazar Carlos de Vergara: "SIN IDENTIDAD" ESTÁ SIN IDENTIDAD Y A LA DERIVA

Tres directores cobrando para este pobrísimo resultado de "Sin identidad". Joan Noguera, Kiko Ruiz y Jorge Torregossa. Sólo Megan Montaner es lo importante y lo que acaudala más valor y genera interés. Lo demás es una sinsorgada absoluta ya.
Siempre confié en Megan, es un ser prodigioso, creo que ahora rueda en Italia y creo esa será su salida porque, aquí, tras su memorable "Partera", sus trabajos de cine y de televisión dejan mucho que desear; no por ella sino porque no se la toman en serio, ni la dirigen y ya en esta serie su esfuerzo cae casi en saco roto en una serie que ha perdido el interés, el rumbo y hasta la propia identidad. Ya no sabemos de que va. No porque la venganza no llega, es que hasta los demás personajes los han transformado en muñecos que se muestran durante algo más de na hora para cubrir metraje y hasta la próxima semana.

En esta serie ya sólo deslumbra ella, no por sus escenas sexys; los demás personajes están todos destrozados. De aquel interés de la primera parte no resta nada. Es que es pésimo, con una fotografía mala y el sonido, peor; unos diálogos recurrentes; una abulia en la dirección y una desgana absoluta ya en seguir insistiendo en las tramas que se empezaron a esbozar en una primera parte que, contemplada desde hoy, era de alta calidad. El robo de los niños; el sentimiento del "robado"; la justicia y la corrupción política; el mundo del abogado que pacta con el poder; las nuevas tecnologías; la investigación periodística y el seguimiento de la trama; la intriga, la mafia y los más abyectos métodos para silenciar; la intervención de instituciones en el tráfico de bebés y esa venganza que no llega; las dos madres y los conflictos psicológicos en la protagonista; incluso, sin pretenderlo el director o no atreverse a abordarlo, el franquismo que anida en el sistema de Partidos en la actualidad. Es que no queda nada, incluso en esta semana, el personaje del tío "Enrique" ya se confunde con el resto de los demás que ni dicen ya nada, aportan menos y sólo destaca ya Megan Montaner porque, incluso, el potente personaje de "Amparo" y su buena actriz Verónica Sánchez, está vulgarizado y y resulta anodino y sin inspiración. Y por cierto, otro de los personajes que más me sorprendieron en la primera parte, que no me gustó en "Gran Hotel", fue en esta serie el "frikazo" de Eloy Azorín/"Pablo", esta semana convertido casi en un mirón que pasaba por allí. Es que, incluso, sin más interés, hasta la casa y su piscina en concreto la hemos visto ya en aquel filme serie de Daniel Calparsoro: "Inocentes", donde tomaba el sol Michelle Jenner. ¿Qué fue de aquella identidad encontrada?

Megan tiene que irse a Italia y desde allí triunfará porque sabrán entenderla, dirigirla y porque le aman. Aquí está condenada a hacer filmes mediocres. Me da pena porque en "Por un puñado de besos" era tan mala que como ocurría en aquellos cine de los tiempos de mis padres, la gente se reía en secuencias pretendidamente importantes. Filmes de Megan, mal contados y narrados peor. Filmes tontos para gente joven inteligente. Ésta, en concreto, es una película que no hay por dónde cogerla; con una tema muy serio tomado a broma; dando sus este pretendido amor novato e inocente, vergüenza ajena. "Dioses y perros", que muchos cines ni la exhibieron, con una mal actor como Hugo Silva, era de mayor aún vergüenza, lamentable y machista.
No sé que tiene algun@s director@s para olvidarle tanto. Actrices con muchísimo menos interés y mucho peores han sido llamadas hasta por Almodovar ("Silencio"). La mediocre Blanca Parés que fue buena en tanto que tuvo un buen guión y estaba bien dirigida en ESDPV por Pablo Guerrero, ha ascendido hasta ese enigmático clan de modo sorprendente. Por cierto Almodovar se ha llevado con su productora "El Deseo", desde el 2002, incalculables subvenciones para mostrar ese falso país de estereotipos progres como nos identifican en el extranjero: un país de putas, trasvertidos, yonquis e histeri@s. Sobre Blanca, además, hace poco ha terminado ese mediocre filme de torturas, crímenes y mutilaciones de Rubén Dos Santos, "Pasión criminal", que suena a "Chucky el muñeco diabólico" y a tanto filme de los 60 producido en España sobre este género. De aquella España tardo-franquista que fue la consecuencia de un país fracturado que se debatía entre las ansias de calidad y libertad y la represión y afección al Régimen. Por cierto que ni se estrenará en los cines.

