Casi como una niña pequeña volviendo a sus mejores días. "Ana María!
Ha sido alucinante el contemplar a la "Marquesa" desconstruyendo su persona; pulverizando su intimidad; destrozando su presente como mujer a la que ya no le queda nada; desaforada; vagando por los lugares de antaño; con las lágrimas cayéndole de sus ojos atribulados y pesarosos y apegada a sus más íntimos recuerdos con el ser que más amó y sigue amando, su hijo "Alonso", al que mató por amor. Sin él ya no es nada y con él, ella ya no era nada para él. Ver llorar entre recuerdos tristísimos de infancia con su "Alonso", ha sido inenarrable. Sólo estas actrices pueden interpretar con tanta hondura. Le ha dado gran chance a Mariona y "Marta" se lucio de igual modo. La "Marquesa" comienza su calvario y autodestrucción personal. La sangre algo deja siempre, una rastro destructivo, y más la de una madre que dio y quitó la vida a ese hijo que lo era todo y ahora es un recuerdo más vivo que nunca pero insufrible por el dolor de haberlo hecho desaparecer irreversiblemente. Por ello la quiere aún más "Ginés"; la comprende y sabe lo que ha supuesto porque conoce del enorme sacrificio que ha hecho por el propio bien de "Alonso", liberándolo de su maldad.
Me dejó perplejo. Ella a partir de ahora, toma un rumbo hacia lo desconocido e inmaterial donde, fuera de toda atadura opresiva y con el alma en libertad porque ya no tiene nada más que perder, caótica y extravagantemente, mantiene conversaciones con su hijo, con un ectoplasma al que le gustaría pedir perdón.
Cuando vi la secuencia en el ático me recordó a aquel filme, "Las fresas salvajes" de Igmar Bergman; un viaje casi como de un viático hacia el ayer, hacia otro tiempo. Me recordó a aquel profesor, llorando, asomado a su infancia, contemplado a los que vivían con él, su família y sus padres, llorando porque ya no podía reparar el pasado que lo recuperaba en el túnel del tiempo. Como "Ana María" recorriendo los jardines y la puerta del colegio con su hijo llevándole a pasear o a clase. No se vosotros, pero me emocioné mucho. Ella misma está barrenado su personalidad en este viaje al ayer sencillamente sensacional.
Ignoro si forma parte de la intención del guión pero yo he visto a una de las mejores actrices del Estado en una historia íntimamente introspectiva que no puede ocultar una reflexión sobre la creación; el hecho de trasmitir vida en la mujer; sobre la vida y la muerte que proceden lo mismo; sobre la realidad de la vida y la muerte que se dan y quitan; una gran verdad y la ficción que está interpretando la mujer, donde los espacios físicos y morales desaparecen y sólo queda la ejecución del hijo y que está destruyendo a "Ana María". Lo que ya nunca volverá.
Especialmente importante donde encuentra "Ana María" un bálsamo y continuidad de vida en ese nieto al que le considera suyo porque así su hijo aceptó. Al que contará cómo fue su padre y cómo le quiso aunque no le vio nacer. Que le querrá como si fuera el hijo que la despreció y en la criatura podrá sentir a ese ser renovado y no corrompido, a ese otro hijo que no le negará lo que "Alonso" le mutiló como sentimiento de madre.
¡Lo que una madre puede hacer por amor! Secuencia absolutamente magistral. De un dolor profundo impresionante. Cuesta horrores mantener un nivel interpretativo tan alto explicando su vida pasada frente a lo que ya no tiene remedio.Sustituyendo aquellos paseos del ayer por los solitarios actuales ensoñados y conversando con quien ya no está, pensando in situ lo que fue y nunca más será. Es un momento casi de entomología, de microscopio, de autopsia de una vida, sobre el feliz pasado hecho realidad entremezclado por un paseo por el infierno actual.¡Enorme!
