"GARRIGUES" EL CASTRADO

He leído el otro día que finalizan una temporada en ESDPV y se ofrecen nuevas especulativas. Desde luego no lo hace con emoción, comos seguí leyendo, sino tediosamente  y nos ha hartado ya. Sujeta a adulterio de pésimo gusto; crímenes horrendos como el de "Mariana" enterrada en cal; asesinatos absurdos como el de "Mencía"; voyeurismo; fetichismo casposo; con la murga fantochada de los "Mirañar" (¡con lo que ha sido esta trama!); presos apaleados; sadomasoquismo y ahora dentro de las aberraciones sexuales nos salen con la castración tras torturas enormes hacia el niño de 10 años, "Garrigues", por parte de su sádico padrastro, en el desván, cuando jugaba con niñas y demás. Sólo ha faltado ya la escatología telefónica. ¡Un espanto! Y gracias a los actores, a María y a Carlos, que han sabido dar una profundidad psicológica y humana a esta procacidad de guión. Morbo tabernario es en lo que han convertido a la serie.

Por haberle convertido a "Garrigues" en impotente" no salvan las denigrantes secuencias con "Emilia" ni nada. ¡Que mentes tan insalubres tienen los guionistas de ESDPV! A algo tiene que responder este escoramiento del guión hacia tantas normalidades sexuales, desviaciones en los deseos, crueldad lacerante hacia quien se pone por entre medio, orientaciones aberrantes de determinados apetitos, tanto disparate increíble y soez. En ESDPV ya no existen grandes amores sino que se rige por una sucia esfera genital y búsqueda de experiencias en las desviaciones sexuales. La cota de audiencia no lo es todo. Ya se, porque me lo dijo un sobrado Peidró, que mientras critiquemos y despotriquemos pero la sigamos viendo, eso se llama audiencia. El público y yo mismo por supuesto merecemos otro respeto que el que se nos agradezca veamos algo insustancial y, ahora, desviado sexualmente. Porque para estos señores todo es ¡Ring Ring Caja y Audiencia! Somos buena gente y no se puede usar de la saga de ESDPV para regodearse en tantos excrementos. Yo se que hay seguidores que no me tragan porque cuento lo que no me gusta, pero es mi deber y cuando he encontrado momentos enormemente emocionantes y válidos, los he alabado como el que más. ESDPV actual deja mucho que desear.

Ahora ya muestran sus incapacidad para crear belleza con este infecto guión enfermizo donde hoy ya. se nos ha enredado el guión en esta historia aburrida de sadismo y castración dentro de ese estar siempre pendiente de las cosas cochinas por parte de los infectados guionistas. ¡Ojo! que en la historia ha habido castrados que han satisfecho a mujeres! Que tampoco lo tienen todo perdido. Me gustaría a los guionistas pedirles, ya que desbarran, que nos cuenten si siente, "el Intendente", el mismo deseo sexual que uno con virilidad, como el ardor del macarra "Nestor" cada vez que se chinga a "Camila"; si desfallecen repentinamente; si perseveran largos minutos en su erección.... Esto es lo que tiene la televisión de peor gusto y zafia, que saca a la penumbra lo más vergonzante que pueda uno imaginar, los instintos más sucios y procaces de uno mismo y de los demás.

El tema de los castrados es fascinante, requiere una pulsión narrativa y psicológica muy diferente a las fabulaciones de los coñazos televisivos; es un tema muy serio y no se puede chapucear con él y requiere una estética que va más allá del alcahueteo o realidad formal. Lo del castrado de ESDPV siembra asco.

Un poco más decente en esta tarde y lo único que alcanza un valor estético e histórico en la serie, son los encuentros entre "Raimundo" y "Francisca! Los dos como emblemas, ante un PV que se derrumba, en decadencia. Es el melancólico final de la vida de estos dos grandes personajes que crearon unos antiguos guionistas comprometidos con la estética y la cultura televisiva. Contado con muchísima ternura y muy atractivamente, como esta tarde en la que, él, vuelve para salvarla. Y ellos nos han hecho comprender el sentido del verdadero amor que se verifica después del paso del tiempo, en el crepúsculo. Es lo único que pervive del sentido de ESDPV, lo demás ha sido bombardeado y calcinado.

Y al final quiero denunciar el puticlub al que han convertido "Los Manantiales". Se "cargaron" a "Elías" para este maloliente y desaseado guión sin un ápice de interés. ¡Esto sí que ha sido cargarse una trama! Hasta Yara Puebla no es aquella de antes, enigmática y huidiza, en todo su esplendor, se la ve forzada y antinatural metiéndose en la cama con ese chulo tan repulsivo, por el bien de la humanidad.