LA ESPAÑA DE LOS MARICONES

Un saludo personal!

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ACTORES:  JUANMA LARA, JOSÉ ANTONIO SAYAGUÉS, NATALIA RODRIGUEZ

Y LOS DE LA FOTO: ANABEL ALONSO, JORGE SANZ E ITZIAR MIRANDA

Antes, en España, como se muestra, no se podía escribir sobre política contraria a los Principios de aquel Movimiento. Hoy, no se puede ni hacer crítica sobre un serial de televisión.

¡Qué triste país es España!. Hace cincuenta años un tortuoso sargento de la GC denomina así a los actores: maleantes y maricones; hoy, son algunos actores progres quienes preguntan si somos gays los que escribimos, como hizo un actor de Puente Viejo. ¡Pues mire usted! Le respondo: No soy gay ni por tener pelo largo rubio ni mucho menos por haberme sentido orgulloso de escribir sobre una serie que he llevado muy dentro en mi corazón y he volcado mi esfuerzo, poco talento y sensibilidad en ella. Ni soy mujer ni gay por ejemplo por haber encumbrado a usted en un pedestal sin apenas haber hecho nada en la televisión y, hoy, estar lastrando el cuerpo sin mayores perspectivas. Ser actor en España, era llorar, hoy es ser alguien poderoso; y ser periodista era y es verte las puertas cerradas por no pertenecer al Régimen de Partidos y andar con cuidado por si algún fanático te rompe un día el caletre, con el aplauso general. De eso iba este estupendo capítulo de "Amar es para siempre" de esta tarde. ¡Cómo cambian los tiempos! Antes, la Benemérita buscaba octavillas, libros prohibidos, y detenía para silenciarte borrando las huellas de tu soflama de pasquín; hoy, que no te pile un político porque no le lames el trasero, vas a la cola del paro en directa; hoy, los periodistas, te quieren silenciar en ruedas de prensa porque no eres del Lobby y criticas infumables filmes subvencionados de quinta que se exhiben en el Festival donostiarra o denuncias las subvenciones fraudulentas al cine español y sus portentosos directores. O te llaman facha porque no saben de que pie cojeas en el arte del engaño político y en el hambre de la mamandurría caciquil.

Aquella sociedad cómplice y culpable de la que habla "Pelayo", adormecida y encantada de su Caudillo, es la misma que hoy, marchando de progretas, te denuncia, se chiva y pide te apaleen por criticar a la España actual. Tío raro si no perteneces a algún partido o paces de algún pesebre maloliente. La misma fascista sociedad que aprendió que necesitaba de un papá que le resolviera su no comprometerse con nadie, que te deja en la estacada hoy y pide te corten la cabeza por ser crítico y no comulgar con el engaño nacional de la supuesta democracia.

España y su gente siempre han tenido miedo al espíritu liberal de quienes analizaban lo que nos oprimía o sojuzgaba, que contaban lo que era la vida en este país y lo que necesitábamos de libertad y cultura para engrandecerse, de los que daban la cara por los demás abriendoles los ojos. Pero los iguales que aplaudieron a Franco, a Felipe, Zapatero o a Rajoy han sido siempre nuestros mas poderosos y cercanos enemigos. Es esa misma mentalidad carpetovetónica que llamaba "maricones" a los Beatles, que aplaudía en los desfiles de la Victoria, que dejaba a los estudiantes sólos frente a las torturas, de los acomodados con el Régimen extraperlista y de pelotazos inmobiliarios que se alegraba cuando te detenían o lo justificaban porque "algo habría hecho". Franco no sólo era él, eran aquellos otros que se limpiaban las manos cuando se la daban  a un obrero y todo aquel otro cómplice silencioso de sus crímenes y chanchullos.

Pero es muy triste, cincuenta años más tarde, aún no se puede escribir con libertad sobre nada y menos sobre "El Secreto de Puente Viejo", donde algunos arremeten porque estableces claves sobre la debacle de la serie y das que pensar a la gente de por qué no funciona, el serial o el País. Por no hablar de la campaña que la progredumbre está lanzando actualmente contra los que están en contra de ir  a la guerra (antes estaban ellos) que estaba prevista y organizada tras los atentados de los que se sabía y no se impidieron. Los actores tildados de maricones y maleantes eran vilmente vilipendiados, hoy nos agreden porque somos fachas al no comulgar con su vividuría y la sabiduría de su trapicheo político. Pero ni con Franco, con Zapatero o Rajoy, se puede escribir algo que no traiga consecuencias gravosas si no perteneces a la órbita de los aparatos del Partido. Yo he perdido amigos en la profesión de actor (yo soy también actor de doblaje) porque no comulgo con Carmena ni con los que usan de su status de actor "notorio" para vender "la ceja" o el culo.

Esto que se nos ha planteado el capítulo. Hoy, por analogía, no te detienen pero sí te cierran las puertas porque las dictaduras temen a la razón, la independencia o verdad. Contra Franco había una cierta solidaridad, hoy se te echa encima la población entera como antes la policía de Franco. La gente no quiere le digas lo que de razón de la miserabilidad que tiene su vida y le cuentes de donde proceden sus infortunios y cómo debía rebelarse. Lo que le ocurre a "Leonor", décadas después, sigue siendo tan aplicable a la disidencia intelectual de un país completamente servil y muy aborregado, insolidario y satisfecho de que le engañen y le manguen los suyos o los de los demás.

Hoy se venera falsear la realidad y poner el trasero. Todo para obtener interés o beneficio. ¡Pobres aquellos estudiantes machacados en las comisarías, para lo poco que lucharon! Hoy los códigos éticos o de verdad están por los suelos. Sólo cuenta la frivolidad y los asuntos de poca monta para callar sobre de lo que de sinrazón subyace de una honesta verdad perseguida como con Franco aunque sin cárceles pero sin trabajo por delante y con el paro por detrás. Hoy se entierra la realidad y su fondo entre noticias distorsionadas y delirantes, manipuladas para que el político que subvenciona, gane y te de más "pasta". Franco era horrible y esto aterra también. El escribir de hoy se reviste de una petulancia horrible. La mezquindad es moneda corriente. aquellos que escribían contra Franco y daban lecciones de democracia sin saber de que se trataba, se han hecho unos dictadores de cuidado; se pensaron que el tomar el poder compartido les daba manga ancha contra todo y proceder contra el pueblo español como les venía en gana

¡Aquella España que zahería al homosexual se ha hecho más retrógrada que "Perona" hoy! Y hoy maricón sin remedio es cualquiera que va por libre o aquel que no pertenece a un clan. Hoy si no eres un mentiroso, un vendido al egoísmo del interés personal y no cubres la corrupción y no participas de la vividuría más zafia, estás tan o más marginado que hace 50 años con "Perona".

Aquella España perseguida que creía que tras la caída de Franco llegaría la democracia, que tanto peleó y sobrevivió, plaga de curas y militares, se ha convertido en un mundo falso, maquiavélico y farsante, en la dictadura de varios partidos y sus coleguis, en una antología de lo fascistoide, donde te persigue no ya la GC sino tu vecino y te llama marica hasta un actor de una serie sin mucho futuro. Esclarecedor capítulo.

LA FOTO DE LA TARDE. REPLETA DE BELLEZA, NOSTALGIA E IRONÍA. Y TAMBIÉN DE MARKETING.