ENDIOSADOS

ACTORES DE LA TARDE:

JOSÉ ANTONIO SAYAGUÉS, ANDREA DURO  Y SARA RIVERO

Ha sido demoledor. Cincuenta años después contemplado, tras de tantísimo dinero tirado en partidos políticos y estructuras democráticas, la voz de José Antonio Sayagués ha sido rotunda, deseando que algún día en España se hagan leyes contra los malhechores y a favor de la gente buena. Tremendo desgarro que tiene el hombre y abuelo porque un canalla se lleva secuestrada legalmente a su hija, seguramente para martirizarla y pudiera ser que matarla. Esta es la España de la democracia, la de 1.964 era la misma, que sólo ha legislado en favor de mujeres para buscar votos fraudulentos pero que sigue machacando a los trabajadores y gentes más decentes. La diferencia se encuentra en el sarcasmo que, ayer, era obligado y silenciado esta sumisión de la mujer al marido, y hoy el Estado de Partidos lo hace porque los que votan admiten la corrupción de la justicia y les encumbran para dejarles hacer lo que les venga en gana. "Pelayo" ya lo anhelaba en ese año de 1.964, lo que hoy es urgente y casi imposible de conseguir: que España deje de ser el basurero de todos los delincuentes del mundo. Con una atroz variante, que las mujeres han alcanzado algunos derechos y no son ya reas de un marido psicópata, que tienen más apoyo (no porque les importen a los políticos sino porque les dan votos) pero quienes sufren como "Clara" ayer, hoy, son los pobres súbditos bajo la bota dictadora de los aforados de los partidos políticos con los que no te puedes meter y te tratan como "Juan" a su esposa, dejándote inerte y aterrorizado si osas contradecirles. Sólo desean fidelidades absolutas y que nadie intervenga para proteger, como pudiera hacerlo una prensa que somos absolutamente vapuleados por todos para que nos callemos y que nadie piense o conozca. Esto llega en un día que se ha aprobado ya la Ley Mordaza.

CON:  JESÚS OLMEDO, ANABEL ALONSO, MANUEL VAQUEIRO, ÓSCAR LADOIRE

Es durísima la serie. Escamotea y pasa porque habla del ayer pero, por analogía, sale el presente, en este caso el tortuoso camino que deben seguir las chicas que comienzan en su soñado mundo de la interpretación (ayer sin preparación académica y hoy salidas de la escuela) haciendo de modelos fotográficos para gentes como el siniestro Van Bommel, lascivo personaje que intentará humillar a "Lucía", desnudándola para después prostituirla mientras le camela con el triunfo que llegará tras el disparo de un objetivo a un cuerpo medio en vestir o en pelotas. Ello no se cuenta, ni las protagonistas lo hacen; de hecho, las aberraciones de los viciosos que las usan, y lo que transcurre en esa cripta de prostitución, son celosamente respetadas por ellas porque, contar lo que les hicieron en una sesión, lo que les propusieron y la nada a la que casi llegaron, es un secreto bien guardado y una conspiración de silencio.

¡Que desaprovechada estuvo Andrea Duro en ESDPV! Habla la tarde de estos actores arribistas. Vimos en "Cuentáme" una secuencia valiente hace ya una temporada. Como una mánager lesbiana le promocionaba a la hija de los "Alcántara", la actriz Pilar Punzano, si se acostaba con ella; como no lo hizo y no se plegó a sus vicios, la anuló como actriz y tomó represalias contra su hermano periodista. O follas o te follan. ¡Ese es el mundo del espectáculo! Del que son cómplices consentidos muchos y muchas.
Nunca he comprendido cómo se puede vender la gente por su ego y por un papel. Mientras los demás, salvando nuestro trasero, peleamos por sobrevivir; no se que ocurre en este mundo del artisteo que lo primero que te hacen es proponerte algún folleteo sin empezara trabajar. El capítulo ha sido enormemente valiente a este respecto.
Esto también tiene su lado por el reverso de la moneda; el mundo anterior y sus gentes se van apartando, los actores se endiosan, sobrevuelan a los mortales y acaban siendo una casta de engreídos y arribistas trepas que se reparten favores y cama. Cargados algunos de ambición y falta de escrúpulos (ello ya se estudió en el cine), comienzan como va a hacerlo "Lucía"; para trasladase al mundo real y seguir interpretando, matándolas y trepando a la callada; dejándose querer, menospreciando al público que les adora y que hacen hasta lo indecible por mantenerlos entre lisonjas y algodones, plausos y fervor, mitomanía y sometimiento y, ellos, pasando de esta claque de pobre gente.
Con esta secuencia de esta chica con la maleta que me ha recordado al cine de chicas desdichadas y de aprovechados de Valerio Zurlini, comienza todo; prisas prefabricadas para marcarse; desinterés hacia su familia y gentes que le quieren y una adoración al becerro del destello de las candilejas que les han propuesto. Corriendo a encontrar ingenuamente esa fama que enaltece hasta la monstruosidad las más supremas y chulescas ambiciones. Endiosados.

Irónica secuencia entre "Benigna" y "Arratia" sobre las burlas del destino y los deseos de amor que sobrepasan fronteras delincuentes y son incomprensibles pero que se sienten así como algo enorme en el corazón. Secuencia muy bien interpretada por Anabel Alonso y Óscar Ladoire, entre el drama y la vis cómica que presenta una peña de hija de lo más pintoresca.

Con una enormemente glamurosa Sara Rivero en una secuencia onírica y de marcado tono surrealista, que habla de crear un sueño y promocionar con dinero una ilusión (algo valiente también que habla de los concursos comprados y su tramposa decisión del jurado). Escuchamos unas palabras de confesión sobre el concurso amañado, vemos sus ojos de preocupación por alegrar la vida y dar aliciente al creador de un perfume. Es una escena admirable, son ideas poéticas muy arriesgadas.