LA MARQUESA Y ENRIQUE RESUCITADO

UNA "MARQUESA" SOBREACTUADA". LAS CARTAS DEL TAROT. UN "CALDAS" DEL QUE NO ME FÍO. Y UNA "HENAR" SIEMPRE PRESENTE POR LOS ALREDEDORES DEL LUGAR DEL CRIMEN.

Un capítulo algo más interesante que el de ayer, que retoma de las viejas sospechas y que nos traslada una secuencia enormemente graciosa y forzada, sobre una "Marquesa" que confunde a "Pelayo" con su marido fallecido "Enrique". ¡Ha resucitado "Enrique"! Momento de esperpento total a lo teatro del absurdo de Jardiel Poncela, inverosímil  e ilógico y que muestra ya el enorme teatro que "Ana María" está realizando día a día para confundir al personal y al espectador. No está loca ni alienada ni nada de más. Es como es figura del "Loco" del Tarot, que ha sacado "Loppard",  que se encuentra más cuerdo que ninguno y sabe lo que quiere y lo busca disfrazándose de loco. Un sabio que toma una disfraz que combina insensatez y gran lógica que mostrando un aire discontinuo, está bien hecho todo lo que subyace en el fondo de su mente. El "Loco" es alguien que, desde una realidad soterrada, parte a un viaje inciático hacia algún lugar; sale de su cuerpo y divaga por el espacio/tiempo. "La Marquesa" haciendo escapismo para disimular. Hoy, "Ana María", se ha colocado por encima de su discutible demencia, isquemia cerebral, mostrando con evidencia el juego macabro que trae entre manos.

Curioso un "Ginés" teme el Tarot. Le ha venido bien la excusa de tener que mover el vehículo para desaparecer y no verse comprometido con algo que pudieran chivar las cartas. Ha sido la mejor secuencia de la tarde, sin duda para mí, por su gracia, por el misterio que encierra esta mujer que es un arcano misterioso que de seguro oculta algo, un secreto muy bien disfrazado de locura y que va a ser difícil de conocer. Enorme María José y un cómico sin parangón José Antonio Sayagués poniendo cara de bobo pasmado cuando le recibe, confundiéndole y besándolo, "Ana María"

Yo sigo pensando en ella y "Ginés", "Henar" y alguno más, tal vez "Maroto", como los ejecutores de "Alonso". Pero no me queda más remedio que repetirme y continuar especulando tropezándome todos los días, ante la falta de indicios frescos, con el mismo pedrusco. Y no deseo aburrir al personal. Estamos como hace un mes y hoy algo ha salido a colación, entre "Caldas" y "Martín", en ese republicano "El Asturiano", que abre un pequeño horizonte a la duda sobre el móvil inamovible que han mantenido estos dos ineptos funcionarios, buscando en caladero tal vez equivocado, al asesino. Y es que, esa, es la cuestión. Estamos herrando porque, el guión, nos está despistando.

La prensa se hace eco del fracaso del policía y fiscal, parodiandoles y siendo la burla de compañeros y propósito de rodar cabezas por parte de jefes policiales y judiciales de ambos. Es que el tripero de "Caldas" y el rarito de "Pallarés" no están a lo que debían encontrase. Incluso, el fiscal, menciona esta tarde buscar a un culpable, sea quien sea, rápidamente, algo a lo que "Caldas" se niega. Indica que "Martín" es un corrupto comodón que vive muy bien del Régimen y que no desea le expulsen. ¡Vaya con los del FELIPE! ¡Menos mal que desaparecieron a finales de los 60! Hubiéramos tenido a otros golfos más comiendo la sopa boba en la Transición e intrigando en el capitalismo de amiguetes con el que se repartieron la tarta todos estos partidos en busca del poder y el consenso.

Un recuerdo emocionado al Diario Madrid, aquel periódico que provenía ya de gente relacionada con la CEDA en la Segunda República, la de verdad no la de "Pelayo"; que lo fundó Juan Pujol y que Franco lo dinamitó en 1.973 por creerse aquello de la apertura de los 60. Calvo Serer escribía artículos muy molestos para Francisco Franco, y pedía se retirara el anciano que se aferraba al poder sin dejar preparación para el sucesor, comparando un poco la decrepitud de su excelencia con la decadencia de De Gaulle y su V República. Le costó el cierre, un noviembre de 1.971, y en 1973 se volaba el edificio. En los finales de los 60 y primeros de los 70, fue un medio que leía la oposición y la progresía española.

