Pedro Sánchez es un tonto redomado acabado que ha terminado su carrera política, preso de una desmedida ambición que le va a llevar sí o sí al abismo de los que, dentro de poco, nadie recordaremos por su traición al pueblo español para salvar unos muebles que están totalmente carcomidos. Es un ejemplo de la estupidez de la izquierda española que piensa que con el Estado de Partidos corrupto va a llegar a cambiar las cosas para crear una República Presidencialista y Constitucional, aunque este ambicioso Sánchez cree un gobierno plural que dice y de izquierdas , o "Podemos" y sus marcas blancas tengan representantes que méen en la calle como Águeda León o enseñan las tetas como Rita Maestre. Jamás con ellos, viciados y franquistas todos, iremos a la democracia representativa, primero habría que no ir a votar y expulsar a todos mediante la abstención, a ellos y a toda esa podredumbre que han creado las jefaturas de los indeseables partidos políticos españoles. Por ello, por los vergonzosos pactos entre Partidos, por una nada democrática Ley Electoral, el pueblo no conforma al poder y lo deja en manos de gentes como Sánchez que, habiendo perdido clamorosamente él, Madrid y su partido, quieren conformar gobierno con grupos extremistas y rupturistas, de los que sabe será rehén, a los que les ha dado Grupo parlamentario, sin consultar con el elector, dejándonos atónitos, pero que lo hace para conseguir su salida, el dinero, el poder aún a riesgo de romper el país. ¡NO tiene ni nombre!
Imaginense en Francia, sin segunda vuelta, en las pasadas elecciones, que el PSF hubiera pactado con la ultra-derecha de Le Pen. ¡Inaudito! Eso es lo que pretende hacer Pedro con la ultraizquierda. Por cierto, el pasado día en el "Cascabel" un alcalde rudo, pelota del Sánchez, tuvo la ignorancia osada de decir que , en una segunda vuelta, el PSOE ganaría. Nada más lejos de la realidad parte que hablar de 2ª vuelta es inmoral en España tal y como está el lupanar. En las segundas vueltas puede variar y mucho el número de votantes, asustarse muchos y manar a tomar por el comunismo rancio al traidor Sánchez. Ninguno quiere una segunda vuelta. Quieren componendas y pasteleos casi de golpe de Estado como la cesión de cuatro senadores, elegidos directamente por los electores y del PSOE, a CDC y ERC. Impensable desde la lógica socialdemócrata europea y desde el interés general de este país que pasa por momentos tan agrios y peligrosamente secesionistas.
Es inasumible lo que se entiende por ser demócrata en España. O sea, apoderarse del poder y elegirse entre ellos desde variopintas versiones de chanchullo anómalos y carente de otra lógica que rentabilizar a los aparatos de los partidos, en sus ambiciones de poder, colocar a los suyos y aplastar incluso a mayorías, formando otro bipartidismo con todos loa demás y la abuela.
Lo del PSOE que es todo el mismo, que juegan al poli bueno y malo, que están todos con los extremistas, no es de ahora. Los donostiarras hemos contemplado al PSE de Euskadi siempre con la radicalidad aunque algunos les aventuraramos que el ínclioto Elorza perdería la alcaldía. Odón era otro socialista para el cual, los que defendíamos la limpieza política, los consensos amplios entre partidos fuertes, pedíamos transparencia y criticábamos la falta de democracia y por supuesto su gestión éramos sospechosos. Mientras que Aralar, EB, el mundo radical al que siempre hizo guiños, eran el futuro del entendimiento. Como los socialistas que hablan ahora en tertulias, él decía que había que atraer a la izquierda abertzale al redil de su democracia y expulsaba del ayuntamiento a periodistas que no veían ello con buenos ojos. Y nadie le decía nada. Ahora siguen igual los socialistas vascos y españoles a pesar de haber quedado diezmados en las urnas y uno se ha preguntado siempre: ¿Que tienen con los radicales, los socialistas? Es más, estuvieron apoyados por el PP en el país Vasco con el insignificante Patxi López y lo ponían a parir los socialistas. Y no hace mucho un trepilla socialista que empezó en un pobre ayuntamiento que sigue en la miseria, en Gipuzkoa, pero ahora que ha ascendido a la Diputación y el pueblo sigue en la indigencia, se enfadaba conmigo porque le reprochaba los pactos electorales con Podemos en las anteriores elecciones municipales y provinciales. Afilaba los dientes y ¡Prepárate! Ya sabemos que el PSOE es un lacayo de la ultraizquierda que le va a llevar a la quiebra y desaparición del Partido, por su adicción a pactar con ellos.
Es algo bochornoso, impúdico el interés de Pedro. Es inconcebible no sólo en Europa, en África también. Es inconcebible no sólo en Europa, en África también. Se ha perdido el decoro, la visión de Estado, se han hecho unos golpistas legales. Reniegan de una Monarquía pero no de sus prebendas y juran lo que no acatan. Son unos sinvergüenzas políticos porque aceptan lo que luego dicen cambiar o pactan entre ellos como pretende el impresentable PSOE. El PSOE quiere llevar lo más casposo al poder, los más cínicos, ignorantes a posta y golpistas. No se puede cambiar España sin ruptura. Todos, y Pedro ahora, representan a las oligarquías y los vascos donostiarras que vivimos en Francia sabemos muy bien que el que intenta, honradamente, cambiar el sistema desde fuera, es un traidor y un facha, sobre todo por defender que el nacionalismo, todo es de derechas y burgués, un cuento, para apoderarse la izquierda de las instituciones, en este caso con el PSOE, para acabar con él después, porque nunca los llevaran a su rebaño ya que los nacionalistas de ERC, en el nacionalismo, se sentirían limitados de clase.
Yo no quiero a esta basura de socialistas ni a ninguno. Quiero un sistema como el que tengo yo en Francia: a doble vuelta y elección directa. Donde la representación es la de el mandato del pueblo y no el cambalache de unos corruptos partidos. Donde puedes revocar a un diputado que no cumple su mandato. Y por detrás de todo, dos golpes que ha habido en este país: el del 23 F y el del 11M que fueron para cambiar a Suárez y al PP. Si quiere el PSOE entero cambiar algo que lo haga con libertad política y derechos generales, no con pactismo con los mismos de lo mismo. con los vividores del Estado de Partidos.
Incuestionable.
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