"ALONSO" EL OSCURO ENCANTO DEL PODER

¡Lo que puede el dinero! Si a él le añadimos la ambición y una carrera desenfrenada por conquistar una privilegiada posición de poder y unos absolutos deseos de enriquecerse a cualquier precio, caigan todos a su alrededor, tenemos la vía que ha tomado un arruinado marqués que ya hasta maquilla cifras para que nadie se entere que no era ningún chollo casarse con él, como cree el incauto "Félix Novoa", sino por el contrario un peligro enorme y una grave amenaza para el resto de sus parientes.

Me hizo gracia escuchar a "Novoa" comentar el supuesto braguetazo que había dado su hija "Marta" al casarse  con semejante farsante.

"Alonso" es un arquetipo de aquel tiempo en el que una lastrante aristocracia sin fondos, que vivían de rentas y del cuento, en el fin de un tiempo de aquel Régimen, sin recursos ya propios y con la inutilidad práctica de un título nobiliario, que necesitaban reciclarse amoldándose a un supuesto cambio político y económico, sin escrúpulos, cargándose de progresía "Juancarlista" y esperando que el nuevo tiempo traería fondos y potestad. Era la última oportunidad para estos golfos. Ya sus rentas y patrimonios no sufragaban ni los gastos de sus viviendas y palacetes. Y de estos personajillos se pobló la política de una parte de estos nuevos burgueses. Todo aquel desarrollismo de la industria iba formando unas clases medias que usaron de la trampa y estratagema para aspirara mucho más. "Alonso", como muchos "listos" de su tiempo, sabía de sobra que los alemanes invertían por los bajos costes laborales. Los obreros lo estaban pagando y ellos despegando económicamente.

¡Que pena escuchar  a "Marta" ante "Quintero": que es lógico que ese bien de gananciales y que el dinero de la compra de "Haussman" fuera de los dos, mientras que "Alonso" sólo piensa en tener la firma y al contrario carece de fortuna y ella difícilmente pondrá alcanzar el conocimiento de la auténtica realidad. "Quintero", esta semana, sospecha y ve algo muy raro y creo se aproximan tiempos suculentos en la serie en esta trama. O sea que el braguetazo es de "Alonso" aunque tendrá consecuencias. Inocente familia de los "Novoa" aunque "Jaime" ya se encontraba en sospecha y los demás comienzan ya a mosquearse y recelar.

Son momentos de alta gama en una serie de televisión al mediodía, que hablan del oscuro encanto del poder, con una visión real del mundo de los negocios en aquella España fraudulenta y falaz. Donde el mundo de los negocios y dinero fáciles predominaba en esta nueva casta económica y política que tanto reconocemos hoy; y tiene de la manipulación de las personas en favor de oscuros intereses personales de encumbrarse a costa de todos los demás.

Una crítica demoledora, inusual en estos seriales, sobre el arribismo social maravillosamente interpretado por todos los actores. Con toques de una realidad histórica absolutos y con una sorprendente realización de estas personas falsas que han mantenido este país al revés, con flagrante injusticia y apunto de estallar siempre. El personaje de "Alonso" es para recordarlo por siempre. Un arribista sin freno, manipulador y mentirosos, para el que todo vale a fin de alcanzar objetivos; con su afán de mordida y engaño, por el que pulula la expoliación, el abuso, el maltrato a su propia mujer deseando apropiarse de lo suyo y manejarlo a su antojo, y toda la corrupción política que le cabe en su nueva oficina.

Pero como algunas veces sucede, todo ello se volverá contra "Alonso" porque siempre hay gente que alienta la decencia frente a estos canallas.

Con sus ojitos, Manuel Vaqueiro, estos días "Marcelino" lo dice todo. no es ese hijo cenutrio al que muchas veces le menosprecia su padre, que por cierto "Pelayo" es un personaje tan enorme como para darle de comer aparte. Sobrepasa su época y es de una enorme complejidad en todos los temas y el propio actor engrandece ese pozo de sabiduría y desengaño, que es el salmantino José Antonio Sayagués . Es como los cascarrabias que no sabían tratar a sus hijos sino con desdén pero que los amaban hasta el refajo. Ese abrazo y esa confesión forma parte de ese lado de ir a la "contra" que tiene siempre y de descubrir esos otros sentimientos que pocas veces s ven en él, aunque sabe diseccionar y calmar perfectamente los de los demás. Y tengo que decir que José Antonio no envejece. ¿Cómo lo hará?

Tremendo descubrir para una chica de provincias que su tía amaba a su padre,  a través de la chismosa de "Benigna". Como drama es acudir a un pueblo a cambiar los restos de un familiar a otra tumba. Cada día está un poquito mejor Mariam Hernández, me gustó en su reacción y Lola Casamayor, impecable haciendo introspección amorosa de acudir a la exhumación.  

Y lo del catedrático Rodrígrez Fontán para tener mucho cuidado. En los regímenes dictatoriales, como hoy en la actualidad, las ideologías sobrevuelan la libertad y la justicia en la mayoría de representantes del poder. Ayer era el franquismo y hoy son los mandatos de los Jefes de los Partidos.

Por cierto lo de la atracción lésbica ya se dio en "Amar en tiempos revueltos". Entre "Ana" y "Teresa". Aunque en aquella época parecía como si este amor es superior. Espero que ahora no se les ocurra seguir por aquel camino de considerarlo encumbrado al heterosexual. Así como muchos respetamos cualquier tendencia sexual aunque seamos heterosexuales, los que crean historias lésbicas u homosexuales no deberían dar principalidad a esta relación frente a la otra. Lo digo por mucha prensa y guionistas para los que parece que, ya, los heterosexuales, estamos en decadencia. Y todos somos hijos de Dios.