Sobre "Maroto" nada que no sospecháramos. El asesino no es él. Está en el círculo familiar pero tampoco es "Marta" que me da acabará enamorándose de "Rovira" y habrá final feliz. Es asesino es "Ana María" y se irá, como "Emilia" "Lola Herrera, llena de esplendor y apocalipsis, asombrosamente estremecedora.
La caracterización de los golpes recibidos por "Maroto" puede parecer exagerada pero es real como las leches que te metían. Y más tratándose de etarras que tanto hicieron para que se les odiara. Hemos contemplado la segunda recreación del crimen. Tampoco es la real. Pero en las dos, con "Jaime" y con "Maroto", es la provocación chulesca de "Alonso" lo que les hace empuñar la figura. En "Maroto", es imposible pensar ha sido él y deja con sus huellas la estatua. La "Marquesa" lo hizo pero "Ginés" le limpió las huellas. Seguimos expectantes y sin descansar buscando al asesino.
He llorado Iñaki he lloardo Que verdad es lo de las madres. Gabon gudari
ResponderEliminarBueno me dicen si esto es así. Yo así lo creo y lo argumento. Sólo pretendo buscar al culpable y me he comprometido con ello.Lo que cuento son deducciones personales sobre las informaciones que tengo, la mayoría están ahí y las conocéis todos.Pero sea o no sea sí María José Goyanes nos va a sorprender grandiosamente. Mil gracias por leerme.
ResponderEliminarSi pero tu sabes algo mas seguro. O me lo parece y tu teoría no es nada descabellada puede ser asi y yo creo que si es asi. No se si mata Ginés o la Marquesa, pero casi seguro es así.Me da que si
ResponderEliminarQue estupendo lo que cuentas. Una disección del personaje con ese fondo de Fresas salvajes que es así como lo cuentas. Esa peli es impresionante. No se como te has dado cuenta pero supongo es porque has visto mucho cine. Por cierto tu artículo sobre el cine Trueba de San Sebastián numero uno. Sabes si hay se dio cine del Festival????
ResponderEliminarViendo esta escena que destacas lo demás no vale nada. Y mira es una mujer muy buena Ana María que como dices se nota le facilita el trabajo a Marta. eso lo solías decir de María Bouzas y me fije y es verdad. Leerte es tan interesante como la novela. Buenas noches José Ignacio
ResponderEliminarYo no creo es marta como dices tu tambien y la que mas me pega es la marquesa y gines. Eres valiente te arriesgas a equivocarte pero seguro que sabras algo mas que yo. Un beso amigo
ResponderEliminarRafa! te contesto. En el Trueba hoy, en los actuales minicines, en uno de los dos al menos suele haber. En sus tiempos no aunque estrenaban los filmes poco después del Zinemaldia. Por ejemplo "27 horas" entró rápidamente en aquel Trueba del 86 tras la primera renovación. El Festival iba al Miramar, Pequeño Casino, Astoria, Principal, Príncipe. He trabajado muy a gusto sobre este cine. Me he identificado mucho, incluso me ha sucedido que buscando sus pelis de estreno me encontré con "El hombre que nunca existió" protagonista del último capítulo de "El Ministerio...". Bueno, la semana próxima continua y queda para este mes aún.Es de los cines que más gusto he trabajado con el Savoy y el Astoria.
ResponderEliminarQue capacidad de trabajo tienes me sorprende y que bien haces tu profesion. sabes hablar escribir haces de todo. Enamoras. Disculpa te escriba otra vez
ResponderEliminarDisculpa Yoli. Es cierto destaqué siempre lo de María Buozas. Como en María José Goyanes. Fíjate si ves aún la serie de "Puente Viejo" que diferencia entre Maribel Ripoll, siempre chupando cámara y dándose a notar y arrogándose protagonismo, es insoportable esa mujer y se le nota, con María Bouzas. Y total que maribel sólo maneja tres registros y ya está
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