miércoles, 13 de diciembre de 2017

CRÓNICAS MUTANTES: LA DEFUNCIÓN DEL CONSTITUCIONALISMO EN CATALUNYA.



Ciudadanos y el PSOE habían dado por bueno elecciones tras varios meses de aplicación del 155. Era lo lógico. Nadie lo quiso después, la primera Soraya y un acomplejado Rajoy,  y todos apoyaron de prisa y corriendo acudir  a unas urnas para sacudirse un problema que va a resultar, el 22-D, será un drama terrorífico y la quiebra de los constitucionalistas en Catalunya que alcanzarán la irrelevancia. Por mucho que me duele, va a ser así.


No dan las cuentas. Quien organizó a toda pastilla el 21-D como gandula solución electoral a los graves sucesos de rebelión en Catalunya, sabía de sus resultados. En el consenso del Estado de Partidos, rigurosamente, las cuentas salen ya desde un papel. Si tomamos unas encuestas elementales y los datos de escaños supuestos, en la SEGUNDA votación, ganan los independentistas. Unos 30 de ERC, otros 29 de JxCAT, resultan unos 59. Si sumamos unos 6 de la CUP (aunque no es necesario) y otros 10 de En Comú, resulta ya la mayoría de 68 diputados y con la CUP ni te cuento. Con Iceta de rondador, por supuesto. El 155 no se ha utilizado para nada ni se podía, sólo ha sido un señuelo que Moncloa y el PSC han elaborado para no hacer nada y que el día 22 de diciembre estemos mucho peor; con la sedición reforzada; con lo que considerarán una segunda vuelta en sus resultados vigorizantes y pidiendo lo mío a Rajoy que me has prometido. Mientras que los Constitucionalistas, que se pegan entre ellos y con un PSC nada de fiar, podrían sumar unos 5 del PP (un fracaso que se ve llegar), otros 16 del PSC y otros 30 de Ciudadanos, no llegarían ni a los 60. Entre 59 y 63. Una ruina y Arrimadas, matemáticamente, es imposible sea investida en segunda votación. Y menos tras el fracaso estrepitoso de Soraya en Catalunya y de los medios que maneja en Madrid, al servicio de los independentistas. De cómo está tratando el gobierno y mucha oposición a cierta prensa democrática que pelea por lo que, los falsos constitucionalistas, debían de estar en esa misma defensa. Algunos Constitucionalistas, a muchos periodistas, les han tapado la boca. Es una desgracia.



“La suerte yo creo que está echada” Desde hace muchas semanas venimos escuchando que Arrimadas gana en las encuestas y que será la próxima presidenta del Parlament. Es una campaña más que ya un dato fiable de unas encuestas que, curiosamente, en España, jamás aciertan. No sólo en España la acercan a lugares próximos a ser la Presidenta, incluso “The Guardian” en un elogioso artículo, vaticinaba un Govern al estilo  Macron y muy cerca de ERC en encuestas. A ella, que en principio no está involucrada en casos de corrupción pero que tampoco es muy de fiar en sus futuros pactos  entre oligarquías, se la encumbra como la mujer que puede hacer historia. Y como política del Estado de Partidos, tampoco es de fiar en absoluto. 


Conozco algo Catalunya e ignoro de dónde surge semejante impulso que mucha prensa está dando a esta señora muy digna pero cuyas cuentas a mí me siguen sin salir. No es tan querida en Catalunya como se nos quiere hacer ver; ni de coña. Otra cuestión es que pueda recoger votos de aquí y de allá, pero las cuentas en segunda votación en el Parlament no me salen para darle la mayoría de 68 diputados en el Parlament. Sí que hay apuestas de constitucionalistas por ella, como solución racional y democrática a la dictadura del Régimen independentista catalán, ante la hipocresía del PP del que no se fían sus votantes olvidados por Rajoy, de las propuestas descabelladas de un Iceta a todo temer, pero no hay más votos que los que se cuentas aunque se trasvasen ni más ley electoral que el consenso de oligarcas tras las elecciones; ahí, Arrimadas va a perder. Primero porque el PSC es un traidor y jamás apoyaría a nadie que fuera constitucionalista  y en segundo lugar porque, aunque en minoría, en esa segunda vuelta, un independentista será el próximo President. Lo cual ya está más que pactado entre los levantiscos, el PSOE, el PSC y La Moncloa. Con Ciudadanos que, al pedir YA elecciones, participan de la solución consensuada entre los otros dos y darán el poder de nuevo a los golpistas. Funesto pero real.


Tampoco Arrimadas es nada de fiar. Hace un año, en noviembre pasado, Inés, hacía saltar todas las alarmas: Pedía un “referéndum legal y con validez”. No sólo es Iceta quien decía que dije lo que no digo que vuelvo a plantear. Ella, personalmente, ha celebrado paelladas en la Diada pasando de su propio partido, lo dijo hasta Boadella, y es que Inés Arrimadas insistía en una línea de conseguir, como el caótico PSC, un encuentro con nacionalistas moderados. Una Arrimadas que de cuando en cuando surgen dudas sobre la coherencia en ella de ese discurso combativo que su partido ha tenido contra los soberanistas y contra los que, desde el Estado u oposición catalana, pactan con ellos. No es nada de fiar tampoco. Otra cuestión es que busque hoy en el caladero de votantes descontentos con el PP, PSC y que son moderados independentistas, pero puede pactar con cualquiera tras las elecciones. Es la miseria de este sistema de partidos que, una vez depositado el refrendo en la urna, los mismos, pactan como les viene en gana y ya no se puede componer el poder político desde los súbditos, no controlarlo o echarlo. ¡Ahí te quedas! Muy peligroso para dar confianza ninguno.


Lo del referéndum apoyado por Arrimadas es muy peligroso; ello, conllevaría una modificación constitucional, planteando un referéndum en consonancia como lo desean los independentistas. ¡Ojo con Arrimadas! Que cuando se hace política de captar votos, aunque no se crea en las propuestas escaparate para alcanzar los mismos, jugando a lo que serían pero igual no son, se puede llegar a cualquier corruptela de consenso. Arrimadas no es en absoluto de fiar.
Hace unas semanas nos sorprendía con otra de sus perlas falsificadas: Arrimadas, cuando en abril la ponía a caldo por aliada del independentismo, pedía a la misma Colau una mano para un gobierno alternativo al independentismo. Abstención o transversalidad. Al mismo tiempo que pedía a un PSC, apoyo, con un Sánchez que se lo negaba o un Iceta que se lo ofrecía y se lo negaba. Y hace unos pocos días tampoco hacía ascos a pactar con independentistas en cuestiones de educación y otros temas en el Parlament. ¿De qué vamos? Si está ya todo vendido y traicionado.

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