VESTIDA PARA MATAR / AJUSTICIAR POR AMOR

                                   

Con un guión excelente e intrincado, se nos escapa: ¿Quien es el asesino? Todo son cábalas pero algunos acertarán. No existe personaje principal que no esté bajo sospecha, salvo "Ana María" o "Los Alemanes".

El asesino mata por amor. Los mejores y más factibles crímenes, lo son por un gran amor. Como éste.

Las fotos del final son de Cris Martínez. 

    

Lo que escribo es sólo mi opinión especulativa sobre quien mata a "Alonso". Lo que deduzco, presiento e intuyo. Sólo mi conclusión, que no tiene por qué corresponder con la realidad ni deseo hacerla absoluta. No tiene más razón que la que podáis tener vosotros. Es una opinión más y un divertimento de puzzle. Lo importante no es averiguar una ficción sino que participemos TODOS en el descubrir: ¿QUIEN MATÓ A "ALONSO"? Aunque nos equivoquemos la mayoría. Es un gran ejercicio mental absolutamente democrático de participación y ante una guión insuperable. El crimen se basa en un plan preconcebido donde se han atado todos los cabos; se basa en la sorpresa y  la fascinación que una persona ejerce sobre "Alonso"; no es una reacción airada e individual sino algo muy bien pensado y escenificado. Donde reina la sorpresa y están involucradas dos personas. Y es un crimen por justicia y amor.

Es francamente fabuloso y aleccionador que el espectador haya recobrado el gusto por las narraciones de misterio con crimen incorporado y búsqueda del asesino o ejecutor, en este caso, del sinvergüenza de "Alonso". Proponer algo y que la gente use de su entendimiento para razonar y de la razón para inducir o deducir conclusiones; que cada uno haga cábalas; las comunique;  las comparta; ejercite la mente y busque al asesino; todo esto, es francamente un gran ejercicio para la mente. Que se enmarañe el público en incalculables posibilidades; que, éste, combine decenas de personajes sospechosos de un crimen y que se pronuncie por alguno de ellos, inclinado la balanza hacia su culpabilidad; es valentía y lucidez intelectual. Indudablemente el público de "Amar es para siempre" es el mejor y lo demuestra estos días en la Red. Todo este quebradero sano de cabeza, engancha; fascina; toda la búsqueda del culpable, tal vez sin rostro o disfrazado, de quien entra en el despacho y le descerraja en la cabeza varios tiros al "Marqués". 

El género policíaco y de misterio; los buenos relatos de suspense, intriga, crímenes a resolver, despiertan en el espectador sentimientos encontrados; soluciones diversas para un único desenlace que está escrito en un guión; todo ello, está haciendo que hayamos pegado la vista y agudizado las entendederas a una serie de televisión hasta que se resuelva el enigma. Tenemos ante nosotros a Simenon, Conan Doyle, Chesterton, Chandler, Manolo Vázquez Montalbán, Agatha Christie, John le Carré  y tantos. Es Hitchcock, Robert Hamer, Darío Argento y Brian de Palma. La Red echa humo estos días intentado adivinar: ¡Quien mata al "Marqués!" Y la audiencia tramposa miente en cifras que engañan; según los datos diarios que recibo, esta apasionante serie no para de perder espectadores: en un mes cerca de 50.000 espectadores. No se lo cree nadie. Son tan burdos y tramposos que, según gana en gran interés y engancha más, parece que pierde espectadores de modo extraño. El mundo al revés de la España actual.

Una "Marquesa" destrozada anímicamente; humillada; maltratada por un hijo que no la quiere en absoluto y que la intenta incapacitar mentalmente y recluir como orate; cuenta su enorme disgusto a un fiel criado: un personaje extraño y de pasado desconocido aunque pulcro y servicial a lo Dirk Bogarde con un toque cómico e histriónico de Blake Edwards; de exquisita elegancia en el servir a su "Marquesa" y con la sublimada distinción de un criado gentleman en la realidad. Pero un hombre fiel que escucha con harto dolor a esa persona a la que le es totalmente fiel y con la que mantiene una situación inquietante de sumisión y dominación. Y los dos urden un plan para desembarazarse de semejante hijo de puta. Falta por ver la tremenda secuencia, desarrollada entre "Ana María" y "Alonso", en el despacho, cuando ella está horrorizada de lo que le ha planteado la abogada "Nuria". 

