HERNANDO SE MUERE

Por supuesto no morirá y tras la intervención seguramente tendrá una recuperación. Lo que no sabemos es si le quedarán secuelas y el rumbo que podría tomar esta historia con un lisiado "Hernando" y ese entramado ya muy caldeado de "La Casa de Aguas", con sus celos y acosos, como quedará. ¡Hombre! De estas enfermedades cerebrales tarda uno en recuperarse totalmente hoy en día. El sarampión en el adulto es muy grave ya que puede complicarse con la inflamación de los pulmones o del cerebro con una encefalitis viral  producida por un herpes muy dañino. No es ninguna tontería lo que tiene "Hernando". Somos conscientes se trata de una ficción pero ahí tendrán que hilar fino estos guionistas a los que se les escapan las tramas por todos los rotos del serial.

Me merece un respeto toda la secuencia final así como los celos que atormentan a ese pelmazo psicótico que me da la impresión le está faltando papel por supuesto por la cortedad del guión. Es un personaje anodino ya, repite lo mismo todos los días, maniqueo totalmente, y que impertinentemente en los momentos más graves le da  a la barrila de su amor hacia esa mujer absolutamente angustiada por la situación de salud del hombre a quien ama. El espectador lo sigue viendo como un petimetre entrometido cuyo estado mental ha perdido ya el contacto con la realidad absolutamente.  

"Camila" está guapa hasta cuando la enfermedad y la pesadumbre la han demacrado. La mayoría de los demás, disculpen, dan pena. La gritona de "Gracia", el saltimbanqui de "Onésimo", el peor "Hipólito" que hemos conocido destrozado por el exceso de protagonismo de un personaje que está de atar y llevar al frenopático ("Onésimo"); el alcahuete de "Nicolás" que le dedican un minuto para comadrear por cualquier sitio; el cura "Anselmo" que está ya para jubilarse y al que ya le están humillando en el guión haciéndole aparecer como un cero a la izquierda dando protagonismo a otro curichi casposo que parece lo han sacado de una sidrería al estilo Txikito de Arrigorri" que buenas voleas daba. ¡Un sonrojo! Han faltado personajes clave esta tarde y ello ha repercutido en el peñazo y parece que el rumbo de los terroristas ha sido corregido de aquel guión infame que se cachondeaba de las fiestas de Nöel  y que olía a de Manuela Carmena y sus carnavales bufos de mal gusto, en plena Navidad. Por cierto: ¿Para qué tanto apoyo radical y echar a la gente de los muros por decir lo que varios actores del cines y escena, confesado por ellos mismos recientemente, "Podemos no era sino otra ambición más de cargos? ¿Para qué?

Ahora ya muestran la cara auténtica del terrorismo, despiadada y cínica, como la de "Rafaela". Incluso han suavizado a un "Raimundo" que ahora habla de revolución sin violencia pero que hace poco justificaba los métodos violentos, como hacen los terroristas, hablando de la respuesta coherente de la fuerza ante una situación de flagrante injusticia e impotencia. Pero la realidad es que lo que ha arrumbado a toda esta sarta de repeticiones, de situaciones anodinas, que son de sonrojo, a toda esta dinamita que le han puesto al serial por falta de guionistas adecuados, lo único que merece la pena es lo poco que disfrutamos cuando los personajes de la "Casa de Aguas" asoman. 

Me ha gustado esa postración de "Hernando", casi inconsciente; a su alrededor se han tocado temas muy importantes: el sacrificio por amor y el riesgo de un peligroso contagio al no haber pasado la enfermedad el protagonista. Lo que hizo por amor y se va ya vislumbrando algo de su secreto y también de cómo ama a esta mujer "Camila" y del por qué la trajo de Cuba. Habla del amor más allá de la vida que se escapa, que sabemos no moriría; de la fragilidad de la existencia; del dar la vida por esa mujer que es  lo más grande de la vida; se dice que el amor existe, con sus silencios, sus enfados, sus ambigüedades pero con el mayor cariño y entrega del mundo. El amor se encuentra aunque no lo aparente estar. Está ahí. Ha sido precioso lo que "Hernando" ha hecho por ella "Camila".Y construido todo con personajes sublimes, contenidamente fuertes ante la adversidad, nada caricaturizados o pobres. El amor se manifiesta en las desgracias sobre todo y es eterno aunque la vida se escapa de "Hernando".

Lo más valioso de esta elegantes escenas conmovedoras es que está, hechas sin azúcar glass o bajo los efectos revulsivos del melodrama desgarrador. Ha transmitido este final un sentimiento de perdida, de acercamiento al mismo tiempo, sin estar bañado en fuentes lacrimógenos.