LA SOMBRA DE UNA ALUCINACIÓN.

Enorme capítulo para haberlo rodado en blanco y negro. Hitchcock en estado sólido, traumas inquietantes, obsesión que nos coloca en la mente de quien la padece, psicoanálisis de por enmedio y tramas perturbadoras.  

ACTORES: GIULIA CHARM, ÁNGEL DE MIGUEL, YARA PUEBLA, INMA ALCÁNTARA E  IVÁN MONTES

No puedo sino elogiar el trabajo de estos actores y la trama de "Los Manantiales" que es de lo mejor que hemos tenido en la serie desde "Pepa y Tristán", un serial hoy totalmente corrompido y en decadencia absoluta. Y todas las tramas cada día están más desvariadas y no tienen salida, es dar vueltas a lo mismo de siempre que está ya degradado para aburrir y cumplir con el metraje de cada capítulo.

Sobrevive esta trama entre tanto dislate y parodia bufonesca, chisme y propaganda de Podemos (hoy ha sido vergonzoso el ataque  a la prensa en sí misma, como informadora, que coincide con Pablo Iglesias que denigra a los periodistas por existir,  a los que acusa de mentir en cuanto informan sobre sus chanchullos o actos violentos, apunta por escandalizar tergiversando las noticias para prosperar en sus medios, medrar y servir a la mentira calculada contra el pueblo) y que  sido un insulto a mi profesión. No exagero. La han metido con vaselina los guionistas. La secuencia de "Onésimo" huyendo de la prensa y la suposición de que los periodistas están obligados a hablar mal y mejor que no vengan, es totalmente de "Podemos" y bolivariano. Y prepárense para mañana con los cañones apuntandonos a los periodistas y la prensa escrita de su tiempo.

Dejando esto de lado, que no puedo sino denunciar porque ya van varias en los últimos meses, nos centraremos en lo que ha merecido la pena.

Una segunda parte de lo ocurrido el viernes sobre ese thriller psicológico, drama familiar y cine de intriga.  Unos momentos fascinantes de suspense psicológico. Ese avanzar en lo oscuro de unos recuerdos, el enredar en la sospecha y navegar por el temor y el miedo, ha estado bordado. Hitchcock auténtico. Y esa dualidad de duda-certeza, verdad-mentira, en la atracción-repulsión  que tanto se usó en el filme noir de los 50/60 que me ha encantado. Recupera esta tarde un intriga fascinante que tanto se dio en tiempos de nuestros padres en el cine en directo que no en televisión hoy, con unas escenas artísticamente rodadas. Mucha calidad.

El personaje de "Hernando" es cada día más admirable. Un hombre que calla y finge y que tiene un percepción del mundo malsana y que se irá descubriendo y redimiendo. Es literario y proviene mucho de la literatura rusa, la de aquella que hacía referencia al "hombre subterráneo" de Dostoyevski  y que fue la génesis del existencialismo después. Es enorme este personaje. Además tras su desgarro se oculta una cultura enorme, la de esos hombres desgraciados arrastrados a un destino cruel pero que el amor y la verdad enfrentada le liberan.

Ángel de Miguel roza lo sublime y se nota que los actores han sido sólidamente preparados, que se ha invertido en esta trama. Tiene la pasión más mitigada que aquella de "Pepa y Tristán" pero mucho cerebro, admite muchas lecturas, y sigue jugando magistralmente con el estado de "Beatriz" haciendo que una sonrisa un día se transforme al otro en un sueño aterrador, una pesadilla que tiene en frente de un hombre cada día más cariñoso y bueno, para deformar la visión y casi transformarlo en un supuesto asesino de niños. Juego psicológico de altura que coloca aun hombre aparentemente astuto pero bondadoso, agrio pero amable, que puede engañar a todos pero que se está engañando él. Y ella, "Camila", soñadora muy enamorada de él, tan fémina y glamourosa como nadie en ESDPV, que comprueba poco a poco a pesar de las dudas y de su peculiar apariencia reacia, que nada es como parece. Genialmente trazados estos personajes y una delicia el conjunto. "Beatriz" está cada día mejor en su papel neurótico. Con un "Matías" que da frescura a ese lugar, una "Rogelia" estupenda que escucha y sabe la verdad, consuela y acoge maternalmente a este alma en pena que es "Hernando" y un "Elías" cada día más pelma y reiterado con ese "le sigo queriendo" que aburre soberanamente.

EN RECUERDO DE MADELEINE LEBEAU, LA ÚNICA SUPERVIVIENTE DEL CASTING DE "CASABLANCA".