martes, 10 de enero de 2017

EL DISPENSARIO DE LOS RECUERDOS


¿Quien lo diría?  Tuvieron un guión insulso para "Lucas" durante un año y ahora que se va, le dejan lucirse retomando a aquel ESDPV, tocando las fibras sensibles de la audiencia cuando rebusca en aquel sustrato sensitivo y nostálgico de los viejos tiempos, de las gentes y amigos que pasaron por un dispensario y de aquellos amores y protagonistas que rodearon al doctor en los mejores años de su vida en Puente Viejo: Su amiga "Aurora" y su esposa "Sol", por cierto una Adriana Torrebejano de una femineidad y educación exquisitas, una mujer agradecida y que nos ha dado pena perderle pero mucho más, cómo la maltrató el guión. En el 2016 se han ido del serial actores a los cuales ni les han dejado crecer. Como Adriana, Carlota Baró, Jaime Lorente, pesos pesados de los cuales, de cuya pérdida, aún no se ha recuperado la serie ni lo hará. Ahora, Álvaro Morte y una secundaria de lujo como es Inma Alcántara, "Rogelia" a quien la arroja por el balcón el "Damien". Y no olvidar a Agnès LLobet que la trataron como un personaje pavisoso y es una actriz extraordinaria. ¡Qué vergüenza!







Es cierto e irónico al mismo tiempo lo que le sucedió a "Lucas", llegó a un dispensario el que le ofreció la posibilidad de encontrar a dos extraordinarios mujeres, y ese mismo lugar es la causa de decidir marcharse porque, ellas, ya no están. Precioso momento en el que un hombre piensa que, en la lejanía, se podrá sacudir recuerdos y empezar con quien queda de todo aquello, un hijo y allá atrás unos cuñados.
Ha retomado en esta secuencia aquel estilo de ESDPV, el de un sentimiento desgarrador, vapuleando una vida entera que se pierde entre evocaciones dulces y remembranzas ácidas. Nunca vuelve lo que se pierde. Te pilla la desgracia siempre en horas bajas y te atiza donde te duele más, donde la fatalidad te desea quitar hasta los recuerdos para que no te torturen. Un momento que me ha recordado al cine de Tornatore, Fellini, Campanella o Ettore Scola, que cultivan estas historias de vida, costumbres, sentimiento, de contemplar como el tiempo pasa, lo hace todo difuso, lo aleja y duele la ausencia; contada la secuencia con delicadeza, buen gusto y elegancia. Momento que puede ser clarificado como ñoño o sensiblero por snobs y protoconsumidores de efectos especiales, pero era un discurso muy válido, aparte del pasional, que proponía un ESDPV que concitaba tanto interés y expectativa para las tardes.


Una de los secretos notables que tuvo la serie, hoy rememorada, era la maestría para mostrar las claves emocionales de las gentes de ese pueblo maldito y encantador. Ese viaje sentimental al pasado de "Lucas" ha sido de conmoción, el de uno y el de todos los que le rodearon. Como "Aurora" o "Sol" que han salido a relucir. Un viaje turbado a las alegrías, a esos lugares donde se conocieron o trabajaron los que tanto se quisieron, con sus sentimientos satisfechos o heridos, sus dramas y alegrías y el paso inexorable del tiempo. ¡Precioso!


Un Álvaro de lujo con sus miradas en momentos de diálogo que más emoción nos han transmitido. En esta sencilla secuencia estaba toda la historia de aquel ESDPV de antes que se usara de la serie para inocular veneno ideológico. A lo largo de estos pocos minutos hemos recorrido por un pasillo la vida de PV, una época distinta, otro recuerdo, momentos agridulces y trágicos que para los asiduos de la serie, tanto nos ha evocado y revivido y tantos personajes tan bien construidos y actores magníficos. Cuando en PV se buscaba una razón para vivir y amar y otra más para sobrevivir. Momento simple pero enorme, rodado en una rancio y herido dispensario sobre el inexorable paso del tiempo que te lleva de aquí para allá, que te produce tristeza, una reflexión sobre el paso del tiempo. Y para nosotros, este Dispensario como aquel célebre Chabolo de los tiempos de Megan Montaner tienen mucho que contar y despertarnos en sentimientos.
Por cierto bochornoso el olvido de Miquel Peidró y su equipo de la Navidad, Año Nuevo y Reyes. Ni un belén, unos villancicos en el castellano de aquella época, una Noche de Reyes. Ignoro como este hombre puede  estar al mando del guión.


Dedicado a todos los que hemos perdido en el 2016. Amigos, compañeros, gentes de la cultura, el cine, la política, literatura y de la Radio y televisión como el primer locutor de la inolvidable televisión de Miramar en Barcelona: José Luis Barcelona. Le traté bastante en mi Asociación, la APEI PRTV de Barcelona. Muy sencillo y cordial. En su recuerdo. ¡Adiós compañero y amigo!



4 comentarios:

  1. Bien por tu recuerdo a José Luis Barcelona. Mi madre lo ha sentido mucho, ella le conocía. me gustaría hablaras un día de él. Y es verdad Miquel Peidró ha descoyuntado Puente Viejo

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  2. Que bonito recuerdo a los que se han ido. ha sido nefasto y me sigue quedando la duda por qué se van muchos. Gracias por tu artículo José Ignacio

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  3. Que bonito lo que has escrito Iñaki. Estoy llorando porque me acuerdo de tantos días cuando me gustaba la serie. Un muxu grande para ti y los tuyos.

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  4. He añadido a Agnès LLobet por justicia. El guión la mostró como pavisosa, mermando sus enormes cualidades interpretativas que mostró en "La sonata del silencio", aquí totalmente desaprovechada y mal elegida por el casting como compañera de "Carmelo". ¡Qué vergüenza!

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