Narraba espléndidamente la simpatiquísima y primera actriz Mercedes Mireya, doblando a Joan Fontaine en el comienzo de "Rebeca"(doblaje hoy desaparecido por desgracia), aquel sueño que en el que la señora de Winter aparecía frente a una mansión con la verja cerrada y, como todo sueño, y que como todos los que sueñan, se encontraba poseída de un poder sobrenatural y atravesó como un espíritu la barrera que le impedía entrar. Como esta tarde en una sorprendente y surreal secuencia que estoy seguro que a todos nos ha encantado; por su amor oculto en ella, su misterio y su sorpresa. "Nuria", en todo un simbolismo onírico, ha soñado con que ellos dos, "Jaime" y ella, se reencontraban y se seguían queriendo, recomenzando de nuevo una vida de amor. Una magnífica secuencia muy profunda y misteriosa, con la que los guionistas han jugado al desconcierto y a la fascinación. ¡Que bonita ha sido!
Mercedes Mireya. Recordando su voz en "Rebeca" me he inspirado para este escrito
No ha "colado" porque tenía algo de absurdo, una ruptura sin explicación dramática, sin lógica narrativa, había una elipsis que la hacía incongruente y demasiado asombrosa. Pero tenía algo del color del que están hechos los sueños, de su libertad para crear y hechizar, de cómo a través de ellos se crea confusión pero tiene su clarividencia dentro de otro estado sobrenatural de las cosas que ocurren en planos diferentes al racional.
El mejor amor para una imaginario San Valentín, que las cosas adquieren un encantamiento que seduce y nos hace, sobrevolando lo imposible, ser queridos a pesar de que la vida nos lo niegue.
El sueño de este San Valentín ha sido esto para "Nuria": una manera de exteriorizar unos sentimientos de amor que tiene por "Jaime", toda la emoción que suscita su presencia, la represión de sus enormes deseos que tiene hacia él, y el deseo de recuperarle, todo envasado en ese sueño de una encantada declaración de amor. Ella está soñando ser más lanzada, menos cohibida, tener más seguridad y no sentirte presa de si misma y de sus fantasmas. El sueño lo ha resuelto y la ha relajado al aceptar de nuevo a "Jaime", su amor. El mundo narcótico del sueño narrado con mucho encantamiento, una extraordinaria puesta para celebrar este día de enamorados con esta preciosa y benigna alucinación muy bien realizada aunque se notaba que algo estaba distorsionado y no parecía verdadero, la ruptura con "Henar" así porque sí. Pero daba el pego.
Algo más nos ha dejado este fantástico sueño que nos ha descubierto lo que siente esta chica maravillosa: que las marismas del sueño le han llevado a volver a encender y avivar algo que sigue ahí en sus brasas, una gran pasión sentimental. Detallista San Valentín que nos ha regalado algo ensoñado y normalmente romántico porque ocurre en el perfecto magma de la alucinación provocada por una cabezadita en una somnolencia narcotizada.
Los entresijos de la mente y los sueños en un sorprendente desenlace que nos hace valorar que en esta serie hay guión y buenos guionistas; es un tema además que no vale para frivolizar y jugar con él. Porque no es fácil escribir, filmar e interpretar sobre una atmósfera irreal. Y el triunfo de esta secuencia es que el sueño ha sido vago y esbozado de modo inteligente. Sabiendo mantener el ritmo hasta que, el despertar, ¡oh sorpresa!, da sentido a todo. En este caso parecía jugaba con una cámara oculta.
Las piezas del puzle se ensamblan y entonces tomamos conciencia con la realidad que subyace tras lo oculto en el corazón de una chica enamorada que despierta de la siesta. Hoy Thaïs Blume ha estado de una fuerza visual tremenda dentro de su estilo taimado de interpretar y que se fortalece en secuencias como esta, hecha como anillo para su dedo. ha mostrado esa otra cara oculta de las mujeres que aman, que lo insinúan cuando lo desean pero que padecen la soledad de estar sin ese hombre de amor. La mente se defiende los fracasos amorosos y de ello iba este maravilloso y milagroso San Valentín.
Precioso relato y muy emocionante. Un aplauso para este pequeño escrito que es una joya.
ResponderEliminarElla ha estado muy bien pero no encuentras algo soso a Jaime. Tu escrito de lo bueno de lo buenisimo de la tarde. Por cierto he visto Puente Viejo y que pena me da. Un beso
ResponderEliminarPues Jaime me gusta mucho a mi y ella es de las mejores. Le veo cara y nariz de vasca ademas. Un beso muxu grande Iñaki y gracias por hacerme esta hora de la tarde tan feliz.
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