jueves, 11 de agosto de 2016

INES AMORE



ACTORES DE LA TARDE:

FARIBA SHEIKHAN, FRANCISCO ORTIZ, AÍDA FLIX, MARTA TOMASA, CARMEN CANIVELL Y MARIO ZORRILLA.


¡Que bien han estado esta tarde Aída y Fariba. En el final, son los días donde Aída muestra toda la profesionalidad que ha alcanzado a lo largo de estos meses.
Esta tarde una vuelta en ESDPV  a la comedia romántica de verdad y buena, sincera como esa propuesta que rezuma esperanza para salvar todas las dificultades: estar y seguir juntos.
Comedia de esperanza, momento muy emocionante, maravillosamente narrado al estilo de aquel romanticismo que el cine propuso en los 90 de tanto recuerdo, tremendamente triste, esperanzada y conmovedora y terriblemente real a la hora de enfocar que el amor sobrepasa todas las dificultades y barreras impuestas para triunfar cuando, juntos, se sinceran sus protas y hacen frente a lo siniestro y convencional que rodea con la lucidez y naturalidad que aporta la sinceridad. Lo mejor de esta relación entre "Inés y Bosco", a diferencia de los ensoñados y grandiosos amores vividos en ESDPV, y lo dije yo en los inicios de esta relación, es esa situación buenamente vulgar como son la mayoría de las relaciones sentimentales vistas desde fuera, de esas que suceden en la vida y en los culebrones todos los días pero, esta, exquisita por su tratado narrativo y maestra dirección y que nos atrapó desde el principio aunque hubo muchas detractoras que pasaron a cuchillo al personaje de "Inés", que es de lo más natural y bendito que ha pasado por ese serial.


Y es que el amor entra por la puerta de atrás. El amor natural donde él es un bruto con cierta intuición que le da un sesgo muy humano y, ella, tiene una natural sonrisa que te encandila; dos personas normales, de diferente clase social aunque de muy distinta sensibilidad que se conocen, se aman apasionadamente, la vida les presenta una tumultuosa relación complicada por un equívoco manipulado, pero que no resulta en su desenlace, imposible o platónico, y encuentran en lo mundano, la claridad y sinceridad, la proa a donde llevan su barca de amor. Como digo no son los grandes amores, son plebeyos, casi como los de nuestros padres y de nosotros; nada de flechazos instantáneos sino de discurrir y pelear; son los pequeños detalles que se van dando tras la tormenta; el deseo de estar juntos y que cala poco a poco tras un desafío, el de seguir unidos retando a la humanidad, que es lo que supone este maravilloso adulterio de ESDPV, que es transgresor por cómo lo apadrina la serie.


Momento indispensable para los que hemos perdido la fe en la comedia romántica y en la calidad del culebrón donde nos vemos reflejados las personas normales, que hemos pasado por ello ya. Otro mundo es posible, el de los sueños y quien los plasma que es la televisión y el cine. Que fantásticamente ha plasmado lo que nos ha sucedido a todos o quisiéramos hubiera ocurrido. Un pequeño capítulo maravilloso que ha sido como un trocito de nuestra propia experiencia contada por Miquel, Aurora, Pablo, Aída, Francisco y Fariba. Algo revolucionario, iconoclasta, de amores prohibidos que son los más cojonudos aunque nos pongan un poco tristes al reconocernos en la narración. A mí me han emocionado porque me han hecho recordar y acercar ami vida. Les felicito. ¡Maravillosa secuencia!





El revival de la comedia romántica es posible. pero hay algo más en esta pareja (es una pena porque Francisco aunque pone buena intención se queda corto y Fariba se lo merienda con nocilla), se trata del pasado en la misma, siempre presente en el hoy. Es ese sentimiento de sentirte mal por cómo están de equivocados y alejados los protagonistas. No es la comedia romántica de turno, está excelentemente plasmada en el guión y realización, coherente con la tristeza del amor. Plantea lo dura que es existencialmente la vida que, cuando crees lo tienes todo en una relación, te llega la fatalidad y te corta el rollo y las alas de golpe, cayendo en un bache del que es dificil salir. Todo con unos actores brillantes. A destacar igualmente en dos secuencias de rabia y piromanía, ""Amalia", una Aída Flix, al estilo de Veronica Lake en sus mejores momentos de cine negro con Alan Ladd (actor al que por cierto doblé una vez y no me gusta nada). Aida/"Amalia" tiene de ese aire volado y misterioso que enloquece como Verónica, tocada en sus papeles de una esquizofrenia paranoica.






¡Salada Marta! Gestualidad retrechera, ojazos que marean hasta las perdices y un personaje de comicidad que le brota espontáneamente. Una cenicienta con gracia y donaire. Genial en esas secuencias con María Bouzas donde le echan el freno a sus dislates de la gramática, a su chungo chulapo madrileño exagerado y que destroza la lengua y ríe, que demuestran que, con dislexia o no, todo se comprende. Ha llegado a ser lúcida entre un onírico apabullante y un surrealismo aún mayor.




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