EL SINIESTRO ROVIRA PUEDE SER UN ASESINO

Desde casi sus primeras apariciones pensamos que, este personaje siniestro, ocultaba algo. Tanta adhesividad, efusividad, apoyo incondicional, camaradería, espíritu de colaboración positivo por una empresa, olían a raro. Su bipolaridad puesta a prueba aquella noche, en el "King´s", cuando encajó muy mal el desdén de "Marta" hacia su persona, ya pusieron de manifiesto que algo tramaba y que no era trigo limpio.

Aquella noche enloqueció y juró darle su castigo a "Marta", confesado por él a "Holstein", algo que sumaría a sus intrincados planes de enterrar a "Haussman" y cobrar una comisión suculenta; pero había mucho de desear castigar a "Marta" en lo personal.

Enloquecido porque "Marta" no le quería, la venganza, el dinero y la locura fluyen por su mente. Y este tipo de psicopatías castigan todo aquello que contradice sus propios deseos y reglas, aunque pasa desapercibido entre su propia gente; hasta cierto punto y en este caso, sí que ha colado porque, "Marta" ni nadie, son capaces de suponer de que es capaz de urdir y ejecutar este sujeto. Y puede ser un asesino y debe estar entre los sospechosos.

Esta tarde, en este rictus maligno y sonrisa cínica, cuando "Marta" menciona a los trabajadores y su valía, dice todo y más.

Su idea es hacerle daño, eso ya lo sabemos, pero hay algo más: Sabe quien se va a hacer con la empresa. Le ha dicho algo así como: "¡Cuando te enteres quien va a postar por la empresa y ganar la subasta,  ya verás donde van a ir tus abnegados y eficientes trabajadores!

"Rovira" no sólo es un "enterrador", es el puente hacia alguien o algunos, él mismo por ejemplo entre otros, para hacerse con "Haussman". Una operación con algunos más y con sorpresa de por quienes puede estar conformada. Un negocio que se planificó concienzudamente y que bien pudo comenzar matando a "Alonso" y vía libre. Los que se deshicieron de "Alonso" conocían ya la quiebra de la empresa; sin él, el caos total era más que previsible aunque no contaron con el esfuerzo titánico de "Marta" y de los trabajadores de la empresa para reflotarla. Incluso, los alemanes, tuvieron algo de esperanza y obligaron a renegociar a "Rovira" con "Kraus", el jefe.

En el crimen puede haber varias personas involucradas aunque el ejecutor queda por conocer. Por descontado "Rovira". Y no descarto a gentes cercanas, como Alcoriza" que pudo ser un informador de primera linea; el mismo "Barrantes" del que sigo sin explicarme cómo llevaba en su bolsillo, lo traía en el viaje a España, el papel constitutivo de la Sociedad de "Alonso" con "Jackson" y "Rovira" y el mismo "Alonso" que no descarto viva. ¿Cómo conocía "Barrantes" que debería mostrar ese papel a "Marta"?  No es habitual viajar con un documento así y menos si no te pertenece de algún modo. O ese misterioso "Jackson" que parece vive en Nueva York.

Y una "Fuen" que parece ser se ha evaporado y no envía noticias desde Colombia al llegar, tal como cuenta "Pelayo". Yo es que no me fío de nadie ya. Y ese viaje siempre me pareció forzado y teatrero. 

Las secuencias oníricas muestran, a mi entender, ese vértigo del subconsciente de "Félix" ante algo que le aterra y que lo lleva muy dentro. ¿El qué? Puede tratarse del pavor a ser detenido. ¿Hay algo más? Pero estos momentos de blanco y negro están destapando la otra cara de la realidad que subyace tras la conexión con la realidad; lo que no se ve pero que puede estar ahí. Es un sueño, una pesadilla dantesca, a medio camino entre los entresijos de la mente, la realidad inapreciable y el coma.

Son muy buenas. Oníricas y sometidas al testigo "Félix" como diálogos irrazonables aunque él los cree. Es Hitchcok y el falso culpable. Pero es más dentro de lo denso, incomprensible y cautivador que resulta. ¡Cuidado! Que las pesadillas proceden de algo que nosotros captamos en el subconsciente y que no procesamos debidamente y que queda ahí sin salir del lado oscuro de la mente que te advierte de que algo ocurre de lo que no has sido consciente. "Caldas" y "Maroto" arremeten contra la burguesía y los clanes familiares que se protegen. Pueden encontrarse los dos buscando a alguien, justificando algo y por ello recaban en una supuesta buena persona pero que es rica y por lo tanto sospechosa. Aparentemente, no es así, en la realidad. ¿Pero y si ello agita a un "Félix" mostrándole un inconsciente, de algo tapado y que estaba ahí y ese es el verdadero rostro de estos dos personajes? Puede parecer rebuscado pero me ha sorprendido. Y tratarse "Maroto" y "Caldas" de dos fanáticos intransigentes que se escudan en ello como la copa de un pino. Un comunista puede serlo pero un inspector de policía, no.

Igual que las chismosas de "Manolita" y "Benigna", tanta buena cara y claro que son capaces de despellejarte. Como que su mujer le defienda frente a estas dos alcahuetas. Como la aparición de "Rovira" subleva a"Félix". En los tres casos, la pesadilla tiene una base real.

Cristina González es "Mónica Valero". Un personaje que se dirige en miradas de encuentro en todo momento a "Nuria" y que se emociona con la foto de "Carlos Salgado". Llega casi al final y puede tratarse del final de la paternidad real de "Nuria" y de su familia.  Puede ser una hermana e hija de "Carlos" y tener que ver con la llamada telefónica del "Asturiano". Se se dan un aire las dos actrices.

Hoy lo que "Caldas" no le ha podido decir es que han desestimado, frente al forense franquista, la prueba de la altura que presentó como descargo el inspector sobre "Félix Novoa".