Yo que siempre que ha existido alguien que ha caído por una muerte provocada por alguien o algunos, siempre lo he denunciado sin algún pelo en la lengua e hiciera referencia a quien fuera, quiero sumarme a este homenaje a Víctor, asesinado por llevar unos colores que son los mismos de una bandera que es la que paga a todos los partidos vividores del parlamento; sin ella, no habría ni sueldazos, pagas extra, beneficios y pensiones vitalicias. Sin Constitución, sin Estado, sin esa bandera, sin País... nadie cobraría; tampoco la ultraizquierda. No nos llevemos a engaño.
El gobierno, los respectivos gobiernos, el Estado de Partidos, los
medios de comunicación de izquierda cedidos por la derecha, la ETA, el
separatismo catalán, son los responsables de lo que en este país asombra y
preocupa cada día más en Europa: el terrorismo contra los inocentes y la insurrección de una casta política golpista. El mejor
homenaje será contar la manipulación que está dándose con su asesinato y por
quienes; de ahí sabremos la verdad y daremos una oportunidad a que no se mancille
más impunemente a las víctimas. ¿Qué está sucediendo?
¿Cómo se ha podido llegar a este deterioro social y a esta asunción del
delito como algo necesario y justificado por parte de una basura de izquierda
española que aplaude la muerte como natural si se trata de quienes no piensan o
actúan como ellos? Porque el sistema de Partidos ha traído el terrorismo de
igual modo. Es peor, como estamos comprobando ahora con los pactos entre Moncloa,
el PSOE, Iceta y algunos golpistas, están interesados en tener, por frente, un referente
de algo que pueda asustar a un sector de la sociedad y conseguir votos, al
tiempo que consigan apaciguar algunos ánimos entre la radicalidad y alcanzar
consensos a cuenta del dinero de los contribuyentes. Así, como ocurrió en
Euskadi, donde el mundo radical está anestesiado y bajo el confort, al tiempo
que siempre amenazante lo tenemos por delante; de este modo, ni en terrorismo o
la sedición acabará nunca.
Estos días estamos asistiendo a la desintegración de la prensa que
quedaba fuera de la Red. Ignoro de donde algunos tertulianos, hoy, nos dicen
que nada hay que fiarse de las redes, que desde ellas se ha matado al
periodismo; hay que tener cara recia porque, desde medios que nos cuestan un riñón
al día, menudas desinformaciones asoman para tapar la corruptela del poder y
esconder a terroristas, cunado no alabarlos.
Cinco días ha tardado la población en enterarse de modo fehaciente del crimen
de Zaragoza. Y dos tomar conocimiento de la misma en su desgraciada totalidad.
Ni el Presidente del gobierno o gran parte de la oposición han hecho nada por
denunciar y condenar; se han alejado de algo que les debía de resultar “apestoso”
o incluso, algunos y sus medios, apoyarlo y mentir para mostrar a la víctima
fallecida como provocadora y que merecía, por culpable, la muerte y que se la
buscaba. Varios días para conocer que, al final, hubo un crimen de un señor
porque llevaba los colores de la bandera española. Y varios días para que
tengamos que leer, con el silencio de los partidos, que se jalee la muerte de
un inocente, se difame a la víctima, se
expandan mensajes de alegría y de glorificación del asesinato. Y a esto hemos
llegado porque, los partidos de centro y
derecha, han perdido cualquier ideología y sólo gobiernan para alcanzar votos y
consensuar aberrantemente después ante el pasmo general. Y por ello, no sólo
han dado el visto bueno a partidos extremistas que estarían proscritos en gran
parte de los países de Europa, sino que entre, oligarquías, chalanean
perfectamente.
¡Cómo va a condenar Podemos nada sobre Zaragoza si Rajoy ha obviado el
tema! Lamento sobre todo el silencio de Rajoy y los medios de Soraya para maquillar
pervertir ideológicamente y de modo descarado los orígenes de la derechona
chilena que moran en la psiquis del asesino de Zaragoza. El órgano del PP
ahora, El país”, se ha inventado, al unísono con Pablo Iglesias y otros medios
podemitas, que la izquierda intentó parar a la familia de este asesino allá en aquel
Chile de la dictadura; cuando en realidad, Lanza, es comunista español y poco
nos importan las fechorías de su familia allende los mares o si era nieto o no
de un ministro de Pinochet, que ha matado a un señor sin más. Se manipula una
supuesta ideología derechosa y como tal se presenta a la opinión pública, un
asesinato muy de derechas por alguien que odia a otra persona. Así lo dicen
Podemos, Cebrían, Pablo, El País, la Sexta y alguno más. Y resulta que él, su
madre (contratada a dedo por Colau) y hermana son comunistas, apoyados por
comunistas, apoyados en persona, por la TV3 y demás vividores de los comunistas
que idearon lo de la maceta cuando dejó tetrapléjico a un guardia e hicieron
hasta una película; los comunistas rancios y ultras que han convertido a este
familiar y amigo en un héroe por haber asesinado a una persona por llevar unos
tirantes con la bandera española. Que sólo ha cumplido dos años de cárcel por
el atentado, por una razón: porque sus padres son comunistas y porque Bachelet,
además de Forn de Interior de Catalunya que está en la trena, se preocuparon mucho
por este despreciable sujeto que dejó hecho un guiñapo a un guardia municipal
con varios hijos.
Cuando atentó contra el guardia se inventaron que se trataba de un
pobre okupa sojuzgado por el fascismo del poder y condenado a la miseria por el
capitalismo de la derecha; hoy es una referente familiar de Pinochet. Según nos interese.
¡Vamos a ver! Hablando de Pinochet. Cebrían es hijo del director de "Arriba", el periódico del
Régimen Movimiento de Franco; subdirector de "Pueblo", el de los sindicatos
verticales de Franco; becado por Franco para aprender fuera de España sobre
cómo manejar a las masas; ha apoyado a todos y contra todos; ha jugado siempre a poder y dinero; recibió subvenciones millonarias y sobre todo a defendido a Pujol y sus chanchullos, desde Felipe González. De la aristocracia del franquismo se ha hecho
moralista y hoy es de la oligarquía del rojerío en un periódico manipulador e
instigador. En la actualidad dramática, en lugar de pedir se acabe el terrorismo de una vez, resulta
que ha sido Pinochet a través de sus vástagos. Pobre Víctor! ¡Pobres víctimas! ¡Que solas se encuentran!
Me sumo a tu homenaje. Muy emotivo y crítico como debe de ser
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