La instituciones europeas quieren que levantemos sus sueldos y su buen vivir politico y apoyo a sus empresas, casi gratis y sin cobrar, reprimiendo. Como lo han hecho con los CRS estos días.
Jamás estos dos fascistas de Valls y Hollande pensaron la gente saldría a la calle contra una aberración: quitar a los trabajadores décadas de lucha y hacer retroceder las conquistas sociales de los asalariados durante el siglo XX. Estos dos continuadores de la política que no se atrevió incluso a realizar Sarkozy, pensaban impondrían lo ordenado por Bruselas y los ciudadanos y sindicatos se iban a quedar en casa, como bovinamente hacen las fuerzas sociales y sindicales en la triste España. ¡Menudo susto se han llevado! No saben por donde salir. Incluso Martine Aubry, dirigente socialista y alcaldesa de Lille, ha denunciado ser "demasiado", oponiendo a dicho proyecto de ley, y denunciando a Valls y Hollande que están colocando al partido y a Francia al borde de la implosión.
En España, y más con las elecciones que llegan de nuevo, a ningún partido le interesa sacar el tema. Zapatero y Rajoy ya hicieron con el aplauso general esta ley de reconversión laboral y eso que es menos dura que la que los masones preven en Francia. Me da risa cuando los socialistas radicales de Sánchez y los totalitarios de Podemos hablan de derogar la ley cunado realmente lo mismo prometieron en Francia de no aplicar la nueva ley que tenía en mente Sarkozy de desmantelar el código laboral en Francia y... ¡Miren hoy!
La socoiedad civil se organizó en defensa de sus conquistas, los sindicatos de igual modo y esta semana ya los enfrentamientos, barricadas, tumulto en las calle, heridos y daños por doquier han alcanzado su zenit. Lo que no logró Sarko y la derecha lo quiere hacer la masonería con este gobierno por el que tanta emoción y champagne se desbordaba en los Campos Elíseos la noche de las elelcciones. Otro engaño más en la corrupta política europea antitrabajadores. Por ello decirle a Sánchez e Iglesias que noi cuenten milongas. Miranbdo este referente socialista: esta ley de "reforma" del código de trabajo supone la medida más derechista y fascoista de cualquier gobierno francés desde De Gaulle. Nadie hace esto sino unos socialistas degenerados, el borrar de un plumazo unos derechos sociales por los que han luchado y muerto much@s franceses.
No me imagino en España ni a los panzistas sindicatos españoles salir a la calle ni a los embusteros y liantes partidos hacer nada por derogar lo que ya el nefasto Zapatero y el infame Rajoy acometieron, con el aplauso de cuatro comentaristas vividores que dicen, aún hoy, que ello nos trajo trabajo serio y remunerado. Y con la resignación de una pobre sociedad de súbditos, desestructurada por el expolio al que la han sometido los partidos políticos y sindicatos, represores de la voluntad de poder elegir al poder político.
¿Cómo se va a permitir que a los trabajadores que las indemnizaciones sean reducidas y limitadas en caso de despido legan a 15 días? ¿Que ese descanso obligatorio de 11 horas, cada 24 horas de trabajo, sea fraccionado? ¿Que una empresa podrá modificar unilateralmente ampliar o modificar la jornada laboral, reducir salarios y que si se rechaza por parte del asalariado, pueda ser despedido de inmediato? ¿Dónde estamos? ¿Cómo se puede pretender que los aprendices puedan trabajar casi gratis, 10 horas al día y 40 horas a la semana? ¿Quien puede pretender que bastará un acuerdo de empresa `por referéndum interno, denunciado por los sindicatos, para aumentar el número de horas extras pasando del 25% de pago al 15%? o ¿Que una empresa pueda regular empleos aún sin problemas económicos? Todo es una aberración.
Los sindicatos franceses, que no tiene nada que ver con la subvencionada basura sindical española (la CGT, CFDT y Force Ouvrière) rechazaron ya hace varios meses este engendro de dos alunados impelidos por Bruselas para que, al final, resumiendo, se trabaje casi gratis y con la espada de Damocles del despido en el cuello. ¡Inaudito en Francia! En Francia, silenciado por la vividuría de la mayoría de los sinvergüenzas medios de incomunicación española, se libra una batalla capital para el mantenimiento de los derechos sociales y de los trabajadores en toda Europa, incluida la fascista España gobernada por corruptos de cualquier signo.
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