Falta por contemplar cómo reacciona con virulento cinismo el "Marqués" y como de agresivamente trata su propia madre; entonces, ella, comprueba que es aún peor que lo que "Nuria" le advirtió como indigna trampa que le preparaba su hijo. Esa secuencia es fundamental para el luctuoso desenlace; previa a esta cuyas fotografías que encabezan el artículo, con el indignado derrumbe de "Ana María" confesando lo que allí le ocurrió y tanto le humilló. Los dos matan a "Alonso". Quien dispara y quien le cubre las espaldas y ayuda. Los personajes de los que menos se podía sospechar. La madre es el último personaje a conjeturar como asesina aunque no dispare.

Le asesina "Ginés"; un maravilloso troll disfrazado de mujer que va a ejecutar al "Marqués", en un plan perfectamente concebido por los dos ("Ana María" y él) y como servicio a su "Marquesa" que tanto estima y quiere. Es un plan casi perfecto; inaudito. Manuel Sánchez Ramos duplica sorprendentemente su personalidad y muta su imagen y se caracteriza transexualmente como hembra. Es como Norman Bates, justiciero y apegado a las faldas de su señora madre o ama. La cara que pone "Ginés", al contemplar la aflicción de su señora,  es de tal enojo que se palpa que algo se va a preparar.

Yo sí considero a "Ginés" como un personaje muy hábil y a descubrir aún. Parece sencillo pero es inquietante en ocasiones y muy envolvente siempre. Es un personaje muy extraño y parece como de otra galaxia. Creo que la sorpresa es ¡cómo muere "Alonso"! y la caracterización de su asesino para no dejar huellas. Él, "Mayordomo", ella, vestida para matar. Es el candidato número uno porque mata por amor. Ama a la "Marquesa".

                                     

"Alonso" no reconoce a su asesino disfrazado y su presencia, en principio, le sorprende enormemente: Una señora que, con su sola aparición, le paraliza la reacción; de lo contrario, se hubiera puesto en guardia. ¿Por qué? El asombro le deja atónito y desconcertado. Esa dama le recuerda  a alguien de su familia y tal vez viste con sus ropas. Entra "Ginés" por la puerta principal del despacho; Alonso", estupefacto, se levanta y se dirige hacia esa extraña mujer que es muy elegante y que le fascina y "Ginés", tras unas previas palabras en las que "Alonso" le pregunta quien es y que quiere?, le dispara y el "Marqués" cae muerto y encharca el suelo con la sangre de su cabeza. Ante tal sorpresa transformista, "Alonso", no pudo reaccionar, defenderse o huir; cayó en la trampa de su belleza: ése era el truco final. Muere a mitad de camino entre su mesa y la entrada por la puerta corrediza que es hacia donde salió al paso del travestido. "Ginés" sale por la misma puerta, la que se encuentra al lado de la mesa de la secretaria. Alguien puede pensar que, "Ana María", es la asesina pero no es factible una mujer disparando a su hijo y corriendo gran riesgo. No es la primera vez que, "Ginés", le saca las castañas del fuego.

                                      

Esto es una suposición. Con certeza sé que la persona que asesina al "Marqués" tiene un plan perfectamente elaborado; no deja nada al azar e improvisación; se juega mucho y es una gran sorpresa. Ignoro la hora en la que dispararon a "Alonso" pero quien le mató conocía la situación en ese momento. No es de estos casos que aquí te pillo, aquí te mato. No hay datos más concretos que nos den pistas sobre la hora del crimen. Lo que también creo es que, el asesino, entró por la puerta principal y salió por la misma. Que se encontraba en el despacho a esas horas lo podía saber cualquiera que se asegurara y que tenía un plan. Y que entró con otra caracterización.

