"ELÍAS" EL VAMPIRO DE LA CRIPTA

ACTORES :

JAIME LORENTE, ÁNGEL DE MIGUEL, YARA PUEBLA, IVÁN MONTES Y GIULIA CHARM

Excelente esta tarde, todo lo relativo a la trama de "Los Manantiales". Tanto la bien construida interactuación entre cada uno de los personajes con el otro : "Camila" e "Iván" en la secuencia de la pistola; "Hernando y Camila", en el amor que se profesan y el coraje de "Camila"; "Matías" y "Beatriz" en esa despedida lánguida y con suspicacias;  "Elías" y "Camila" en esa agresiva secuencia casi de acoso en el despacho. Pero sin duda, lo más destacado de la tarde ha sido la vampirización de "Los Manantiales", donde el  protagonista de la tarde cum laude ha sido "Elías"/Jaime Lorente sin duda alguna. En ese su descenso a los infiernos donde queda destrozado y enseña los colmillos cuando encuentra a los dos enamorados juntos. Hay secuencias que quedarán para siempre en ESDPV, esta es una de ella sin duda. 

"Elías" ha sido el protagonista de una de las historias más perversamente tristes y conmovedoras que he visto en el serial. Estos son los vampiros que me gustan, con traje, dolidos en el desprecio, enamorados sin posibilidades, depredadores e hijos de Satanás. Criaturas diabólicas tristes, solitarias. Vampiros como lo que son realmente. Una enorme secuencia de puro expresionismo con esa preponderancia al ambiente lúgubre, esos contrastes lumínicos y esa ambientación que aterra por lo que puede pasar cuando el vampiro huye despavorido y clama venganza. Es Murnau, con una caracterización impresionante de Jaime Lorente en este híbrido vampiro monstruo sentimental de dentadura aterradora  y de dolor inaplacable; un diseño de personaje inmenso.

Inmenso Jaime que añade a su personaje y escenografía una caracterización de derrota emocional, traspasado entre penumbras y pasadizos por un punzón de hielo. Toda una mitología de la angustia y de un drama sobrenatural que nos hacen contemplar el cine de muy antaño, de terror en blanco y negro. "Elías" preso de una fuerza maligna se desahoga entre un dantesco terror poético de un ser inmundo que pierde a su amor en una oscura y oculta cripta de la finca.

Me merece todo mi aprecio Jaime Lorente. Porque ha indagado en el sobrecogedor género de terror, por traer en su bagaje interpretativo a los pioneros de aquel cine, aquellos que inventaron y experimentaron este grandioso género que tanto me gusta.

Ha sido de igual manera un estudio sobre la eterna soledad de estos personajes que no es un demacrado sino peripuesto de traje ajustado, los vampiros reales que alargan su sombra peligrosamente monstruosa hasta sus víctimas. Que no muerden, denuncian y delatan. Seres frustrados de eterna soledad que viajan por el tiempo buscando un imposible porque nadie se fija en ellos y son despreciados. Hoy en "Los Manantiales" hemos tenido una puntillo de ciencia ficción a lo Lovecraft y una realización que ha imprimido vampirismo, verosimilitud, angustia y desasosiego. Todo nos ha recordado a los orígenes del cine y a la ultratumba en la que mora un monstruo, en este caso con ese momento de horror que posee el corazón del vampiro, un patético "Elías" por el que sentimos conmiseración, que vive entre sombras y desde ellas planea el mal, un espectro sigiloso, resentido y perverso que el cine y la televisión hacen grande con Jaime Lorente en el papel de "Elías". Poesía oscura.