A Megan le han hecho mucho daño algunos de sus más fanáticos que haga lo que haga es deslumbrante y te sacan los ojos si dices lo contrario; pero ella se tiene que conformar con mediocres papeles de cine costumbrista patrio, malo y subvencionado. Siempre he defendido que vale más y me da pena decirlo pero l@s mejores director@s no le llaman ni la consideran; ellos se lo pierden. No sé quien la representará pero casi nada de lo que ha hecho vale mucho que no sea demostrar su enorme potencial y su garra, a excepción de ESDPV y porque Pablo Guerrero la supo comprender, la dirigió impecablemente, amándola y así resultó aquel prodigioso personaje de "Pepa". Es que ni en "Víctor Ros" resultó tan deslumbrante. Yo cada día me confirmo más que sólo son llamado@s en este país los más corruptos en todas las profesiones y l@s buen@s sólo tiene por delante sobrevivir, poco triunfar y aguantar lo indecible.

En este que nos ocupa hoy, "Sin identidad", sólo deslumbra ella y aún con menos voltios y vatios. Ya me mosqueé cuando la sacaron tanto en braguitas y se acabó luego el primer capítulo del retorno.Pero ha perdido todo la serie. Se confirma en esta segunda entrega. Se derrumba el pulso narrativo; ya no que nada de aquel rimo intrigante se secuencias y temas; incluso nuestra decepción es tal porque siempre pensé que, aquello, se podía haber llevado a la gran pantalla.

Fue un serial que en sus comienzos, en el apartado de actores, fue un revulsivo; era traer a actores buenos y olvidados (como Rebellón, Bosch, Valverde, Apaolaza....) de nuevo a la palestra y formaban un buen equipo. Alabando se invirtiera en mostrar lo bueno que puede contar lo nuestro, lo bueno dejar de lado la mierda de Telecinco para educar y revolucionar conciencias dormidas, sacar el buen gusto de la gente y mostrar lo más comprometido de una sociedad a través de ese gran invento de la televisión. Pues, como tanto cine español que comienza bien, se pierde, no ahonda porque no es valiente, no se sabe terminar y pierde la identidad y hasta el sentido.

¿Para cuando piensan dejar el tema de la venganza porque se lo está pensando a través de reparos que le pone el muy contenido "Pablo" ahora?. No es que me prime pero entre tanta paja, algo tendremos derecho a disfrutar soñando con una Megan justiciera al estilo de Charles Bronson. Creo que esta va a ser de las últimas crónicas que voy a escribir sobre la serie. No merece la pena, estoy totalmente decepcionado, al final resultará un timo diluido en agua de borrajas porque ya asoma que casi todos son inocentes menos el tío y muchos otros personajes han desaparecido. Pantomima de país que hace de todo una fruslería y no interesa hacer una serie castigando al poder corrupto, como ocurre en la triste realidad española.

Felicito a Megan y le animo a marcharse de este país donde los directores subvencionados y progres que vienen al Festival donostiarra, ni la conocen o hacen que no se acuerdan. Está comprobado. Es una gran chica y muy muy buena actriz.