                                         

Hace ya años, Narciso Ibañez Menta, acojonaba nuestros padres con aquel serie: ¿Es usted el asesino? La voz de Claudio Rodíguez que enfatizaba el capítulo con esa pregunta todas las semanas, daba paso a una intriga de muérdago; en la que había que descubrir a un misterioso criminal que por las noches asesinaba a los habitantes de una ciudad. Era un travestido que se disfrazaba como el "profesor" de la escuela pero cuyo verdadero rostro, la policía, lo tenía más cerca de lo que parecía. Por cierto, en aquella serie, aparecía en "vivo" uno de mis actores de doblaje favoritos, hacía de policía: Joaquín Escola, la voz de Lionel Barrymore en "Cayo Largo".

                                      

Esta es mi versión. Algunas personas pensarán que es como muy alucinante. Tiene intriga y misterio dentro de una atmósfera obsesiva e inquietante. He descartado otras posibilidades porque me parecen de perogrullada y los guionistas de "Amar es para siempre", siempre, agudos y sagaces, dan sorpresa y razón; rematan con mucho sentido a personajes que no resucitan como otros. Sería un maravilloso homenaje e Hitchcock en una secuencia en la que la "Dama Ginés" hace justicia y le da la tranquilidad a su predilecta "Marquesa".

                                     

Al principio pensé en una solución coral pero estas se dan en lugares cerrados y no en grandes espacios. Implicaría un gran riesgo en el tránsito de tantas personas como involucrados existen: "Félix", el estafado y padre de la agredida que aparece con una mano herida (para despistar creo); "Vigo", que se la tiene jurada pero realmente acude a los tribunales; "Maroto" que, como buen comunista, se lleva por delante  a todo el que "pille" y más si le ha echado del trabajo y te has enfrentado con tu enemigo públicamente; "Rafael", que le amenazó de muerte y su propia esposa, "Marta", que le juró que se las pagaría; "Jaime", que lo detesta hasta el infinito y que sintió con dolor pegara a su "hermana"; "Alba" que proponía un plan general contra él; "Alcoriza" tiene mucho que perder. 

"Rafael", ES EL OTRO SOSPECHOSO PRINCIPAL PARA MÍ y me recuerda a aquel "Víctor Reyes", aquel mercenario justiciero (pudo acercarse al despacho y salir corriendo para el aeropuerto) pero no me parece muy factible porque, el ejecutor, conocía el lugar, la hora y el modo de entrar y la acción no estaba improvisada. Quien lo ha hecho estaba vigilando, es familiar y sabe que está sólo en el despacho. El suicidio no es posible porque, la policía, investiga un rotundo crimen. 

                                     

                                LA BELLA SECUENCIA DE LA TARDE DEL VIERNES:

Es una pena que estemos tan preocupados sobre la identidad del asesino que nos dejamos pasar momentos sublimes, como éste, entre "Blanca" y "Bruno". En blanco y negro hasta que, el beso, colorea la secuencia. 

El no ver las cosas de la vida no le impide a una ciega conocer todo sobre el chico al que ama. Esa es la gran lección de esta maravillosa secuencia, tierna y adolescente con fondo de una primera atracción que resulta fascinante y de la que nace un puro amor. ¡Precioso momento!

Me gusta cuando llega por entre las calles húmedas la ciega, me recordó a "El tercer hombre".

Es el lado noble, pujante y bondadoso de los jóvenes antes de que la vida les corrompa. Óscar y Tábata están descomunales casi sin hablar además.

Sencillo y muy emotivo momento en la tarde del viernes y el mejor del capítulo. Con un toque de clarividencia ciega que es simplemente genial. Se nos ha enamorado "Bruno". Está "colao" por la invidente. Y ese "Bruno" que, aunque ocultaba su personalidad, ya resultaba por el tacto enormemente atractivo y guapo y con su edad adolescente. A un ciego no le engañas. Toda esta secuencia del mejor cine expresionista, está rodada con una precisión quirúrgica que toca las fibras más sensibles del espectador de modo virtuoso.  

Lo único ciego que existe en la vida es el amor pero los ciegos ven mejor que muchos. Momento con mucho romanticismo del mejor; de gran clarividencia entre una chica formidable y un jovencito al cual, la invidente, le ha robado el corazón. Pero que se enamora de la persona y no por lástima de su incapacidad física o psicomotora. ¡Los enamorados ciegos de amor en un banco público!

¿QUIEN MATA A "ALONSO"