Vaya mi total apoyo a la serie. Sorprendente y la ficción más racional y cultural que se ha visto en la televisión pública jamás. Un guión inteligente, con gran humor en ocasiones y un aire sideral que captó nuestro interés y sobre todo el de los que amamos los viajes en el tiempo. Tomó referencias de un filme de Edgar Neville, "La torre de los 7 jorobados", en su coreografía y ambientación de esa escalera Art Deco muy propia del expresionismo y filme noir, así como en el sistema de puertas que vimos en aquel filme "Time travelers" del año 77 de Alexander Singer, aunque mejorando los efectos especiales de este filme citado. Ha sido una gran serie y sería muy injusto dejarla caer porque no alcanza cierta audiencia ya que la TV pública está para transmitir cultura, entretenimiento y calidad, y esta serie lo lleva. ¡SOS!.
Desgraciadamente por mi trabajo periodístico y de radio no he podido seguir en mis crónicas del blog este serial, pero no por ello no dejó de ser una fan entregado y "enganchado" totalmente". Me sumo a tod@s los que piden vuelva y al clamor de la Red en tal vehemente necesidad de que retorne el pasado a nuestras vidas.
Ha habido momentos impresionantes. Tal vez, para mí el mejor, aquel del encuentro entre "Julián" y un Lorca visionario que sabe que su amigo viene del futuro. Tengo que reconocer que por Rodolfo tengo un gran cariño ya que a su padre, Sancho Gracia, siempre, año tras año, en el Festival de Donosti, le entrevistaba y éramos ya amigos y yo le quería mucho. Me solía decir Sancho que vivía de la política pero que lo mío era el doblaje y el cine. ¡Le hecho mucho de menos!
Pero sobre todo ha sido el descubrimiento de una sideral e inteligente actriz: Aura Guerrero que creo ha sido uno de los actores (actriz ella claro) principales y alma de la serie y del grupo que interceptaba el tiempo.
Espiritualidad pura que ayer mostró una acercamiento humano y femenino al consolar al extraordinario Carlos Hipólito cuando moría "Felipe II". Y como actor de casta, de empaque, casi de filme de André Hunebelle como "Franços de Capestang" o del mismo "Alatriste" como anti-héroe de gran dignidad, "Alonso", Nacho Fresneda, un galán de arrasadora presencia que ha protagonizado trepidantes historias transversales en el tiempo de la ficción televisiva y que nos ha traído el cine de aventuras; como el romántico y comprometido nos trajo "Amelia Folch", mujer de enormes aspiraciones de superación, protagonista de una historia profunda y de raíz cultural que se soliviantó con su tiempo y encontró en el futuro algo también de incierto. Es el personaje que más me ha cautivado de no sólo esta serie sino de muchísimas más. Por su aire adelantado que supuraba un enorme futurismo sin haber viajado al presente, mujer en su tiempo, melancólica, romántica, cerebral y siempre mostrando una entonación triste. Personaje grandioso. No podemos dejar de citar a Jaime Blanch, circunspecto funcionario paternalista del Ministerio. A Juan Gea ese "Torquemada" reciclado. Cayetana Guillén que parece sacada de un sorprendente personaje experto en el amor lésbico de "Modesty Blaise". Por cierto a destacar de entre todos los capítulos a Raúl Cimas, el gracioso muy gracioso de la boda en el penúltimo capítulo y a "Lorca", Julián Martínez. Y por supuesto a Carlos HIpólito un memorable y teatralizado en justa medida "Felipe II". Y no me gusta nada el arrogante de Hugo Silva, desagradable en el Festival de Donosti, mal actor y muy de interpretaciones macarras. "Velázquez", Julián Villagrán, un "Velázquez" retratado totalmente como fue en su tiempo, estuvo genial el pasado lunes en "la boda".
Pero sobre todo ha sido el descubrimiento de una sideral e inteligente actriz: Aura Guerrero que creo ha sido uno de los actores (actriz ella claro) principales y alma de la serie y del grupo que interceptaba el tiempo.
