LICANTROPO

ACTORES: 

ÁNGEL DE MIGUEL, JAIME LORENTE, IVÁN MONTES, YARA PUEBLA, GIULIA CHARM, SANDRA CERVERA.

Cada día sube un punto más el interés cultural así como plástico de "Los Manantiales".  La propia intrincada historia en sí misma. Mañana hay una secuencia de "Camila" que empieza a sonar a"Luz de gas", a thriller psicológico donde algo se muestra en el matrimonio y que permanece en el éter de una extraña atmósfera, tormento y angustia de mujer. Y hoy es el género de licántropo que nos ha llegado en esos arrebatos de un "Hernando" atormentado que se encoleriza al tiempo que comprueba como se transmuta la personalidad cuando una persona está al abismo de la desesperación.

Una incursión más en el género fantástico y de terror de esta trama que cada día, en su cadencia y elegancia, en su gran poso psicológico y de drama trágico de amor, nos apasiona.

Una áspera y enrabiada visión de la pesadilla que vive "Hernando" en ese cuarto cripta encerrado. Ángel nos ha procurado una bella y siniestra fantasía de terror y que nos traslada a ese extraño conjuro maléfico que hace que un hombre normal y educado se transmuta casi en un hombre lobo que muerde por todos los sitios. Sigue destacando esa atmósfera tétrica y hechizante de un sótano siniestro y que menciono de nuevo porque una de las referencias de esto no es sólo el cine de la Universal sino del cine policíaco y de ese cine de psicoanálisis tan de moda en los 40. Y agudizando un poco y sin condenar a "Hernando" es el avance de lo que luego en los 90 hemos tenido como psicokiller. Aunque en este caso "Hernando" tiene alma. Me refiero a la estética. Pero borda el papel de licántropo que parece toma un brebaje repulsivo que le descuartiza y descoyunta por dentro hasta hacerle aparecer ese otro ser animalesco y monstruoso que llevamos todos.

Salvando mucho las distancias pero sí que en la interpretación de Ángel ha habido enormes referencias a aquel cine de los 30 y la Universal que se extendería después hasta Jacinto Molina (Paul Naschy) por citar algo patrio. Esa mitología que transmuta al ser en alguien absolutamente diferente que sufre dolorosas transformaciones. Y como en aquellos buenos filmes cuenta mucho el drama psicológico que padece "Hernando". ¡Maravilloso Ángel de Miguel!!! Esa buena persona que se ha convertido en un prófugo sin saberlo ni explicárselo. Es aquel inolvidable y truculento "Hombre lobo", atormentado y que sufre parece una maldición persecutoria y que atormentado no sabe como solucionarla siempre encerrado en esa ratonera. Quiero felicitar a Ángel que ha bordado su papel de modo poderoso y convincente,  que aunque hoy existan muchos efectos especiales en el cine en estos tipos de filmes, puede parecer poco sobresaliente la narración, pero para mi ha sido una deliciosa muestra de aquel cine de serie B, de gran valor nostálgico y con una ambientación gótica donde se atisba el mito de la licantropía vivida en un fascinante escenario que da jugosidad e innovación al mito del licántropo desde esta original versión puentevejera de uno de los mitos del cine. Aquel cine que veíamos en el Bellas Artes, en el Miramar o en el Actualidades de San Sebastián.

Así como escribí en su día sobre aquel horroroso capítulo, el peor de todos, de esta serie y se echaron sobre mí muchas personas, entre ellas Miquel Peidró (gracias por bloquearme del facebook salao!!! y por faltar al respeto a mi compañera), que demostró su nula autocrítica y ninguna humildad, hoy reconozco que este es de los mejores de la historia del serial,  en estos momentos de la transfiguración de un hombre por su soledad y angustia. Sin grandes efectos pero muy entrañable porque se conservan esos decorados góticos que saben crear y el  actor manifestar, un escenario de inseguridad, zozobra y gran inquietud.

Secuencias a destacar: La insidia y trama preparada de "Elías" hacia "Matías". Perversidad cruel y despiadada. Jaime Lorente consigue que te suene mucho esta historia, que todos la hemos vivido, el ardid para desembarazarse tras una falsificación de la realidad. Un momento cruel y muy pesimista, sombrío, desgarrador que deja huellas en la adolescencia de un impresionable "Matías". Como el que afilando dientes continúa "Elías" culpabilizando a "Hernando" en una secuencia absolutamente viral y de vitriolo con "Camila".

Mas secuencias: esas dos mujeres en la habitación y ese plano que parece sacado de "Persona" de Bergman, enfocando el rostro de ambas actrices. Poesía visual subyugante. De ese terror a la nada aparentemente pero cargada de simbología.

El encuentro entre "Camila" y "Emilia" que recupera algo de aquella memoria sentimental de la partera, al ser testigo también de un drama que vive "Camila" y que nos devuelva aquella belleza de amistad sincera perdida en "Emilia" por culpa de unos burdos guionistas que han falsificado y fusilado el personaje de "Emilia" transformándola en una comadre impropia de su edad y rango. Y siempre destacamos la fotogenia y gran belleza evanescente de Yara Puebla.

DEDICADO A BUD SPENCER EN SU PARTIDA Y A SU VOZ INSEPARABLE EN EL ESTADO  QUE FUE JOSÉ MARTÍNEZ BLANCO (DE ENTRE LOS CINCO MEJORES ACTORES DE DOBLAJE QUE HUBO). ¡DESCANSEN EN PAZ LOS DOS!