LA FRAGILIDAD DE "HERNANDO"

ACTORES: 

ÁNGEL DE MIGUEL, YARA PUEBLA, MARTA TOMASA, JAIME LORENTE, GIULIA CHARM E IVÁN MONTES.

Momento exquisito que recoge toda la fragilidad de un hombre al que conocimos en sus tiempos como un huraño insoportable y casi desprovisto de sentimientos. Preso de un flojedad y en una emotiva secuencia que exuda delicadeza y sentimientos nobles, es el primer reencuentro con sus dos amores tras ese extrañamiento al que se ve confinado de su entorno afectivo y enamorado. En pocos minutos hemos tenido la enorme fuerza de esa foto y de su pasado que vuelve dando pistas de aquellos días de felicidad en casa de los "Dos Santos"; la soledad del "monstruo" que se acerca a escondidas ante las dos mujeres que más ama; que se confiesa con ellas cuando no le escuchan, en un momento perturbador: cuando a su esposa  le dice que "Lamenta haberle traído desde Cuba para esto", y a su hija que "Desea cuanto antes crea en él y no te tema".

Una secuencia sobre esos claroscuros del juego realidad y apariencia que nos está estos días marcando dramáticamente la serie en esta trama. Todo mostrado con sutileza e inteligencia, entregados los actores con mucha alma, en este drama que se sustenta en un juego de apariencias que puede resultar muy equívoco.

La historia de esa foto propone una ácida y lúcida visión del lenguaje de una imagen en todas sus vertientes. Y que a mí me trae recuerdos de Truffaut , entremezclado con el género policíaco y de suspense británico, un revival de aquel cine español de los 50 basado mucho en el realismo italiano, y un revival de filme noir de claroscuros, y mucho de juegos aparenciales de John Huston por ejemplo. Ya les digo que "Los Manantiales" es muy rico en matices y en donde pescar un referencial de buen cine que te hace pasar la tarde casi cómo si vieras muchos filmes de entonces.

Una trama muy interesante de lo mejor de hoy, impecablemente dirigida y con unas interpretaciones impagables que nos deleitan cada tarde. Muy válida e interesante y plasmada con un estilo sosegado y de dulzura. La secuencia del dormitorio ha resultado preciosa. Muy natural y comedia con una Yara que sobrevolaba por encima de la cámara. Sugestionada por la aparición de esa foto (por cuya aparición pregunta a "Matías" si escuchó algún ruido) recorre casi como una dama de alba la habitación. Sabe que él la tiene al lado, más cerca de lo que parece. Consiguiendo los dos (el visitante y la esposa) una ambientación fantasmagórica de ensueño y realidad oculta que me han convencido mucho. 

Son personajes maravillosos que nos llegan hasta el tuétano. Que nos sumergen en un drama con romance, misterio y fantasía. Donde la pareja protagonista posee una poderosa química y sin desmerecer de Ángel que está sublime y su ausencia cobra vacío, Yara es una fiera de erotismo, sensualidad, pena de amor muy honda y voluptuosidad contenida. Yara además nos convence interpretativamente de algo que es muy difícil de conseguir: sugiere y nos muestra la veracidad de lo contrario que se dice por ahí o quiere manipular ese torcido "Elías" que creo le dan un guión quieto parado en muchos capítulos y su personaje es la antítesis con la que unos guionistas con luces podían jugar mucho. "Los Manantiales" gana en plática, en maravillosa interpretación de ellos, en la realización que realza un goticismo fascinante que nos atrapa con su onirismo, que truena fatalidad, con ese romanticismo fatalista de la escuela alemana, con esa brillantez en la expresión televisiva, pero sigue fallando el guión. Y los diálogos,porque ellos, los actores, los siembran con su aire envolvente y sobrecogedor, porque a veces son de una puerilidad total.

A un guionista hay que exigirle que invente tramas y no que se tire varias semanas repitiendo lo mismo sobre los trajes de baño o el manido ya dialogo entre "Emilia" y el "Intendente Garrigues". Es que aburren y los actores terminan hartos de decir gilipolleces, las mismas todos los días. Ello, como digo, no ocurre en "Los Manantiales" porque la realización ha echado la casa por la ventana y los actores se portan, la ambientación es fastuosa y el trasfondo es psicología, literatura pura y buen cine de intriga, y porque el actor principal es un personaje puro, bueno, generoso, digno y sabe pronunciarse así ante la cámara. Me resulta incomprensible que sean capaces de hacer un guión bajo otros parámetros que no resulten tan aburridos y faltos de interés. Recurriendo muchas veces a auto plagiarse de épocas anteriores. Gran parte de la deriva insustancial del serial la tienen ellos.

Una mención a Marta Tomasa esta tarde. Me ha gustado poniendo sal a la parida del guión sobre bañadores, con ese incomprensible léxico que chirría entre un chulapón madrileño exagerado y clavando su papel de echa el freno y ablándate aunque sea un poquito.