 

VOLADURA DEL "MADRID"

Otra de las partes más interesantes ha sido esta en la que un desmitificado inspector se da cuenta, al fin, que el caso es más complicado que lo que parecía y que yerran en el móvil. Lo del tarje que cuenta no es sino buscar un prueba definitiva que obligue a alguien a confesar. Algo inapelable que sitúe a alguien en el escenario del crimen, a una persona y que con testigos y pruebas irrefutables, cometa un error o, acorralado, confiese de motu proprio" descargando su conciencia. En este extraño caso, sólo hubo una: las huellas de "Maroto". Su coartada le libró de momento. Y nada más. Pero, personalmente, creo que el móvil es de justicia personal y no descarto que tenga que ver con la disolución y entierro de "Haussman".

Yo no descarto la venganza personal entendida como justicia y en familia. Un "Ginés" por ejemplo. "Una "Henar" que algo no ha contado. Mañana, "Caldas", se le acerca y está moqueado porque ha mentido en sus primeras declaraciones. Y se va a Colombia". Por cierto: ¿Tiene pasaporte? Confesó que nunca había viajado. No sabemos si es un error más del guión, como el de la puerta, o si en realidad ya planeó huir con "Barrantes" y se hizo el pasaporte. ¿El Visado? Como hay meteduras de pata, no sé lo que pensar. "Henar" tiene varias caras y siempre está ahí.

FOTO DE CRIS MARTÍNEZ

La vía del crimen pasional era una vía muerta como dijimos. Pero el asunto es que sólo un error del criminal, si es que lo hay, puede conducir a este policía despistado a encontrar una pista fiable. 

No creo haya sido una venganza de algún estafado. Y tampoco que no esté muerto. Una pregunta clave. ¿Quien y por qué? El asesino se encuentra entre la familia, como justicia, y la Empresa. Y no sólo es que se encuentra blindado el final, es que está blindados los indicios y son todos una trampa para despistar.

No vamos a discrepar que "Pallarés" arremetió con un aire incriminatorio y sádico contra "Rafa", sacando sus mas delicados trapos sucios. Y que no era justicia lo que buscaba. Algo le llevó a cercar tan miserablemente al piloto. Gozó al contrario que con "Maroto" que todo resultó conciliador". ¿Sabía algo "Martín" sobre "Maroto" que oculta? Momento muy desagradable donde ha pisado intimidades para nada y con recochineo.

Precioso momento maternal de una madre siempre con su hijo. Una gran actriz que creo se despide Amparo Climent. Por cierto una actriz de doblaje que puso la voz Jeanne Moreau, en "Eva", en "Fuego fatuo", a finales de los 80. Y la voz de Carrie Fisher en algún filme de igual modo. Se nota es actriz de doblaje en su exquisita dicción, en el sentido que da a cada frase, en el significado de cada palabra. Y da excelente imagen en pantalla.

La secuencia entre "Rafa" y "Alba" el inicio de un futuro reencuentro. Hay ha actuado muy bien el guión como cabreo justificado de mujer. Cuenta a "María" que su novio es un marrano y que es el culpable, sin venir a cuento, usar medios reprobables para alcanzar fines rapiñados y tranquilizadores. Está bien que a estos sujetos del funcionariado  se les ponga contra las cuerdas, que parecían y parecen intocables. Y nunca responden de sus errores. "Caldas" es un vividor que está atontado con tanta rosquilla que engulle pero, "Pallarés", es un sinvergüenza y un fascista de tomo y lomo. Y sobre "Caldas" tan lúcido incomprensiblemente en sus inicios, conocía hasta lo del "cuarto de escobas", se ha vuelto un torpón que mira hacia otro lado. ¿Conocía a"Alonso", el inspector "Caldas"? ¿Es "Caldas" de fiar? ¿Será otro estafado?

Y vuelve "Rovira", simpáticote él, sonriente, con aire de volver recuperado de vacaciones, amable y dispuesto, galanteador, conciliador y hecho un amigo casi del alma. 

Secuencia de amistad muy bonita, fraternal y limpia. "Gonzalo" y "Rafa".

                                                                 Foto de Cris Martínez