Espiritualidad pura que ayer mostró una acercamiento humano y femenino al consolar al extraordinario Carlos Hipólito cuando moría "Felipe II". Y como actor de casta, de empaque, casi de filme de André Hunebelle como "Franços de Capestang" o del mismo "Alatriste" como anti-héroe de gran dignidad, "Alonso", Nacho Fresneda, un galán de arrasadora presencia que ha protagonizado trepidantes historias transversales en el tiempo de la ficción televisiva y que nos ha traído el cine de aventuras; como el romántico y comprometido nos trajo "Amelia Folch", mujer de enormes aspiraciones de superación, protagonista de una historia profunda y de raíz cultural que se soliviantó con su tiempo y encontró en el futuro algo también de incierto. Es el personaje que más me ha cautivado de no sólo esta serie sino de muchísimas más. Por su aire adelantado que supuraba un enorme futurismo sin haber viajado al presente, mujer en su tiempo, melancólica, romántica, cerebral y siempre mostrando una entonación triste. Personaje grandioso. No podemos dejar de citar a Jaime Blanch, circunspecto funcionario paternalista del Ministerio. A Juan Gea ese "Torquemada" reciclado. Cayetana Guillén que parece sacada de un sorprendente personaje experto en el amor lésbico de "Modesty Blaise". Por cierto a destacar de entre todos los capítulos a Raúl Cimas, el gracioso muy gracioso de la boda en el penúltimo capítulo y a "Lorca", Julián Martínez. Y por supuesto a Carlos HIpólito un memorable y teatralizado en justa medida "Felipe II". Y no me gusta nada el arrogante de Hugo Silva, desagradable en el Festival de Donosti, mal actor y muy de interpretaciones macarras. "Velázquez", Julián Villagrán, un "Velázquez" retratado totalmente como fue en su tiempo, estuvo genial el pasado lunes en "la boda".
Es una gozada ver viajar a las gentes en el tiempo y la historia. Ese aura de superioridad que puede establecerse desde un enviado del futuro tecnológicamente más preparado pero que sin embargo es bien aceptado aun en sus extraños instrumentos. Como era enorme saber que había enviados oficiales del Ministerio del tiempo actual hacia otras épocas que convivían con absoluta naturalidad con el medio socio-económico y ambiental en aquellos duros años. Ha sido cultura de la historia., la verdadera memoria histórica que el desastre autonómico de reyezuelos vividores están ocultado, nuestra estirpe y orígenes. La contribución que ha hecho TVE, tanto en esta serie como en "Cuéntame", así como A3 en "Amar es para siempre" es loable e imprescindible para buscar referentes objetivos y pautas culturales del ayer en el hoy. Esta serie no puede dejar de emitirse, es un referente del tiempo que va y viene y que nos trae aires similares entre estos viajes de unos sorprendentes funcionarios viajeros del tiempo.
Hay que reivindicar vuelva esta serie. No puede morir. A TVE, que es un agujero sin fondo, le han birlado series de calidad que ahora siguen triunfando. No podemos dejar morir la fantasía factible y la historia que nos arropa y subyace.
Me ha gustado la enorme historia de amor inconcluso de "Amelia" y "Julián" tan huidiza como esas puertas que llevan a cualquier desgracia. Y me encantó cuando "Julián" cenaba en casa de los padres de "Amelia". ¡Fue precioso! Es mi secuencia favorita. O cuando "Julián" descubre se trata de diabetes la enfermedad de aquel actor de los tiempos de "Lorca".
Elegancia, razón y humor en todos los capítulos cerrados con lógica, una bendita excéntrica alternativa seriales basura de hoy con estrellitas que se llevan toda la "pasta" y poco queda para lo demás.
Apasionantes viajeros del tiempo, funcionarios condenados romántica y peligrosamente en escalas de tiempo cambiante, retrocediendo para supervisar la história de posibles anomalías. Ficción, realidad y melodrama, con novela histórica, una delicia todo que logra desvelar el secreto de la vitalidad e intensidad.
A destacar la calidez de los actores, las miradas tiernas de Rodolfo y de Aura, en unos tiempos convulsos entremezclados peligrosamente y como en "Regreso al futuro", y que velan porque nada cambie.
Una serie con enormes puntazos (la foto que se va difuminando de "Amelia" y "Julián" sacado del filme de Zemeckis), espacios-temporales legibles, todo en una ficción genial que fascinó en cada capítulo porque nos ha hecho vivir, gracias al cine, como es estar fuera del tiempo, que es el único modo de regresar al ayer y conocer cómo fueron aquellos y éramos nosotros. Un sueño de adolescentes y de bucólicas épocas que tiene ese sabor a infancias lejanas cuando nos perdíamos en otras coordenadas de espacio y tiempo y soñábamos con esa galaxia que anda perdida por algún lugar del espacio-tiempo y que anhelamos recuperar.
PIDO VUELVA LA SERIE DESDE FRANCIA MI PAÍS
Que alegría has pedido esto para esta serie tan grande. Un beso querido José Ignacio
ResponderEliminarIncreíble serie y Aura de lujo. Seria lastima perderla me sumo contigo para apoyar su continuación
ResponderEliminarPues podíad haber escrito sobre esto y no sobre esos podemitas de puente viejo, pero bueno mas vale tarde que nunca.
ResponderEliminarMagistral!!! Estoy de acuerdo contigo en todo. Menos mal que parece que vuelve la cordura y vuelve el ministerio del porque sería una enorme perdida para la cadena
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